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sábado, 12 de septiembre de 2009

PSICOLOGIA DEL ENFERMO RENAL CRONICO


Cecilia Codina Massachs


Servicio de Hemodiálisis v Trasplante Renal. Hospital Germans Trias i Pujol. Badalona


INTRODUCCION


No podríamos hablar de los aspectos psicológicos del ser humano, sin antes definir la personalidad y


sus necesidades.


Pero ¿cómo podemos abordar la personalidad desde un punto de vista psicológico? ¿Qué es lo que


define a nuestros ojos una personalidad?


Cuando tomo conciencia de mi unidad interior, manifiesto ya un cierto poder: el conocerme.


Hablando de mí, yo digo «yo» oponiéndome en esto a todo lo que no reconozco como idéntico a mi


mismo. Una segunda persona, el «tú» y sobre todo el «él» representan «los demás» que son exteriores a mí


realidad, a la unidad y a la permanencia de mi «yo» personal.


Vayamos más adelante en nuestra reflexión, Mi personalidad es además de todo lo que soy, todo


aquello que me pertenece. Por ejemplo, del enfermo privado de sus afectos, de sus objetos familiares y de sus


hábitos, se ve afectado en su personalidad. Es todavía él mismo, y sin embargo ya no es completamente el


mismo. La personalidad, toma aquí un sentido amplio que designa toda la individualidad de la persona


considerada en su totalidad. Mi personalidad es lo que yo soy hoy, con mi conciencia y mi cuerpo, es


también lo que fui ayer, con mi pasado y mis recuerdos, es, incluso, lo que quiero ser mañana, con mi futuro


y mis proyectos.


Puesto que el ser humano no puede vivir solo, diremos también que la personalidad es aquello que en


nosotros nos permite comunicarnos con los demás, si no somos capaces de sostener con los otros un diálogo,


una relación, nuestra personalidad puede estar enferma,


También forman parte de nuestra personalidad los hábitos alimenticios y por supuesto la sexualidad,


establecida en hombre o mujer, son necesidades básicas, pilares de nuestra personalidad. Corno necesidades


secundarias, podemos contemplar: la actividad y la seguridad.


Estas necesidades responden más claramente a estímulos exteriores, positivos nos empujan a la


acción y negativos - nos obligan a un repliegue - y en definitiva a la defensa.


Todo organismo tiene necesidad de alcanzar una cierta perfección de su ser. Tiende a vencer los


obstáculos para alcanzar su meta. Por ello la actividad laboral generalmente es una satisfacción parcial.


El ocio se muestra hoy corno una fuente de actividad, por consiguiente, los enfermos experimentan


más que cualquier otro la falta de satisfacción de esta necesidad: privados de actividad, y sometidos a un


contorno terapéutico, parecen renunciar a toda actividad.


Cohabitando con la necesidad de acción, la necesidad de seguridad frena, e inmoviliza al ser cuando


la pierde, y le lleva a «encogerse» ante un obstáculo. Conductas de huida sobre si, la personalidad teme


exponerse y perder así el beneficio de una vida confortable y segura.


ASPECTOS PSICOLOGICOS DEL ENFERMO


Tras mi exposición de la personalidad, intentaré describir los aspectos psicológicos del enfermo.


Primer estadio


En el preciso momento en que el paciente es informado de la naturaleza de su enfermedad, recibe un


choque en el seno de un mundo nuevo, en el que se aniquila todo proyecto de futuro y en que domina un


sentimiento de soledad.


Segundo estadio


De inmediato surge el sentimiento de rechazo, rabia, desesperación, en una palabra, «queja». ¿Por


qué a mi, Señor? Y va cohabitando como en un sollozo el peor de, los sentimientos humanos: «EL MIEDO».


Porque este sentimiento todavía es más depauperado que la propia soledad.


El miedo frena e inmoviliza al ser humano, va mermando la personalidad, hasta el punto de


enfrentarse con la posibilidad de su muerte, aunque sea tan sólo por un instante, instante de infinito dolor


moral.


Tercer estadio


Parece haber una relativa calma psíquica en la que el enfermo acepta la enfermedad y su nueva


situación prácticamente de inmediato. Cabe mencionar, que la aceptación o asumisión de la enfermedad, no


es siempre de inmediato, hay un pequeño porcentaje de pacientes que permanecen aparcados entre el primer


y segundo estadio en el que el miedo desaparece porque ha sido suplico por el hastío y un intenso deseo de


poner fin a su vida.


ASPECTOS PSICOLOGICOS DEL ENFERMO RENAL


Una vez superados los tres estadios descritos, o al menos en su fase resolutiva, entramos en la rutina


cotidiana del programa de hemodiálisis.


El enfermo entra en la sala, donde se encuentra con otros pacientes que padecen la misma


enfermedad que él y aunque parece contradictorio esta situación le conforta, no se encuentra tan solo, porque


su desgracia es compartida por muchos más.


Pero nuevamente surgirán los sentimientos de miedo y soledad, en el preciso instante que se


acomode en la cama y la enfermera despliegue todos sus recursos técnicos y humanos para conectarle al


monitor dializador.


Si la primera experiencia de hemodiálisis, ha sido negativa, padeciendo los inconvenientes de:


náuseas, vómitos, lipotimias, calambres, tanto o más aumentará el miedo y la angustia de pensar en la


próxima sesión.


Sucesivamente irán transcurriendo los días, las semanas, los meses, en los que el paciente se va


familiarizando con el personal asistencial, con los monitores, con sus compañeros y por supuesto con los


inconvenientes clínicos de la hemodiálisis.


Durante este período, el paciente va recibiendo información tanto del equipo asistencial, como de sus


propios compañeros, los cuales le explicarán sus experiencias y le animarán quizá de una manera simple,


llana, natural, desde la propia individualidad, mucho más comprensible que la que los profesionales de la


salud le podemos ofrecer, porque nosotros no padecernos la enfermedad, ni vivimos con ella, tan sólo


podemos albergar situaciones de comprensión.


Hasta ahora, he explicado el aprendizaje del paciente que se inicia en una nueva forma de vida y sus


relaciones limitadas con el espacio que comprende su personalidad y el entorno, en el que sólo ha habido:


información, aliento y comunicación, en una palabra, inserción psicofisiológica.


Inevitablemente el paciente va a percibir una olvidada necesidad: «la queja». Al principio será una


queja muda, susurrada, hasta llegar a la expresión verbal.


El paciente durante los primeros meses en programa de hemodiálisis, ha ido observando


meticulosamente el comportamiento individual del personal sanitario y los va clasificando según su escala de


valores:


· Aquella punciona mejor que la otra.


· Esta afina mejor con mi peso.


· Esta es más simpática.


· Esa parece estar más pendiente del monitor y de mi aunque no sabe tanto.


· Esta no quiero que me puncione porque es nueva.


A todo ello el enfermo opone sus necesidades y efectúa su elección: «Prefiero que me cuide ésta».


Pero esta elección personal y callada, no siempre es satisfecha ya que no hay ninguna enfermera fija


para cada enfermo, sino que es una elección por lo general por parte del profesional aleatoria.


Por lo tanto, el paciente desea un profesional concreto que le atienda y la única manera que ve de que


se cumpla su deseo, es aprovechar la primera ocasión para decirle a la enfermera que él quiere: «¡Qué bien!


Hoy me puncionas tú, es que contigo salgo muy bien de peso», etc., etc.


Con esta confesión, el enfermo quiere comprar psicológicamente el cuidado de un determinado


profesional, pero con nuestra conducta natural, sabremos subsanar con profesionalidad este inconveniente.


Otra queja frecuente, se manifiesta cuando por problemas de averías de monitor tiene que dializarse en otro.


Por fin llega el día «DE LA ESPERANZA»


«HOY HABRA UN TRASPILANTE»


La sala parece apacible, quizá con algo más de alboroto que otros días, sensiblemente se percibe una


tímida alegría. A medida que transcurren las horas se va crispando el ambiente solapadamente, todos están


esperando el resultado de los análisis.


¿Qué estarán pensando?


Todos nuestros movimientos, nuestras conversaciones son observadas minuciosamente, quieren


descubrir el más mínimo detalle para saber quién es el afortunado.


Pensarán:


- ¿Seré yo?


- Seguro que seré yo, porque soy el primero de la lista,


- Será yo, porque soy el más antiguo.


- Seré yo, porque soy el más joven.


Después el «yo» se debilita pensando que puede ser otro y comienza a seleccionar de entre sus


compañeros el posible candidato.


Pensarán:


- ¡Ah! Será menganito, porque es el mas joven.


- Será este, porque está mejor relacionado que yo.


- ¡No, aquel no! Es demasiado viejo.


Con estos devatares, vuelve a reafirmarse el «yo».


Pensarán:


- ¡No! Ya verás como me eligen a mi.


Llega el momento, entra el médico en la sala y se dispone a informar quién será el seleccionado.


Pensarán:


- ¡Bueno, por fin! Ya sé quién es.


Todos dan muestra de alegría y felicitan al seleccionado.


El ser humano responde con egoísmo, ante la decepción de no lograr lo deseado.


Pero, ¿qué estarán pensando?


- No me han escogido a mi porque soy viejo.


- ¡Mira que elegir a éste que lleva aquí cuatro días!


- El médico me tiene manía.


- Los médicos tienen la culpa de que yo esté así, tendrían que haberme escogido a mi para compensar


su equivocación.


También el ser humano alberga otros comportamientos más nobles. Pensará:


- ¡Bueno! La próxima vez será para mí.


- Me alegro por él, se lo merece tanto como yo.


- ¡Ah!, es una mujer y hace más falta en la familia que un hombre.


Pasarán los días y paulatinamente todo vuelve a la rutina cotidiana, sin más preámbulos que el de


haber tenido:




«UN DIA DE ESPERANZA»


ATENCION PSICOLOGICA Al ENFERMO CON INSUFICIENCIA RENAL CRONICA


Una particularidad de estos pacientes, es el hecho de compartir con el personal asistencial muchas


horas de la semana, durante años. Ello contribuye a una relación humana de la cual se desprende el


conocimiento de la personalidad de unos y otros.


El profesional de enfermería tiene que estar capacitado para comprender y describir la personalidad


de cada enfermo, y respetarla, con el objetivo de poder ayudarle a superar todos o parte de los problemas que


nos pueden plantear.


Para ello, tendremos que desarrollar nuestras habilidades psicológicas de una forma natural y


espontánea, sin olvidar mejorar nuestra calidad humana.


El enfermo renal crónico, es quizá el más difícil de tratar debido a la frecuente y prolongada relación


que existe con el personal de enfermería.


Es un enfermo, en el que su personalidad se reafirma quizá más individualizada que en otros


pacientes.


Precisa de una atención única, para él solo, en cada sesión de hemodiálisis; y aunque comprende que


la enfermera que hoy le atiende, también atiende a otro enfermo, hay que tratarle psicológicamente, como si


fuera el único que hubiera en la sala.


Tenernos que descubrir: cómo quiere que le coloquemos los esparadrapos, si le molesta la luz, qué


altura desea de cama, en una palabra, que él perciba que le atendemos al mínimo detalle.


Paulatinamente, se irán estableciendo unas relaciones personales entre el paciente - enfermera, fruto


de la comunicación espontánea. Se inician primero al ofrecerle el confort que necesita, después se


establecerán relaciones de confianza profesional, para concluir con una relación de confianza


intrínsecamente personal, que nos ofrecerá la posibilidad de conocer profundamente su personalidad y sus


problemas para corregir en nuestra medida las desviaciones anormales de su conducta.


Para lograr todos estos objetivos, el equipo de enfermería deberá recurrir a métodos como el P.A E. o


pautas simplemente humanas.




EVALUACION ESTADISTICA


TOTAL PACIENTES: 18


MAYORES


EDAD MEDIA: 63 AÑOS-10 ENFERMOS


HD > DE 3 AÑOS 60 %


HD > DE 2 AÑOS 40 %


JOVENES


EDAD MEDIA: 44 ANOS-ENFERMOS


HD MEDIA 3 AÑOS


1. ACTUALMENTE TRABAJAN


M ..................................................... 0 %


J ....................................................... 50 %


2. APTOS PARA TRABAJAR EN OTRA PROFESION


M ..................................................... 20 %


J ....................................................... 62 %


3. PASEAN


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 100 %


4. SE CANSAN, CON DOLOR EN EXTREMIDADES INFERIORES


M ..................................................... 30 %


J ....................................................... 60 %


5. SE CANSAN MENOS DESPUES DE HEMOTERAPIA


M ..................................................... 60 %


J ....................................................... 75 %


6. DUERMEN BIEN


M ..................................................... 30 %


J ....................................................... 50 %


7. PRECISAN SEDANTES PARA DORMIR


M ..................................................... 50 %


J ....................................................... 50 %


8. DORMIAN BIEN ANTES DE LA ENFERMEDAD


M ..................................................... 100 %


J ....................................................... 87 %


9. DE NO ESTAR ENFERMOS LES GUSTARIA TRABAJAR


M ..................................................... 50 %


J ....................................................... 50 %


10. ESTAN RESIGNADOS CON SU ENFERMEDAD


M ..................................................... 50 % MENOS DE 2 ANOS HD.


J ....................................................... 80 % MAS DE 2 AÑOS HD.


11. NO LES HA COSTADO ACEPTAR LA ENFERMEDAD


M ..................................................... 60 %


J ....................................................... 37 %


12. ESTAN ANIMADOS


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 87 %


13. TIENEN MAS MAL HUMOR


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 75 %


14. LE AYUDA LA FAMILIA


M ..................................................... 80 %


J ....................................................... 62 %


15. TIENEN ILUSION POR VIVIR


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 87 %


16. TENIAN ANTES ILUSION POR VIVIR


M ..................................................... 100 %


J ...................................................... 100 %


17. ESTAN DEPRIMIDOS


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 75 %


18. TIENEN ANIMOS PARA SUPERAR LA DEPRESION


M ..................................................... 80 %


J ....................................................... 87 %


19. NECESITAN AYUDA


M ..................................................... 50 %


J ....................................................... 50 %


20. SE AYUDAN SOLOS PARA SUPERAR SU DEPRESION


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 40 %


21. TIENEN CREENCIAS RELIGIOSAS


M ..................................................... 80 %


J ....................................................... 62 %


22. ANFES DE PADECER LA ENFERMEDAD SE SENTIAN FELICES


M ..................................................... 100 %


J ....................................................... 100 %


23. EL GRADO ACTUAL DE FELICIDAD DISMINUYE


M ..................................................... 70 % DISMINUYE 2 PUNTOS


J ....................................................... 62 0% DISMINUYE 4 PUNTOS


24. ES AMABLE


M ..................................................... 80 %


J ....................................................... 75 %


25. SON MAS EXIGENTES


M ..................................................... 40 %


J ....................................................... 37 %


26. SE RELACIONAN MENOS CON SUS AMIGOS


M ..................................................... 30 %


J ....................................................... 62 %


27. NO REALIZAN EXCURSIONES


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 40 %


28. SIENTEN NECESIDAD DE AUTOCOMPADECERSE


M ..................................................... 30 %


J ....................................................... 75 %


29. SACRIFICAN A LA FAMILIA


M ..................................................... 70 %


J ....................................................... 56 %


30. EL GRADO DE SACRIFICIO FAMILIAR


M ..................................................... 50 %


J ....................................................... 56 %


31. LA FAMILIA ESTA MAS PREOCUPADA OUE ANTES DE LA ENFERMEDAD


M ..................................................... 60 %


J ....................................................... 75 %


32. SE ENCUENTRA A GUSTO CON EL AMBIENTE HOSPITALARIO


M ..................................................... 100%


J ....................................................... 87 %


33. SE DISTRAEN POR EL HECHO DE VENIR Al. HOSPITAL A DIALIZARSE 3 DIAS POR SEMANA


M ..................................................... 40 %


J ....................................................... 62 %


CONCLUSIONES


El paciente con insuficiencia renal crónica con programa de hemodiálisis presenta en general las


siguientes características:


1. Mal humor.


2. Son más exigentes.


3. Se encuentran deprimidos.


4. Necesitan ayuda.


5. Son aptos para trabajar un 62 % de jóvenes.


6. Han aceptado la enfermedad.


7. Se autocompadecen.


8. Tienen ilusión por vivir.


9. Se fatigan con dolor en extremidades inferiores.


10. No realizan excursiones.


11. Sacrifican a la familia.


12. Se relacionan menos con sus amigos.


13. Padecen insomnio.


14. Precisan sedantes.


15. Disminuye su grado de felicidad entre 2 y 4 puntos.


16. Su grado de felicidad depende de¡ entorno familiar.


17. Se distraen al acudir a las sesiones de hemodiálisis.

Envejecer con esperanza





EL OPTIMISMO CLARIFICA LAS COSAS




Sor.Cecilia Codina Monasterio de santa Catalina (Paterna)Valencia





Antes de introducirnos en el hecho natural de envejecer, hablaremos de la vida como derecho, un fenómeno que está lejos de lo abstracto y que se constata como la «Gran realidad de la humanidad». Desde que nacemos con el primer lloro, constatamos que cada instante se vive, incluso sin darnos cuenta de ello como hacen los bebés. La vida sobreviene bruscamente como un desgarro, perdiendo la seguridad del seno de la madre para enfrentarse con las realidades de la vida nueva.


Este don Divino, a la luz de precomprensiones de criterios de juicio, de sistemas de valoración que forman parte de lo que llamamos«Cultura de la vida», .no logran con todo, ahogar el espíritu de la esperanza del hombre que es llamado a ser feliz.


Nuestra sociedad ha sufrido cambios muy sustanciales en sus valores humanos y religiosos, como ha sucedido antes en otros países y desde hace ya algunos años se estan promulgando nuevas leyes que atentan, y destruyen la vida, sublimando, que la libertad del individuo es más esencial que las estructuras sociales tales como la familia.


El hecho de aceptar o tolerar los anticonceptivos, abortos, y los mal llamados «Matrimonios homosexuales»han ido defraudando a un amplio sector de la población de poder albergar la esperanza de retornar a recuperar unas estructuras sociales estables, morales/éticas,- si se prefiere ese término- que avalen la garantía de envejecer con esperanza, suceda lo que suceda, ya que esa esperanza se ejerce desde la libertad y el derecho de ser feliz ante situaciones tristemente negativas de nuestros tiempos. Hoy, nos amenaza otra cultura,«La de la muerte»en que la evolución genética tiene planteada una gran carrera, en medio está la solución a muchas enfermedades y aunque la vejez no es precisamente una enfermedad, al final también forma parte de un programa de dar alternativas que frenen la vejez y las enfermedades, o limitaciones físicas. Habrá que preguntarse ¿Creen esas personas que serán más felices intentando mantener una relativa juventud? Recordemos que estamos amenazados por los que proponen una muerte digna, ante su enfermedad y los que proponen la eutanasia no necesariamente a los enfermos terminales sino también a los ancianos que al parecer estorban a ciertos sectores de las sociedades.


Nadie podrá mantener el sentido del optimismo ante la enfermedad o cualquier otro problema, si desde su juventud no ha tomado el hábito de sonreír a la vida, sino se ha entrenado a enfrentarse a los problemas con serenidad y madurez, poniendo en juego todas sus capacidades intelectuales y espirituales para «Vencer o tener vencido al mundo». El hombre optimista, el hombre que vive de la esperanza, es un ser que vive cada día la fragancia de una amistad, la acaricia de un gesto, la ternura de una sonrisa, la amargura del odio, el desaliento de una palabra, el vacío de la indiferencia o la dureza del silencio.; o quizás el más temible de todos« La soledad y el olvido» Son sentimientos que ha experimentado en su larga vida en la cual ha penetrado la sabiduría, esa experiencia que nos hace ser cautos, porque la vida es como un oleaje marino«Fuertes olas de sentimientos y mareas de pasiones cuyo único superviviente, es aquel que durante toda su vida ha sabido amar y dejarse amar».


La vejez, es una nueva aventura del Espíritu de Dios y del hombre que ha sabido aprovechar todo cuanto le ha dado la vida. « No hay ciencia más certera que pasar por esta vida haciendo el bien.»

PUBLICADO EN LA REVISTA.-CR.-CULTURA RELIGIOSA.Valencia

Lo extraordinario de lo pequeño

STA. TERESA DE LISIEUX

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

Monasterio de Santa Catalina de Siena

(Paterna) Valencia


Se ha hablado mucho y se hablará de Santa Teresa de Lisieux, hoy ya proclamada doctora de la Iglesia, después de celebrar su primer centenario de su muerte y haber pasado sus reliquias por tantos lugares de oración. Parece como si ella misma se invitase a que hablemos no de ella propiamente, sino de la santidad, de sus caminos y de lo extraordinario que es permanecer oculta una vida de santidad.

Los sorprendentes en psicología religiosa, ha obligado a los teólogos a estudiar con otros parámetros la psicología de los santos. Iluminados por el Espíritu Santo, van descubriendo nuevos senderos y principios rectores de la teología mística, que es para la Iglesia una fuente de grandes verdades, de tesoros doctrinales que hacen quebrar las estructuras rígidas de tiempos pasados.

Teresa de Lisieux, es a nuestro entender una de las santas que ha roto el esquema algo esteriotipado de cómo son los santos, sus actos, pensamientos en definitiva la forma de luchar para vivir la santidad.

En este artículo, deseamos presentar el enfoque de la santidad de la santa Teresa «La pequeña» como popularmente es llamada, simplemente con el título de extraordinaria. Sí, nos proponemos sencillamente medio dibujar, de dónde reside que osemos llamar que su santidad es extraordinaria, cuando desde siempre nos han inculcado de eminentes personajes, doctos en la materia, que es «La santa de las cosas pequeñas», sin hechos relevantes en su vida, como fenómenos místicos, revelaciones etc., sin nada más que vivir sencillamente y aparentemente en un Carmelo, donde la vida comunitaria se había relajado.

Teresa era un alma libre, su libertad residía en el amor, ese amor le daba confianza, abandono y una espontaneidad tan trasparente que provocaba confusión en aquellas hermanas suyas que no alcanzaban a ser tan libres como ella porque estaban más sujetas a trivialidades.

Nuestra santa estaba sumergida en el amor de Dios, mirándole aunque a veces quedaba como ciega porque así convenía para su purificación, y seguir mirando al cielo sin ver el cielo.

Teresa, estaba dotada de una voluntad integral, sus tres elementos eran muy fuertes e inseparables; su voluntad estaba llena de intensidad, de entusiasmo a pesar de sus desánimos porque la constancia la empujaba a ir más allá de los obstáculos. No era amiga de mediocridades.

Un año antes de su muerte expresaba: « ¡Oh qué pocas religiosas hay perfectas que no hagan nada por un poco más o menos, diciendo:” No estoy obligada a esto…a eso…después de todo no hay gran mal en hablar aquí, en hacer aquello etc.!”» ¡Qué raras son las que hacen todo lo mejor posible! (Teresa de Lisieux-Obras completas-Conf. C.amarillo 6.8.5-Ed.Monte Carmelo –Burgos. 1989).

Su carácter ardiente y firme le llevó a escribir: «No caeré en esa desgracia de aficionarme a unas pajas» (Cf. c.6, F. 68r. -El viaje a Roma-Edit. Monte Carmelo-1989).

Sí, ella no podía entretenerse con pequeñeces, porque se había entregado por entero a Dios y supo muy bien que a Dios no se le alcanza con sisas.

Teresa confiesa: « Yo tomo la disciplina para hacerme daño, y deseo hacérmelo lo más posible» Me confesó que a veces le venían lagrimas a los ojos, pero que se esforzaba por sonreír, a fin de no manifestar en su rostro, la huella de los sentimientos de su corazón, gozosa de sufrir en unión con su Amado, para salvarle almas. (CF.Consejos y recuerdos: Ed.Monte Carmelo 1952. testigo Sor Genoveva de Sta. Teresa)

Y sigue hablándonos la misma Celina: «Cuando estaba de semana el los lugares de excusados, se empleaba con tan cuidado que me quedé admirada y se lo dije, a lo que me

respondió tristemente ¡Oh qué pocas religiosas hay santas! ¡Qué pocas hay que no hagan las cosas de cualquier manera!» Y me replicó: «No fuera yo del número de las religiosas negligentes» (CF.Procesos de Beatificación y canonización (P.O).Ed.Monte Carmelo 1996, p.263).

.

Podemos verificar que Santa Teresa de Lisieux practicó lo que san Pedro nos refiere en su segunda carta, denominada vocación cristiana (2Pe 1, 5-8), «Aportando vuestra parte sumo empeño, proporcionad a vuestra fe fortaleza; a la fortaleza el conocimiento; a la continencia la constancia; a la constancia piedad; a la piedad el amor fraterno; al amor fraterno la caridad. Porque si estas virtudes se hallan en vosotros y van progresando, a más de no ser ni ociosos ni estériles, os dispondrá para un mayor conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.»

Hemos hecho toda la referencia de a la carta de Sant Pedro, porque en Teresa se personifico todas estas virtudes cristianas, haciéndose en todo «La perfecta hija de la Madre Regla. Observó fielmente su cumplimiento con extremada finura, pues la Madre Regla la iba educando para poder ser la perfecta esposa de Jesús»

Para amar como ella amó, hay que vencerse a una misma; decía ella que la mayor de las victorias es vencerse a sí misma. Decía que deseaba alcanzar la gracia de tener dominio absoluto sobre sus acciones, de ser dueña y no su esclava. (CF.Ed.Monte Carmelo Burgos 1989-comunión – en el internado-p.122). Eso nos da a entender, cuanto tuvo que luchar para vencer, acallar su amor propio y aunque ella misma se reconoce llena de debilidades, su corazón se hace eco de ellas y se las ofrece a Jesús, pues ella se sabe y desvalida sin él.

Ahora procedamos a un testimonio excepcional, su Madre Maestra, ella nos dice: « En la mortificación fue heroica, porque la hizo consistir particularmente en soportar las mil y mil pequeños sufrimientos que componen la vida religiosa y en la dulzura constante para con todas, a pesar de los roces continuos que se encuentran sin cesar en las comunidades más perfectas, como consecuencia de la diferencia de caracteres y educación. Ella lo soportaba todo en silencio. Teresa nunca se quejaba ni del tiempo, de sus inclemencias, ni de personas, de cosas y con certeza tuvo “Pinchazos” que pretendían herirla, pero la gracia la hace permanecer serena. Habitualmente no despreciaba ninguna ocasión de sufrir, pero sin aparentarlo» (CF. Procesos ordinarios de beatificación y canonización-p.86, Madre Inés de Jesús).

Existen tantos ejemplos que no sabríamos cual elegir, veremos algunos. Escribe Teresa: «Cuando yo era postulante y novicia, me ordenó Nuestra Madre decirle cada vez que me dolía el estómago. Como me dolía todos los días, fue para mí ese mandato un verdadero suplicio. Cuando me daba el mal de estómago hubiera preferido recibir 100 bastonazos antes que ir a decírselo; pero se lo comunicaba cada vez por obedecer. Nuestra Maestra, que no se acordaba de la orden que me había dado, me decía:” ¡Pobre hija mía, nunca vas ha tener salud para carmelita! ¡Esto es demasiado para ti!”. O bien pedía para mí algún remedio a Madre María de Gonzaga, que respondía descontenta:” ¡Pero siempre quejándose esta niña! ¡Sino puede soportar sus males, que se vaya!”»

Por obedecer continué mucho tiempo manifestando mi dolor, aún con riesgo de ser despedida, hasta que Dios, al fin, compadeciéndose de mi debilidad, permitió me dispensaran de esta obligación. (CF. Procesos ordinarios B y canonización. P.O-Testigo Sor.Mª de la Trinidad y de la Santa Faz p.384)

Sí, nuestra carmelita lo había «Escogido todo» (CF, Alençon, F.10vº) por eso toda su vida en el Carmelo fue un continuo sufrimiento, que nadie advertía, como por ejemplo: «Como no se quejaba nunca de ningún alimento, terminaron por creer que no tenía las mismas repugnancias, ni las mismas delicadezas que las demás hermanas y durante años su comida fue las sobras recalentadas, a veces de varios días y sobras que otras hermanas anteriormente ya habían rechazado» ( CF. P.O,Testigo: Madre Inés de Jesús, p.87)

Lo había escogido Todo, por eso no desperdició ni una sola mortificación; el frío, la mala alimentación, las humillaciones, la enfermedad y la soledad de no ser comprendida.

Teresa estaba convencida que para ser santa había que sufrir mucho por amor a Jesús y nosotros podemos añadir que ella no tenía en cuenta el sufrimiento porque el amor se lo hacía olvidar.

Pero «Todo» es sólo Dios, ella se quedó con el amor de Dios, fielmente enamorada de Jesús, quiso ser la «Pelotita» (CF.el juguete de Jesús, c.VI, F64v- Ed. Monte Carmelo 1989) pero ella como alma humilde no se ofreció a servir a Dios, sino que simplemente sólo aspiraba a ser usada al placer del que amaba, y así, si el Señor decidía prescindir de usarla, es cuando demostraba amar a Jesús, porque ni tan siquiera sentía la vanagloria de haberse sentido útil. Teresa vivía confiadamente en la misericordia de Dios.

Y ahora procede desvelar la razón de nuestra afirmación al incidir que su santidad fue extraordinaria, quizás para algunos entendidos estos argumentos, pero lo extraordinario de Teresa de Lisieux, fue la constancia en todas las virtudes. Y díganme… ¿Cuántas almas conocemos que se hayan santificado con tantísimo silencio en una breve vida claustral?

Lo extraordinario no reside en sí en las cosas pequeñas o grandes, sino en permanecer constantemente fieles al amor. Ahí reside la heroicidad de la vida de los santos y podemos asegurar que existen y existirán otras muchas Teresas de Lisieux y otras tantas Madres María de Gonzaga, como hermanas que se pregunten después de la muerte de una de sus hermanas. ¿Qué diremos de esta hermana? ¿Por qué no nos damos cuenta en nuestra vida comunitaria que hay santidad en ella? ¿No será quizás que estamos demasiado pendientes de nuestro«YO» y nuestro corazón todavía no ha alcanzado esa pureza que todo lo hace bellamente trasparente?

Nuestra Teresita del Niño Jesús, vivía de la Palabra de Jesús y hallaba en el Evangelio todas las respuestas a sus dudas, a sus aspiraciones de amor y el Espíritu santo la invadió para hacerla comprender dónde residía la exquisitud de la caridad. Parece ser que nunca llegó a escuchar revelaciones, pero tengamos en cuenta que Dios se manifiesta al alma de distintas maneras y teresa de Lisieux recibió grandes luces sobre la caridad fraterna, que supo muy bien expresar. Pero advertimos como la santa, después de tanto sufrimiento, nos hace una queja que nos debería estremecer a todos « ¡Oh qué poco amado es Dios en la tierra, aún de los sacerdotes y religiosos!...No, Dios no es muy amado » (CF. Últimas conversaciones, 7.8.2 Ed.Monte Carmelo Burgos 1989), dura es esta expresión, y tan semejante como la que hizo el Hno.Rafael, cuya canonización está próxima ha realizarse. « ¿Señor, dónde están tus amadores? o bien en otra expresión” ¿Dónde están los que te aman, Dios mío”? » (Vida y escritos de Fray María Rafael Armáiz Barón-Ed.Covarrubias-1974)

¡Ah cuantos santos han sufrido elegantemente las faltas de caridad de algunas sus hermanas!

Veamos por un momento esta escena….Estamos contemplando una mujer nativa de un poblado africano, la mujer con paso firme y decidido va a buscar el agua para su prole, anda muchos kilómetros, lejos de su humilde choza. La vemos con la vasija de agua posada en su cabeza, ella contornea sus delgadas caderas como siempre, va descalza pero su andar no es cansado. ¿Podríamos saber si la vasija de agua que lleva en su cabeza está llena o vacía de agua? Así podríamos imaginarnos a Teresa de Lisieux, ella soportaba con exquisita elegancia todos los sufrimientos, todas arideces en la oración, tan recogida como si realmente gozara de grandes consolaciones divinas; amaba con avidez todas las mortificaciones que se le ofrecían o que se procuraba ella misma y sin ser nunca advertida por sus hermanas de comunidad, ocultando bajo el amor, la heroicidad de su vida.

Así, que no nos extráñenos del desafortunado comentario que al morir una de sus hermanas dijera: « ¿Qué diremos de esta hermana?» (CF.-últimas conversaciones-25-7-15, Ed. Monte Carmelo Burgos 1873)

Coincidiendo con «El Domund» domingo mundial de las misiones y el X aniversario de su proclamación como doctora de la Iglesia y además de que van a ser beatificados sus padres, los Sres. Martín. Es un honor hacer mención de la gran vida de nuestra santa para que en el cielo y la tierra se llene de júbilo con tales acontecimientos, porque de las virtudes de sus padres, nació una santa y por medio de la santa se reconocen los engendradores de la misma santidad.

Quizás ahora sería el momento oportuno de formularnos algunas preguntas, para estimúlanos a reflexionar cómo vivimos la santidad en nuestra vida cristiana hoy, siendo hijos de la Iglesia tan fecunda en santos y detenernos a responder con sinceridad.

¿Estaría yo dispuesta a pasar por donde pasó Sta.Teresa de Lisieux, sin quitar ni un ápice de su sufrimiento?

¿Estaría dispuesta a permanecer fiel en todo lo pequeño y en todo lo grande a la vez, sabiendo que ella lo escogió «Todo»? es decir: Siempre.

¿Seria capaz de comer durante años las sobras de las comidas recalentadas de varios días, sin una sola queja?

¿Estaría dispuesta a soportar el ruido que hace una hermana en el coro durante la oración o aguantar cualquier otra mortificación, guardando silencio y haciendo una oración de sufrimiento como ella lo hizo?

Podríamos seguir haciéndonos infinidad de preguntas y aplicarlas cada uno al estado de vida a que es llamado por vocación: Vida consagrada, sacerdocio, virgen consagrada, laicos casados o solteros. Sabemos que todo ello lo podemos alcanzar con la ayuda de Dios, aprovechando la abundante gracia que se nos es dada, sólo hay que determinarse a empezar.

Tenemos un gran horizonte de santidad en Sta.Teresa de Lisieux, los frutos de su amor a Dios, a la Madre Iglesia y a sus hermanas, le ha valido para suscitar muchas vocaciones, no sólo para el Carmelo, también para otras Órdenes embelleciendo el cuerpo místico ya que ella supo hallar la vocación más grande «En el corazón de la Iglesia, yo seré el AMOR» (CF.Manuscrito B, c.IX, F.3r-Ed.Monte Carmelo 1989)

Pero no deseamos concluir este artículo sin hacer mención a la mujer más bella del cielo y de la tierra, la Virgen María, de la cual Teresita amaba entrañablemente y así se expresaba: « ¡Oh cuanto amo a la Virgen María!, si hubiera sido sacerdote ¡con cuanto encomio habría yo hablado de ella! nos la presentan inaccesible; mejor sería presentárnosla imitable, ¡Tiene más de Madre que de Reina! se ha dicho que su brillo eclipsa el de todos los santos, así como el sol, al aparecer la aurora, se ahuyentan las estrellas. ¡Dios mío! cuan extraño es esto! ¡Una madre que ofusca la gloria de sus hijos!, yo pienso todo lo contrario, creo que aumentará, pero en mucho, el esplendor de los elegidos. (CF. Últimas conversaciones 21.8.3. Ed. Monte Carmelo 1989-p.956)

Y sin salir del claustro Teresita fue misionera en el corazón de su amada Iglesia, andando por los caminos del amor sin límites.

Fue el Papa Pio XI, quien el 14 de diciembre de 1927, por decreto proclamado, le otorgó a Sta. Teresita del Niño Jesús ser: «Patrona especial de los misioneros y misiones con el mismo título y privilegio litúrgico que a San Francisco Javier.

Sta. Teresita del Niño Jesús en sus últimas conversaciones del sábado 17 de julio, en el cuaderno amarillo de la Madre Inés, manifestaba: « Presiento que voy a entrar en el descanso…Pero presiento sobre todo, que mi misión va a empezar: mi misión de hacer amar a Dios como yo le amo, de dar a las almas mi caminito. Si Dios escucha mis deseos, pasaré mi cielo en la tierra. Eso no es imposible, pues desde el seno mismo de la beatifica los ángeles velan por nosotros»

Y ella sigue velando en el silencio de Dios por cada vocación al Amor, para dar a conocer al mundo la grandeza de la pequeñez de ser santos.

Dios no nos pide cosas grandes, sino saber amarlo cada día, en lo que la vida nos ofrece ya sea bueno o menos bueno, pero con intensidad, entusiasmo y constancia.

« ¡Dios mío, yo lo escojo todo!»