Hola amigos:
De vuelta con ustedes, ya hemos empezado el
otoño en España, cuando hay primavera en otros países.
Hoy les dejo mi pesar escrito.
ME DUELE...
Cuando veo los bosques arder, se me oprime
el alma de tal forma, que se ahoga dentro de mí dos sentimientos; un
inmenso dolor, de esos que no sabes cómo calmar, pues las
lágrimas tienen una herida que duele y otro, indignación hasta rabiar, contra
la maldad humana.
Se cierne en el cielo que era azul, una negra
sombra que cubre lo que fue bello de contemplar y no puedo más que llorar
amargamente, que me quiten lo que Dios con tanto amor creó.
Por un instante cierro los ojos del alma y
del cuerpo, como una negación de la realidad.
Después, ya más serena oro para que el hombre sea consciente de su atrocidad y en medio de los montes asolados y sus animales calcinados, no puedo ver cómo escribir palabras bellas, las que la naturaleza suele inspirarme para escribir un bello poema.
Después, ya más serena oro para que el hombre sea consciente de su atrocidad y en medio de los montes asolados y sus animales calcinados, no puedo ver cómo escribir palabras bellas, las que la naturaleza suele inspirarme para escribir un bello poema.
¿Pues cómo escribir mi poesía dónde no hay
belleza? Y pienso… ¿Dejará de amarnos Dios por nuestros malos actos? Y me
contesto ¡No, nunca! Pues si Dios nunca nos deja de amar, yo tampoco dejaré de
escribir poesía aunque la belleza se borre de la faz de la tierra.
Desde mi sencillo blog, agradezco a esos
hombres que se dedican con riesgo de sus vidas, a apagar los fuegos de nuestra
tierra.
LES DEJO UN BESO DE TERNURA
FELIZ SEMANA