Seguidores

sábado, 14 de noviembre de 2009

ORACIÓN DEL CAÍDO





¿ Y por qué no pensar...?


Cuando yo caigo Señor mío en mis debilidades, no una sino muchas veces...si tú me miras como te miró y miraste a la Verónica, yo me levantaré porque tú mismo me habrás enjugado toda mi alma de mis pecados y me darás fuerzas, no sólo para levantarme cuando me caiga, me darás además misericordia y delicada finura de caridad para comprender los errores de mis hermanos y saberles mirar como tú Señor nos miras siempre.




Que mis caídas Señor, sean fuente de esperanza, que se transformen en escaleras para llegar hasta ti, ayudada por tu misericordia sepa ver la hermosura que pones cada día ante mis ojos, a veces cansados.




Mi esperanza Señor mío, no es del que se siente abaído por haber caído, sino de aquel que después de haber caído, es digno de esperar ser comprendido y amado.

1 comentario:

  1. Benvoguda Ceci:

    Me desconcierta un poco la pregunta inicial de "¿Y por qué no pensar...?"

    Es posible que te refieras a "por qué no pensar... que el Salvador nos puede rescatar?

    Pero mira; siempre que me he sentido caído, profundamente abatido... no recuerdo si pensé o si ideé un plan, una salida.
    Sí recuerdo el dolor, la amargura, la desesperación y, sobre todo, lo más dañino de la caída: la soledad
    Y que, sin pensar, como un bendito don, salía de mi boca, de mi alma, una súplica, una oración
    Y sentía que mi alma primero se arrodillaba y finalmente se volvia a levantar, apoyándose en El, abrazandose a El, deseando no separarme de El... aunque sólo fuese por ese momento

    ResponderEliminar