Mis
queridos amigos:
Hoy
les dejo un Micro relato, espero que les guste.
Mario, se dirigía con paso apresurado para tomar
el subterráneo; era hora pico y no
deseaba llegar tarde a su oficina. Quizás, ese
día, tendría suerte y el jefe le daría un
buen reportaje. Entró en el vagón, repleto de
pasajeros, no había ni un asiento y el
juanete le dolía como nunca. Se resignó y se
sujetó en el asidero del vagón, la gente
iba apretujada como las sardinas en la lata.
El calor era agobiante ese mes de diciembre, a
pesar de la refrigeración. Una mujer
bien vestida y con cierta belleza, se le había
pegado como sanguijuela a su
correspondiente agarradera, con tal mala suerte
que su axila, justo le daba en la
cara, con un olor muy desagradable. Sí, era
bella, pero intentaba por todos los
medios separarse de ella. Por fin, se bajó en Palermo y respiró a gusto.
Llegó a la estación Congreso de Tucumán .ya a
pocas cuadras, se hallaba su oficina
en la calle Ignacio Núñez, aún le sobraban diez
minutos y pensó en detenerse en la
tienda de electrodomésticos; quería comprar un
regalo para su esposa.
En la entrada de la tienda, había varios
televisores con programación distinta. Se
quedó prendido en un reportaje de África, donde la
mujer de una aldea, mostraba
su extrema delgadez, amamantando con sus pechos secos
a su bebé. La escena
le impactó. A su lado había un niño de la calle,
con la mirada clavada en esa imagen
desgarradora. Sus ojos grandes y negros, le
sobrecogieron y le preguntó.
-Niño, ¿qué estás pensando, que miras de esa forma?
El niño, pasó su brazo por los mocos que le caían
de la nariz y no le contestaba.
Ambos se miraron en un largo instante y por fin
el niño le habló:
-Mire Señor, yo soy un niño de la calle, sin
hogar ni qué comer sino es robando en
alguna frutería. No sé quienes son mis padres, ni
tengo a nadie en este mundo y al
ver ese bebé con su madre, sentí celos de él. Ese
niño, Señor, es muy afortunado.
-Afortunado, ¿por qué? si se muere de hambre.
-Pues verá, ese bebé, al menos tiene el amor de
su madre y yo no tengo a nadie
que me quiera, al contrario, me muelen a palos
por ser un niño de la calle; robe o no
robe, me insultan y me echan de su lado como la
peste.
Mario comprendió muy bien los sentimientos de ese
niño y pensó que tenía un buen
Reportaje «Los niños de la calle», pero antes se
lo llevó a comer en un comedor.
LES DEJO MI TERNURA
LA FRASE DE REGALO
Mi Sor Cecilia,que belleza de post.
ResponderEliminarEs cierto cuantos ninos en la calle sin amor,pidiendo a gritos que lo necesitan,una palabra dulce, acompanada de una pequena caridad llena de amor, asi sea pequena porque el bolsillo lo impide,pero llena,llenita de amor.
Un abrazo inmenso desde la distancia.
Me enternece todo lo ue tenga que ver con los niños soy muy seible mi niño nacio con problemas y solo le pido a Dios fuerzas para cuidarlo......besitos
ResponderEliminarUna triste y gran verdad, no hay nada peor que estar solo en este mundo. Por suerte hay almas bondadosas que están ahí cuando no hay nadie más, con generosidad y con su propia entrega hacen un mundo mejor para los que están solos y para los que de alguna manera necesitan ayuda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que buena historia para que nos detengamos a analizar que hacemos con nuestra vida en favor de los demás.
ResponderEliminarQuería preguntarte Sor Cecilia si puedo compartirla en el blog de Pecas. Creo que cualquier docente de religión de los que pasan por allí encontraran con esta historia el tema perfecto para una clase.
Un abrazo.
¡Ay, sor Cecília! Qué dolor tan grande, es muy triste un niño que no tenga a nadie...
ResponderEliminarLo material es necesario, pero el Amor es el alimento para toda la vida.
Un abrazo fuerte desde mi Librillo.
Una historia maravillosa. A veces nos quejamos por nimiedades sin ver que otros tienen mayores problemas. Hay que mirar a nuestras espalda ya que con un simple gesto podemos minimizar los sufrimientos de las gentes.
ResponderEliminarUn abrazo desde España.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Cada vez que leo un relato referente al sufrimiento de esas criaturas,se me parte el alma.
ResponderEliminar¿Por qué la humanidad permite estas llagas sangrantes?
¿Acaso no estamos aquí para vivir en su Amor?
¿Es que nunca vamos a comprender que escandalizando a los niños, nos ahogamos en nuestro egoísmo?
No tengo palabras para denunciar estos crímenes cometidos con muchos millones de niños en el mundo.
Dios sabe, que doy mi vida por ellos.
Con mi tristeza por no hacer lo suficiente para apartar de mis queridos niños todo el lastre del pecado, te envio un fuerte abrazo en la esperanza y consuelo de la oración.
QUE FUERTE, QUE MENSAJE, QUE EGOISTAS SOMOS. UN ABRAZO
ResponderEliminarQue bien que él llevo el niño primero a comer. Me estoy acordando de una reporter/periodista de guerra que sacó fotos a un niño mientras el enemigo lo mataba a sangre fría y no lo socorrió solo se impotó en sacarle fotos.Más tarde le dieron un premio por esas fotos pero ella no lo fue buscar. Aun tenía pesadillas por el mal que había hecho. Eso se pasa mucho en la guerra.
ResponderEliminarComo está preciosa? Todavía en Argentina?
Besos y cariños mi Hermanita!
Flor
Todos, deberiamos hacer de cuándo en cuándo una cosa igual...no vale con que sean unos pocos los que lo hagan...todossss teniamos que hacerlo y sería un mundo mucho mejor.Millllll besitos madreeeee se la echa de menos!!!!!!!!!!!Espero que no esté demasiado agobiada y...este descansando algo!!!!:):):)
ResponderEliminarSiempre dejando su huella en cada historia y reportaje que nos enseña mi querida Sor Cecilia, un abrazo enorme con todo el corazón.... :**
ResponderEliminarMi estimada sor Cecilia.
ResponderEliminarCuánta enseñanza en este Post.
Y cuánta ternura nos trasmites siempre.
Gracias por permitirme ser tu amiga.
Besos grandes desde Valencia, Montserrat
No es un microrelato, ni un minicuento. Es la realidad. Hay muchos de niños en la calle pasando hambre y penurias. Mientras que los nuestros son incapaces muchas veces de valorar nada. La educación es desde pequeños. Es importante que empiecen a valorar la solidaridad y e compartir.
ResponderEliminarBss
Buen y triste relato, querida Sor. Es terrible que, en el siglo 21 exista la dura realidad de "Los niños de la calle"
ResponderEliminarUn abrazo fraterno, hermana. María
Muy bueno sor cecilia. Ojalá algún día, los hombre y mujeres que vivimos en este llamado "primer mundo", nos demos cuenta de que no estamos solos en este planeta, que aún existen otras gentes, cuyo "pan nuestro de cada día", no es el hecho con harina como el nuestro, sinó uno mucho mas cruel...El Hambre...
ResponderEliminarTal vez, despues de leer este micro-relato, la próxima vez que pasemos ante un necesitado que mendiga un triste trozo de pan, en vez de agachar la cabeza o mirar para otro lado, entendamos que lo necesita de verdad...
Gracias por compartir con todos nosotros sus letras, que de buen seguro, a mi...me ha hecho reflexionar.
Un abrazo.
Es un gran relato bastante fuerte,pero por desgracia de una aplastante realidad en muchos países, donde desde muy pequeños los niños son abandonados.
ResponderEliminarBuenas noches Sor
Bellísimo este micro relato. Y cuanto nos dice de la soledad y del amor de madre.
ResponderEliminarReciba mi mas sincera felicitación y un fuerte abrazo
Amiga sor Cecilia; desgraciadamente cuadros como este ya les vemos demasiado cerca.
ResponderEliminarAbrazos
Querida Sor, ojalá y todos obráramos como Mario, seguro que habría menos niños de la calle...
ResponderEliminarUno de los grandes problemas de nuestro mundo es lo terriblemente mal que está repartida la riqueza y lo poco que compartimos nuestros bienes para con los demás.
Vamos por la calle sin mirar, sin detenernos, sin pensar en los demás. Y la mayoría de las veces, cuando algún desamparado se nos acerca, rehuímos como si tuviera la peste.
Cuánto tenemos que aprender aún!! ¿Cuántas vidas nos ha de costar?
Un beso grande, por abrir nuestros ojos.
Es triste tener que vivir
ResponderEliminaren la calle con las dos hambres
caladas hasta las tripas,
la del mendrugo de pan
y la del amor de una madre.
Tu relato Sor Cecilia
es para reflexionar.
Un gran abrazo
todo es relativo en la vida, menos la verdad y el amor.
ResponderEliminarla verdad juega al escondite con nuestra mirada...pero el amor...el amor es la ventana por donde podemos mirarla.
un abrazo.
Entrañable y lleno de ternura,¡así como eres tú!
ResponderEliminarBesos y mi cariño siempre
andré.
Sor Cecilia como siempre es una gentileza pasar por sus blog.
ResponderEliminarSaludos desde Abstracción texto y Reflexión
Mi querida Sor Cecilia, por desgracia es una realidad.
ResponderEliminarUn beso, buen día y que Dios la bendiga
Tremendas las cosas que pasan y solamente vemos las personas comunes y no los gobirnos. Da mucha pena.
ResponderEliminarLa caridad siempre nos deja un buen sabor en la boca.¡Gracias por el relato!Cariños
ResponderEliminarEmotivo y precioso relato que muestra la injusticia de la vida para quien todavía no ha empezado a vivir.
ResponderEliminarA veces Sor, se me nubla la vista cuando la leo.
Mi abrazo desde Madrid.
Estas cosas son muy penosas y sin embargo las vemos por aqui a diario.abrazo amiga.
ResponderEliminarQuerida Sor Cecilia,que dolor!Me duele ver los niños tan desprotegidos,sé que tienen un ángel que los cuida,pero deberíamos tener con ellos tanta delicadeza y amor!Los amo y son ellos los amados del Señor.Hay que cuidarlos!
ResponderEliminarUn abrazo en Cristo y María,hasta pronto.
aun recuerdo en Buenos Aires la pobreza me lastima
ResponderEliminarmaravilloso tu texto Abrazos
Hola Sor Cecilia...muy buena historia y muy bien contada. La verdad, me emocionó hasta las lágrimas...¡Cuánto hace falta una madre!
ResponderEliminarHa sido un placer leerle, reciba un fuerte abrazo y muchas bendiciones.
¡Hola Cecilia! Me encanta que escribas relatos. Éste te vino de la vida misma y no de la ficción. Una postal bien cordobesa en palabra e imagen. Un abrazo muy perfumado para ti.
ResponderEliminarUma linda postagem querida irmã Cecilia, boa quarta feira, fica com Deus. Beijinhos!!
ResponderEliminarAmigos, mañana continuo visitándolos,
ResponderEliminarGracias
Con ternura
Sor.Cecilia
Sin dudas la vida nos sorprende a cada paso que damos...pero nunca andamos por desfortuna con los ojos muy abiertos para ver realmente el dolor que camina a nuestro lado, muchas veces pasamos de largo...
ResponderEliminarLos niños de la calle , algo que por desgracia nunca se termina de ver.
Al menos hay una persona que toma un realidad para un reportaje...porque la realidad en las calles, es mas cruenta que una ficción.
Saludos cordiales!
Es tan triste ver todos los días en cuanto salimos de casa que hay tantos niños que no tienen amor, ni comida, ni protección... Que me parte el alma y me llena de impotencia, pues son problemas que así dejemos la vida en eso, ni se nota pues son más quienes están así que quienes tienen la voluntad de apoyar. No nos vayamos muy lejos... analiza los comentarios, hasta bellísimo lo ven algunos. El hambre. la vulnerabilidad y el desamparo, ¿cuándo puede ser bellísimo relato? También hay quienes viven en países de primer mundo y no se enteran que allí también existen las grandes diferencias y marginaciones. En USA existen sitios verdaderamente infernales, que nadie pudiera imaginar que existan en el más poderoso de los países, que no me ha tocado vivir en mi país "emergente". Pero es que hay tanta gente que cuando ve las cosas cierra los ojos o el cerebro, porque es preferible la indiferencia que una poca de conmiseración. Yo siento mucha frustración, a veces me imagino a un Dios con impotencia de tanto que lo defraudamos.
ResponderEliminarBesos.
Con parecida temática se ven bastantes ahora.
ResponderEliminarUn abrazo Sor Cecilia..
¡Qué cruel,humano, desgarrador y a la vez aleccionador relato! Seguimos aprendiendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Calderón de la Barca, en unos versos de "La vida es sueño" explica muy bien cómo es la visión personal de los padecimientos humanos. Todos creemos que lo más gordo es aquello que nos sucede:
ResponderEliminar"Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó."
En cierta ocasión, viajando en el autobús (colectivo en otras latitudes), al ver una señora que camino ayudado con una muleta me preguntó: "La pierna, ¿verdad?" No señora, le dije, la columna. "Yo sí que estoy mal de la columna; me ha dicho el médico que me opere, pero yo no me opero". A lo que le respondí: a mí ya me operaron cuatro veces.
Siempre caemos en la tentación de pensar que lo peor es lo que me sucede a mí. Eso nos pasa por mirarnos demasiado al ombligo.
Toda mi ternura y afecto.
Hola Sor Cecilia, tus relatos erizan la piel, sobre todo cuando se refieren a niños y que es la cruda realidad;gracias por tus palabras para mi madre,ella esta malita y le reconforta todo esto.Mil besos.
ResponderEliminarUna entrada en este micro relato muy real, cuantas veces pasamos al frente de circunstancias parecidas y no hacemos nada.
ResponderEliminarPor eso lo poco que podamos hacer siempre hace una gran diferencia.
Mi cariño y admiración.
Resulta durísimo ver como el hambre asola un tercio del planeta y no hacemos nada para evitarlo.
ResponderEliminarNos hemos vuelto tan insensibles y estamos tan acostumbrados a esas imágenes que sólo nos afectan en el instante en que las vemos y las olvidamos al instante siguiente.
Es demencial que sigan muriendo personas de hambre, niños y mayores, en el planeta entero y que el resto siga con su vida como si no fuese con ellos para nada.
No tenemos conciencia.
Un beso.
Hasta qué punto puede doler la falta de amor, para que deseamos tenerlo por un instante a cambio de morir después.
ResponderEliminarUna historia que hace pensar y duele.
Un beso grande.
Los más necesitados a veces no son los que están fuera de nuestro alcance, allí donde es difícil llegar, sino a nuestro lado, en ese niño que pasa por nuestro lado mirando al suelo y con los ojos llenos de vacío, en esa madre que se cruza con nosotros en el paso de cebra que no sabe cómo dar de comer a sus tres hijos, en ese hombre que mira al cielo mientras piensa cómo llegar a fin de mes, en esos ancianos que, con su escasa pensión, no saben cómo sacar a delante a sus dos hijos y su nuera en paro y a su nietecito. A veces estamos ciegos y miramos sin ver.
ResponderEliminarUn beso
La falta de afecto humano es una de las más indeseables carencias que una persona puede sufrir.
ResponderEliminarUn saludo hermana.
Una triste realidad, la que nos compartes hoy.
ResponderEliminarEs muy duro que en pleno siglo 21 pasen estas terrible y lamentable penurias.
Un abrazo.
Gracias por estar a mi lado.
Que Dios la bendiga.
Hola Sor Cecilia, después de mis largas vacaciones, vuelvo a reencontrarla y es todo un regalo para el alma.
ResponderEliminarLos niños, que deberían ser la esperanza del futuro, en medio mundo están desprotegidos. No sé que se ha hecho con el mensaje y las palabras de Jesús de Nazaret, cuándo decía...
¡Dejad que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el reino de los cielos...!
Un abrazo, con semillas de esperanzas.
Hola querida Sor Cecilia, muy bonito el relato, triste, muy triste por su realidad, pero muy bien narrado,
ResponderEliminarojala en un futuro solo seán en relatos y no en la realidad.
Un abrazo grandote, con cariño, Lola.
Muy triste y cúanta verdad hay en su relato querida Sor Cecilia!
ResponderEliminarReciba un cariñoso abrazo!
Un relato para pensar. Solo es un relato pero es una cruda realidad.
ResponderEliminarGracias Sor Cecilia.
Un cariñoso abrazo.
OI SOR CECÍLIA!
ResponderEliminarLENDO TEU TEXTO FIQUEI A PENSAR NAS CRIANÇAS ABANDONADAS, SOLTAS NAS RUAS, COMO CÃES SEM DONO,MAS, ME DOU CONTA QUE ACONTECE PELO MUNDO AFORA E NÃO SE FAZ NADA A RESPEITO.
QUE ADULTOS SERÃO?
ABRÇS AMIGA.
zilanicelia.blogspot.com.br/
Click AQUI
Y bien lo sabes, querida hermanita, que a ese niño, al igual que a las avecillas del cielo, nada le faltará, pues aquel que alimenta a cada ser del cósmos y que los bendice con su amor, tampoco le abandonará a el ni a nadie, ello es imposible...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
En unos minutos habrá un nuevo post en mi blog, querida hermana, y como siempre, me hará muy feliz ver sus comentarios...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
Dulce amiga, me gusta el relato y también me gustan los comentarios que te dejan. De ambos aprendo. Gracias por publicar.
ResponderEliminarMario estaba cerca, lástima que no vino a casa con el niño.
Besitosssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
Hola Sor Cecilia!
ResponderEliminarEste texto es (o debería serlo) para quienes se preocupan solamente por su realidad, sin darse cuenta que hay gente que está en peores condiciones...
Un beso grande!
RoB
Es triste pero es la realidad que vivimos...existen tantos niños en la calle, existe tanta hambre en el mundo, hambre de comida y hambre de AMOR.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo Sor Ternura...Dios te bendiga siempre
Sor Cecilia, es un relato de una gran sensibilidad pero sobre todo nos incita a reflexionar. A observar el mundo desde una óptica más cercana y a comprender la dureza de la vida de muchos niños del mundo y la injusticia social que los desampara, margina y olvida. Este relato pone voz al silencio e imagen a una realidad que bajo ningún concepto debemos permitir que se vuelva cotidiana.
ResponderEliminarGracias por este texto emotivo que pone luz sobre una herida abierta, los niños y la pobreza.
Un abrazo grande
Una bella storia...ma triste. Vorrei che queste cose non accadessero più!! un abbraccio...ciao
ResponderEliminarSor Cecilia. Son relatos lamentablemente reales... nesitamos concienciarnos.
ResponderEliminarUn besino.
Goriot.
hola cecilia,una historia estremecedora que lamantablemnte ocurre tambien en muchos otros paises,ojala sean cada dia menos niños en las calles y todos tengan la oportunidad de asistir a un colegio publico,a tener un hogar,a poder tener un plato de comida.
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo amiga y muy feliz jueves!!!!!
Precioso relato querida amiga, el amor de una madre es tan grande que sana todas las heridas, aún la del hambre. Nada más maravilloso que ser amado, eso brinda seguridad infinita. Muy bello y conmovedor. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Sor Cecilia, los que tenemos hogar y comida jamas hubiéramos tenido una respuesta tan sabia
ResponderEliminarUn abrazo
Amiga querida! Passando pra agradecer o carinho e desejar um abençoado e feliz final de semana! Obrigada pelo carinho e pelos comentários sempre tão gentis!
ResponderEliminarAbraço carinhoso!
Elaine Averbuch Neves
http://elaine-dedentroprafora.blogspot.com.br/
Un relato más en busca del lado bueno de la gente...intentado que no olvidemos la generosidad y los valores. Un beso, hermana, con todo cariño.
ResponderEliminarHermoso.
ResponderEliminarUna gran prueba de amor superada.
Gracias.
Un fuerte abrazo.
Hola Bendita Sor Ceci !!! gracias por su relato, es conmovedor ! Nuestros niños !
ResponderEliminartan hermosos y tantos estàn tan desvalidos !
sin hogar, sin amor ....
Ojalà todos los niños encuentren a un buen pròjimo como este de la historia !!!
Bendita ! Bendita seas Mi Dulce Ternura !
te re quiero con todo mi corazòn !!
Gracias por siempre !!!
Paz y Bien * ♥ ♥ ♥
Gracias por este relato Sor Cecilia, porque me enseña y abre mi corazón. Es precioso y una gran lección. Dios le bendiga. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
HOLA QUERIDA SOR CECILIA
ResponderEliminarLOS NIÑOS ESTAN EN LA CALLE Y CADA VEZ SON MÁS Y SUFREN AUNQUE NO PAREZCA, ESO LO DEMUESTRA TU RELATO. MUY REAL Y EMOTIVO.
UN BESO GRANDE AMIGA.
TODO MI CARIÑO SIEMPRE
Sor Cecilia, sempre nos deixas palavras e relatos de reflexão e ensinamento para todos nós, bem haja.
ResponderEliminarUm forte abraço
com ternura
cecilia
Felicitaciones hermana por este grán relato
ResponderEliminarMe alegro de ver que siempre está presente...Besos Victoria
Porque el amor lo puede todo,Sor Cecilia.
ResponderEliminarBesos de luz.
Cierra con llave el porche de la negatividad
Y abre las puertas al amor y la positividad.
Te deseo con todas mis fuerzas
Un esplendido fin de semana
Siendo un referente para el recuerdo.
Atentamente
María Del Carmen
Hola, Sor Cecilia:
ResponderEliminarNo hay nada es éste mundo que pueda equipararse al amor de una Madre... Es mejor hambre con amor que manjares con dolor.
Un abrazo, muchas gracias por visitarme.
Me voy con lágrimas en los ojos. Yo tengo la suerte de tener madre pero desgraciadamente muchos sufren de por vida su pérdida y su ausencia. La mía suele decir: "quien tiene madre y se queja, no debe escucharle nadie, que no hay pena sin consuelo para aquel que tiene madre". Un abrazo
ResponderEliminarEs importante encontrate a alguioen en el camino y que ese alguien te vea, en la invisibilidad con que te viste la calle.
ResponderEliminar¡Gracias!
Muy querida Sor Cecilia.
ResponderEliminarMe encanto este tan humano relato.
Me parece que el final es maravilloso y practico.
Le dejo un abrazo grande!!
Gran relato Sor Cecillia, gracias por compartirlo,eres genial.Un beso y que tengas un excelente fin de semana.
ResponderEliminarHola Sor Cecilia, gracias por tu interés sobre mi bienestar, estoy un poco desanimada por haberme quedado sin trabajo, espero seguir con mi blog en breve, pero todavía no estoy lista. Besos y otra vez gracias de corazón.
ResponderEliminarMi querida Cecilia...¿sabes?cuando te veo en mi rincón se me abre el alma de alegría ,¡¡Dios mio está bien!!me digo,yo estoy enganchada sólo a los enfermos que a veces pienso en como estas tú y que haces,...pero veo que sigues escribiendo,este relato micro de hoy es muy triste pero bello ...aquí ,España está perdida ,da pena y verguenza a lo que hemos llegado ,los comedores para gente que no tiene ni que comer llenos ,yo eso no lo he conocido en nuestra Nación,lo veias en la tele de la guerra y ni lo creias ,pues Ceci España está en la miseria,los pobres por las calles tirados pidiendo pero nadie da porque nadie tiene.
ResponderEliminarGracias por tus cariñosas palabras ,tu recuerdo es como el de los seres queridos que los amas más aun cuando yas no estan, cuidate y no me olvides,se que no me olvidas,lo se
Desde tu rincón mi cariño y reza por mi que a ti Dios te oye
besossssssssssssssssssss
Marina
¡¡Zuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuups!!
ResponderEliminar¡¡Oh... que lindo este tu relato corto, tan crudo y real!!
Me has hecho hecho llorar mi dulce ángel Sor Cecilia, no puedo soportar el dolor de un niño y menos que tengan que pasar hambre. ¡¡NO LO ENTIENDO!! Cuanta riqueza desperdiciada hay por el mundo, con lo fácil que seria a los que les sobra hasta por las orejas, repartir un poco para evitar estas injusticias. No se si será una utopía bonita, pero sueño con un mundo en el que no existan niños abandonados y menos pasando hambre.
Un beso muy fuerte querida amiga Sor Cecilia, de esta brujita amiga MORIMÓ.
Un gran reportaje estimada Sor Cecilia. Usted es una poeta y escritora que adorna nuestra lista de socios. Este reportaje tiene el valor de conmover y conscientizar. Saludos cordiales.
ResponderEliminarQue emocionante história querida Sor Cecilia...es muy triste, dolorosa pero la pura realidad. Hermosa reflexion, gracias por compartir.
ResponderEliminarUn abrazo lleno de carino y Dios la bendiga!
Que relato más veridico triste y real...
ResponderEliminarQue mal repartido está el mundo y que mal nos sentimos las personas cuando vemos esas imagenes tan desgarradoras, personalmente me siento impotente yo pregunto ¿y los gobiernos?...como permiten que sus propios ciudadanos sufran de esa manera.
Feliz domingo Sor Cecilia, abrazos Pilar.
¡Qué triste Sor Cecilia!
ResponderEliminarque pena que sea tan real en nuestros días, ningún niño debería sufrir hambre y miseria, ya tendrá tiempo cuando sea mayor.
Besos con el corazón desde Barcelona
El amor de una madre es irreemplazable. Un abrazo.
ResponderEliminarEs precisamente por esos niños que debemos seguir, debemos insistir en el amor, en la justicia,aunque la sintamos lejana en un mundo cada día más indiferentes, pero no olvidar nunca que DIOS ES AMOR.
ResponderEliminarGracias por estar presente en mi casita, gracias por tu apoyo a nuestra Morgana en sus momentos de dolor.
Abrazos muchos y una linda semana por comenzar.
Cuídate mucho y aquí te dejo un video que sé te impactará.
Creo al final no te dejé el enlace del video, ando cada día más loca, Diosss.
ResponderEliminarPor la dudas, aquí lo pongo.
http://youtu.be/NhqSiWJYHIk
Linda história querida!
ResponderEliminarCheia de emoção e lição!!
Boa semana Sor Cecília!
Lindo relato , que da para reflexionar....
ResponderEliminarcomo siempre tan edificante, Gracias Sor Cecilia!!!
un petó
Sin duda, un mensaje alentador a tener en cuenta y llevar siempre en el corazón...
ResponderEliminarComo siempre, nos haces reflexionar
MUCHOS PAISES SUFREN ESTE TRISTE PROBLEMA.
ResponderEliminarSON LOS QUE MANDAN EN LOS PAISES LOS QUE LES INTERESA ESA PROLIFERACION DE PERSONAS DE LA CALLE ,SI ESTOY SEGURA QUE SI QUIEREN LO SOLUCIONAN.
UN SALUDO Y ESPERO TENER MAS TIEMPO PARA CONTAR MAS COSAS.
ESTE VERANO PERDI A DOS DE MIS DOMINICAS ....
LA HERMANA ELENA DE (NAVIA) Y LA HERMANA ANA MARIA DE (MONTEVIDEO)
LO SENTI MUCHISIMO SE ME TERMINAN MIS HERMANAS.......
Muy bonito y enriquecedor relato.
ResponderEliminarEn un día como este que me siento un poco triste, me sirvió de mucha ayuda querida amiga.
Espero poder seguir disfrutando de estos momentos.
Abrazos desde
LAS COSITAS DE EL RINCON DE DOLORES
Gracias Sor Cecilia por su relato, es una triste realidad que se puede ver en muchos países, niños abandonados o huérfanos de las crueles guerras y otro muriendo de hambre, la mayoría de las veces a causa de los hombres que propician esa guerras.
ResponderEliminarUn abrazo
Conchi
Estas imágenes de niños las tengo muy presente en mis viajes, ya de tan pequeños están pidiendo y espabilados al mismo tiempo para enredarte y sacarte algunas monedas.
ResponderEliminarTriste realidad de la que se encuentra en lo cotidiano.
Un abrazo