Seguidores

sábado, 30 de enero de 2010

LA BARCA






La lectura del evangelio de hoy sábado de San Marcos 4,35-40,nos puede llevar a hacer una meditación tranquila de los porqués de los fracasos en muchos aspectos de nuestra vida espiritual, y personal ,a veces mal encauzada y poco profunda debido a diveras circunstancias que nos llevan a llevar una vida de stress por el trabajo y quizás por un amor desafortunado en en seno de la familia.

Busquénos ante los problemas un instante de serenidad, pararse y quedarse como vacío para responder con aplamo, sereno y consciente que hay que buscar una solución, pero no alocadamente como el ejemplo los discípulos de Jesús , que buscaron la solución más rápida y por ello Jesús les recrimina su falta de fe y máxime con una cierta desfachatez al decirle: Maestro¿No te importa que nos hundamos?

Y nuestro Dios sigue dándonos lecciones de amor.


¿Vamos nosotros a embarcarnos sin fe en el seno de la Iglesia?




Entre olas encrespadas,
navegaba angustiada la Barca
la empujaban los vientos,
la zarandeaban las aguas.
Sin manos estaban los remos
y sin remedio las velas rasgadas.

Los hombres llenos de espanto
acudieron presto a despertar a su Amo,
éste dormía reclinado, ausente de todo daño.
Levantose como Señor y a su voz todo quedose aquietado,
la Iglesia llega a su puerto Santo,
aunque mal herida, de su llaga todos nos sanamos.

Y el Señor les dijo«Por qué sois tan cobardes?
aún no tenéis fe?, se quedaron espantados,
y se decían unos a otros« ¿ Pero quién es este?
¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»
Y seguimos preguntándonos ¿ por qué Dios duerme?

viernes, 29 de enero de 2010

DIOS Y LA LÁMPARA DE ALADINO




Penetrando el amor en Dios,
este no queda en obra acabado,
aún no han llegado los fríos
que alma medio desnuda, está temblando.

Le sucumben los miedos y la hunden las dudas
y no halla calentura, ni en las brasas ni el la llama,
pues son tantísimas sus amarguras,
que sino se remedia, se siente muy desamparada.

A Dios acude con sus miras en conveniencia
y no se acuerda más que en pedir a su antojo,
con quejas desafiantes y enalteciendo su desgracia
dejando en poco, los sufrimientos del prójimo.

¡Hombre! ¿Dónde se quedaron tus virtudes humanas?
no las entendió ni practicó tu mente y ahora… ¿.lloras por cosas tan vanas?
¿más quieres conmover el corazón de Dios urgentemente?

Dios no se ha vuelto sordo, ¿verdad?
no ves que escuche tus lamentaciones.
¡Pero hombre! Dios no escucha con exigencias ni por temeridad.
Sabes…no está sordo ¡no! simplemente te da lecciones.
Dios no es la lámpara de Aladino,
así que… por pedir que solucione los problemas,
no lo va a hacer porque ve que él solo da lo convenido que es simplemente darte fortaleza para asumir tu libertad.
y ver que todo cuanto nos quita de contento
simplemente son remedios.


Y en entender que su quitar,
Dios nos enseña cómo saber andar,
así mismo cuando nos quiere dar
entendamos que es su voluntad.


En lugar de quejas ¡Pon alabanza!
haz tu petición humilde con amor,
en los miedos y dudas, pon fe y esperanza,
y así el Esposo te escuchará, él que es tu Señor.


Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

jueves, 28 de enero de 2010

EL VALOR DE UNA MISA




Hace muchos años, en la ciudad de Luxemburgo, un capitán forestal se entretenía en una animada conversación con un carnicero cuando una señora ya mayor entró a la carnicería. Ella le explicó al carnicero que necesitaba un pedazo de carne, pero que no tenía dinero para pagarlo.
Mientras tanto el capitán encontró la conversación entre los dos muy entretenida. «Un pedazo de carne, pero ¿Cuánto va a pagar por eso?»
La señora le respondió: «Perdóneme no tengo nada de dinero, pero iré a Misa por usted y rezaré por sus intenciones»

El carnicero y el capitán eran muy buenos hombres, pero indiferentes a la religión, y empezaron a burlar de la respuesta de la mujer.
«Está bien-dijo el carnicero-, entonces usted va a ir a Misa por mí y cuando regrese le daré tanta carne como pese la Misa».
La mujer se fue a la Misa y regresó. Cuando el carnicero la vio de vuelta, cogió un pedazo de papel y anotó la frase«ella fue a Misa por ti», y lo puso en uno en uno de los platos de la balanza, y en el otro plato colocó un pequeño hueso. Nada sucedió e inmediatamente cambió el hueso por un pedazo de carne. El pedazo de papel pesó más.

Los dos hombres comenzaron a avergonzarse de lo sucedido, pero continuaron. Colocaron un gran pedazo de carne en uno de los platos de la balanza, pero el papel siguió pesando más.
Entre tanto en desesperación, el carnicero revisó la balanza, pero todo estaba perfecto estado. « ¿Qué es lo que quiere, buena mujer, es necesario que le dé una pierna entera de cerdo?», preguntó. Mientras hablaba colocó una pierna entera de carne de cerdo en la balanza pero el papel seguía pesando más. Luego un pedazo más grande fue puesto en el plato., pero el papel siguió pesando más. Fue tal la impresión que se llevó el carnicero, que se convirtió en ese mismo instante y le prometió a la mujer que todos los días le daría carne sin costo alguno.
El capitán dejó la carnicería completamente trasformado y se convirtió en un fiel asistente de las Misas todos los días. Dos de sus hijos se convertirían más tarde en sacerdotes, uno de ellos jesuita y el otro del Sagrado Corazón: El capitán los educó de acuerdo a su propia experiencia de fe. Luego advirtió a sus dos hijos que «Deberían celebrar Misa todos los días correctamente y que nunca deberán dejar el sacrificio de la Misa por algo personal»
El Padre Estanislao, quien me contó todos los hechos, acabó diciéndome:«Yo soy el sacerdote del Sagrado Corazón, y el capitán era mi padre»


( DE LA REVISTA"Sol de Fátima", núm.214

miércoles, 27 de enero de 2010

«TE CONSAGRÉ PROFETA DEL AMOR»


El aforismo «La caridad bien entendida comienza por uno mismo» puede incluir la justa advertencia a evitar la dispersión en perjuicio del cumplimiento de los propios deberes, o bien puede ser una declaración desenfadada del egoísmo más sutil.
Como es conocido, el corazón del hombre puede salir miel o hiel.

Pero más que detenernos en la negatividad de la hiel, deseo destacar de las lecturas de este cuarto domingo del T.O, tres contenidos determinantes de ser seguidores de Cristo.
La primera la hallamos en la lectura del libro del profeta Jeremías.
«Antes de formarte en el vientre, te escogí, antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles»
Y eso que Dios hizo con Jeremías, transformó toda su vida. El recuerdo le fortalece, cuando el fracaso y la oposición lo debilitan.

Y podemos aplicarnos a nosotros la experiencia de Dios que tuvo Jeremías, cuando reconoce que Yahvé puso sus palabras en su boca y tendrá que pasar toda clase de persecuciones y a pesar de todo ello, exclama como alma enamorada de su Dios:«Me has seducido, Yahvé y me dejé seducir» (20,7).
Nos hemos dejado seducir los seguidores de Cristo para poder anunciar su salvación como proclama el salmo responsorial 70. ¿No es cierto que podemos cantar con el salmista? «Mi boca cantará tu auxilio y todo el día tu salvación ¡Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas»

El segundo contenido es junto con el evangelio, la estrella de todas las lecturas.
El Himno al amor. ¿Podemos ser profetas sin tener amor sin habernos enfrentado a nuestro ego en primer término y a los que no están a favor de nuestros pensamientos?
Pues antes de que concluya el tiempo de predicar, de hablar lenguas, de saber, hagamos un esfuerzo para que nuestro amor sea servicial, sencillo, humilde, amable, apacible, sereno y que nos haga gozar de la felicidad de los demás y de estar a su lado en las contrariedades de la vida y sobre todo y primordial« Un amor alegre porque sabe que vive en la Verdad »

Nos habla San Pablo de nuestra inmadurez, por esa razón somos caminantes y en el camino nos caemos muchas veces, pero nuestro Dios que sabe como es nuestro corazón si le miramos con humildad, él que es Padre nos dará la mano y volveremos a andar por sus sendas hasta que lleguemos a la madurez, que es ver a Dios o como yo prefiero expresar más que ver, estaremos en él, ya que entiendo que para mí…verlo me sabría a poco, quiero estar más, mucho más cerca y sin dejar de ser yo, estar en la TRINIDAD, ¿ a caso dos enamorados se conformarían sólo en verse?
Y para conocer a Dios necesitamos fortalecer, Fe, la Esperanza y la Caridad y destaca como lo más grande «El amor»

El tercer aspecto que deseo comentar lo hallamos en el evangelio de Lucas 4,21-30
.
La Palabra que escuchamos nos convierte en auténticos profetas con una misión de gracia para todos los sencillos de corazón. A ejemplo de Cristo, el profetismo cristiano nos llevará a seguir a Jesús hasta la muerte.
Le piden milagros tanto los que lo admiraban como los que lo odiaban, pero ¿a qué fin hacer prodigios donde no hay fe? y Jesús una vez más se atreve a enfrentarse a las estúpidas intenciones de los fariseos. Y les recuerda...« Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra», pero aunque no seamos bien venidos en nuestra tierra, tengamos presente que Aquí estamos de paso, aunque nos duela que no nos escuchen, y como tenemos el ejemplo de Jesús, pues…no lo pensemos y no callemos en anunciar la Buena Noticia, quieran o no quieran escucharnos, ya que ignoramos a qué corazón puede abrir una palabra de Amor. Porque el amor hace posible y da valor a todas las cosas.

LA NATURALEZA ES LA RECREACIÓN DE DIOS





Monasterio de Santa Catalina de Siena
(Paterna) Valencia
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P


Admirad, como se visten los campos en la primavera, a todo color con cientos y cientos especies de hierbas y flores silvestres.
Admirad, como se pueblan los bosques de espesos árboles atrapados por enredaderas compartiendo la tierra con matorrales y arbustos.
Admirad, como maman las aguas de los ríos y fuentes, que en abandono nadan peces, reptiles, gusanería y todo tipo de animales que viven en sus caudales y lechos.


Admirad, como trabajan los insectos, que con su presencia decoran con armonía caprichosa cielo y tierra, ¿a caso no es una maravilla ver volar y posarse una mariposa Reina?
Admirad, como nos quieren nuestros animales domésticos, que trabajan para nosotros, siendo files guardianes de nuestras posesiones y a pesar de tantos usos y abusos como comete el hombre contra ellos, vemos como nos son fieles hasta dar su vida.
Admirad, la libertad de las aves, que con su vuelo y cantar nos dan la paz, esa paz que en su similitud los hombres nos aferramos cuando el alma se entrega a la libertad de no poseer más morada que la reposar en el amor, y cantar con alegría la libertad de no ser esclavo de nuestras debilidades.


Levantad los ojos al firmamento y admirar…su luz y su obscuridad, que con su inmensidad y belleza, definen el día y la noche sin errar.
Admirad, con qué fuerza sopla el viento, con qué rizos adorna el mar sus olas y cómo atrae o disipa las nubes.
Admirad, cómo cae la lluvia, que bendice nuestros campos con prometedoras cosechas y pinta la tierra de variedad de colores al brotar la hierba verde y olorosa.
Admirad, cómo caen los copos de nieve y se posan en la tierra como un manto de seda y con qué sabiduría retienen el agua para cederla más tarde para cuando se precisa fecundar la tierra.
Admirar, cómo se presenta cada estación, con qué inteligencia se suceden una a la otra y con que hermosura nacen y mueren dando nueva vida.


Admirad, cómo se engarzan las montañas hacia el cielo, con qué majestuosidad dividen la tierra en valles, regiones y naciones.
Admirad, con qué celo guarda en sus entrañas la tierra toda clase de riquezas: agua, fuego, oro, plata, piedras preciosas etc. ¡cuanta belleza y energía oculta!

¿Y pues, cómo osa el hombre pasar por natural, lógico y efímeramente la existencia de la naturaleza, cómo no preguntarse cómo se creó sin justificar su incredulidad, sino hay ciencia humana razonable para explicar el misterio de la vida, por más recursos y esfuerzos que se empleen en intentar descubrirlo? Por lo tanto, para el hombre sólo le queda la tentativa, que tanta maravilla, que tanta perfección sólo puede ser creada por un ser supremo llamado Dios. Y entonces ¿Por qué el hombre ofrece tanta resistencia en admitir que Dios existe y si realmente cree que existe por qué no se esmera en adquirir su conocimiento y su presencia en todo lo creado? ¿Por vanidad, por dejadez espiritual, por falta de ideales trascendentes, por deformación de su ética-moral, por un mundo materialista que ahoga hoy por hoy todo proyecto de presente y futuro espiritual?
Pero si bien el hombre sabe admirar la belleza de la naturaleza, la belleza y perfección del su propio cuerpo; no sabe amarla ni respetarla, ya que quiere ignorar que le fue dada para disfrutarla como un gran bien dado por Dios y que manifiesta el resplandor de la gloria de su creador, siendo la epifanía tangible del amor de Dios por el hombre.
Pero no nos basta con admirarla, la admiración se disipa cuando no formamos parte activa y coordinada de ella misma. Al no cuidarla, amarla individual y colectivamente, despreciamos la voluntad de su creador.


Además de cuidarla y amarla, debemos protegerla de las agresiones que sufre continuamente por un desarrollo tecnológico abrasivo y lucrativo consentido por casi todas las naciones en más o menos medida de participación en aprovecharse de lo que no les pertenece. Hay que defenderla si realmente los hombres nos amamos, ya que todos vivimos de nuestro ecosistema, cielo y tierra. Y amarla, significa que conocemos al que la creó, admiremos con amor la madre naturaleza, respetemos tú y yo ese patrimonio divino y no peligrará la posibilidad de su destrucción, porque yo sé, que si tú la amas, no osaré dañarla por amor y respeto hacia ti, y más tarde podremos hacer comprender a los demás que la amamos y protegemos por amor a Dios.
Amemos pues con exquisitez todo lo que Dios nos ha regalado y él nos amará con desmesurada exquisitud.




lunes, 25 de enero de 2010

LA OBEDIENCIA «QUIERO SER LA ESPOSA DE XTO»




DEDICO A MI COMENTARISTA «ANÓNIMO»LOS ARTÍCULOS
«QUIERO SER LA ESPOSA DE CRISTO».
NO SE PIERDA NINGUNA VOCACIÓN
«Déjese seducir por Dios»




La libertad sólo se puede entender bajo la gracia. Somos hijos de Dios y eso nos produce un gran gozo. Saberse libre, es propio de que sabe amar sin límites. Esa libertad tiene una peculiaridad, y es que si no sabemos amarnos a nosotros mismos con amor reverencial, difícilmente sabremos amar a nuestras Hnas y mucho menos a Dios. Cuando yo me enfado, me estoy hiriendo a mi misma, no me amo y hago daño a los demás. Por eso hemos de intentar ser alumnas muy aventajadas en saber dominar nuestro malos humores, nos ayudará a vencer si pensamos que nada y nada menos estamos habitadas por la Trinidad, ello nos permitirá que podamos alimentarnos más veces del mismo alimento del Señor. «Ser la voluntad del Padre que es amor».

Darse, es el voto de obediencia de aquel que escucha en la fe la voluntad del Señor, darse comporta construir «Unidad» y nuestra obediencia será tan libre tanto en cuanto no estemos aferrados a nuestros criterios y no escuchemos las divergencias a nuestros pareceres. ¿Y cómo se construye la unidad?, la clave de la unidad no consiste meramente en obedecer sino más bien en aprender a compartir lo que nuestros superiores nos proponen, entonces, mediante el diálogo y el respeto podremos llegar a un entendimiento que nos hará ser felices con aquello que nos proponen, claro que para ello ambas partes necesitan una gran dosis de humildad, sino no hay posibilidad de crear el clima que favorezca esa unidad, ese compartir tan necesario en la vida de fraternidad. Por eso, la obediencia o compartir lo que nos proponen, es a nuestro entender el culmen de la madurez psicológica y espiritual que hace que la monja, el consagrado pueda experimentar esa obediencia como la plena libertad de todo su ser y existir. Esa libertad vivida y comulgada en comunidad nos hará crecer en el amor hecho esencial de nuestros votos.
Discutir de forma equilibrada entre nosotras, nos lleva a intentar conocer un aspecto de la verdad del otro, y es muy importante tener esa disposición en nuestro corazón. Saber escuchar para conocer la verdad que conoce mi hermana es una actitud humilde que nos hará enriquecer nuestra parte de verdad y hallar la unidad. Por eso no debemos de perder el tiempo en nuestras reuniones comunitarias ni querer ser el centro de ellas, eso quitaría la libertad a las otras hermanas y no serían fértiles nuestros diálogos. Pero para unirse, hay que reunirse y en eso radica la dificultad, hay quien no quiere asistir a las reuniones y usa por bandera su libertad. No debería permitir el superior que nadie faltara a la convocatoria de una reunión comunitaria porque es entre todas que hallaremos la luz que nos lleve a intentar resolver todas las dificultades que vivimos en la comunidad, María se atrevió a escuchar al ángel, no por su obediencia propiamente sino más bien por su humildad. El punto de esa obediencia-humildad no es otra cosa que el amor de caridad. «Por lo tanto, que nuestra humildad nos lleve a la obediencia y la obediencia a la caridad, todo ello con la sólida base de la fe, pues sin ella no hay transcendencia.

Estamos atravesando «El desierto», escasean las vocaciones, pero eso no nos debe impedir de vivir a «Tope» nuestros votos y ello comporta entusiasmarse por nuestra vida de oración, de penitencia, sacrificio, cada día en más; independientemente de lo que pueda suceder con nuestro monasterio, con nuestra comunidad. Creo que todas, tenemos que revalorizar nuestra vida de consagradas, dando un gran aliento a nuestra vida contemplativa y darla a respirar unas a otras como un agradable perfume , que envuelva y penetre nuestras comunidades, y a cada Orden o Institución en particular, para que la Gran Esposa de Cristo «La Iglesia» sea más santa,
Nuestra misión hoy, es abrir nuevos horizontes de esperanza para dar vigor, a la Vida Consagrada y hacer una revisión a fondo de cómo queremos ser, para ser unas verdaderas Esposas de Cristo.

Recordemos que cuando entramos en la Vida Religiosa lo dejamos todo para seguir a Jesucristo en obediencia, virginidad y pobreza y al pasar de los años la pregunta es esta ¿Cuantas cosas hemos recuperado de las cuales nos desprendimos por propia voluntad para ser su esposa? ¿Cuántas cosas podemos volver a dejar hoy que no nos sirvan ni sean útiles para ir hacia Dios en obediencia, virginidad y pobreza?
Cualquiera podrá atreverse a pedirnos que de verdad lo demos «Todo» e incluso nos podrán recordar, que no lo hemos dado todo, cuando cargadas de razones humanas, nos atrevemos a «Quejarnos». Pero a pesar de esas posibles desviaciones de nuestra misión, podemos aprender de cada situación y saber lo maravilloso, lo mágico del momento que estamos viviendo si ésta magia se convierte en un atractivo irresistible para quedarnos al lado de Jesús y escuchar sus palabras como lo hizo María, la que se llevó la mejor parte sin saberlo del amor (LC 10,38-42).
Hacer cosas maravillosas, mágicas es lo que está esperando el Señor que hagamos, porque Él es el primero que confía en nosotras. Sólo el amor es capaz de obrar maravillas. Y… ¿Quién no se esmerara para perseverar y aventajarse en la vocación del amor?
Los votos religiosos son promesa de amor silencioso, es la actitud del alma enamorada de Cristo y le dice: «Mantengo mis promesas Dios mío, las cumpliré en acción de gracias. (Salmo. 55).




Para el consagrado no existe otra libertad que vivir en el amor de Cristo. Todos hemos sido creados para darnos en el amor a nuestras hermanas en Cristo, esa es nuestra libertad y sabernos amarnos a nosotras mismas es la base para saber amar a los demás.






sábado, 23 de enero de 2010

RECORDANDO A MI CARMELO




La alegría es grande estando enamorada,
el amor crece en el espíritu y contiene toda el alma
y este crecer con voluntad libre arraiga
recogidas así potencias y fortalezas adobadas.

El contenido del espíritu,
el continente del alma,
el contenido de la mente
y el contenido del cuerpo,
todos se someten juntos.

Es Dios quien las recoge,
son como ovejas mansas
que pacen juntas por el monte,
armoniosas, limpias y sanas.

Adobadas quedan las virtudes,
sometidas las tentaciones
y así cuerpo y mente hacen costumbres,
alabando a Dios en sus perfecciones.

Pero… ¿Quién doblega a las tentaciones?
es el alma que mira a Dios y le dice:
« ¡Padre abrázame y ataja mis limitaciones!»
y él viene amorosamente y la lleva en brazos,
cuan a un niño se abriga en la falda de su madre.

Ante tantísima misericordia
mi corazón parece que va a estallar,
más aún, en mí pecho hay más Dios del que había
y por ese amor, me dejo toda entera apresar.

Acontecen afecciones espirituales…
buenas son, si vienen serenadas,
y aunque nadie atiende a ver los males,
bien los conozco yo y solo con Dios puedo remediarlas.

Confieso muy feliz…estoy enamorada
y por mi Dios, voy deseosa desgastarme
en esa celda de amor apresada,
recogida y abandonada en brazos de mi amante.
Hago mías las palabras de Santa Teresa:
Vivo sin vivir en mí
Y de tal manera espero
que muero porque no muero.

Y así espero en la misericordia de Dios,
mi llegada a este Carmelo,
que vivo en el mundo muriendo
para ser digna de mi Dios y del Carmelo.

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

viernes, 22 de enero de 2010

EL ESPÍRITU DEL SEÑOR




Los cristianos poseemos un gran tesoro: «El libro del corazón de Dios abierto para todos los hombres». En la Sagrada Escritura hallamos el latido de nuestro Dios, tenemos el Antiguo Testamento que Dios lo completó con su Hijo amado Jesús, dándonos el Nuevo testamento. En ellos hallamos consuelo, porque es ley de esperanza, de sabiduría y de un amor que nunca se acaba. Ese libro abierto nos pertenece, es único y si lo sabemos leer, meditar y orar, conoceremos como es Dios, aunque sea solo su silueta, su sombra.
El evangelista Lucas, 1:1-4; 4:14-21, nos cuenta que una vez Jesús leyó el libro lo cerro y todos pusieron en él su mirada.
En la persona de Jesús se realiza aquello que está escrito en los antiguos escritos de manera que intentaban expresar en forma de historias, de profecías, de sentencias sapienciales, de cantos. Después de la vida pública Jesús predicando la Buena Noticia por toda Galilea, el Padre ya no tiene nada más que decirnos.
La novedad es necesaria buscarla cada día y para ello es necesario que seamos pobres, y ser capaces de admirarnos, de ser sorprendidos con un nuevo conocimiento descubierto tras una oración humilde. Esta pobreza de la que hablamos, solo se puede asimilar gracias al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo nos conducirá hasta la misma cruz, a vivirla y a entregar nuestro pobre espíritu a Dios tanto en los momentos duros como agraciados de nuestra vida.
Este es el secreto del dinamismo de la vida cristiana. Los pobres son felices porque son bienaventurados en el espíritu, es decir: «No solo porque tienen el corazón pobre, sino también porque el Espíritu Santo pone en marcha su existencia como pobres»

Si en Jesús «El Espíritu del Señor está sobre él, es por la unción misma del amor que le hace ser enviado para anunciar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista, en definitiva “Para anunciar el año de gracia del Señor”»
Si en Jesús se cumplió la escritura, aprendamos de él, y anunciemos predicando la gracia del evangelio como pobres para enriquecer el amor de fraternidad entre los hombres.

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

miércoles, 20 de enero de 2010

QUIERO SER LA ESPOSA DE CRISTO.-LA OBEDIENCIA



Les sigo ofreciendo fragmentado el articulo publicado en Teología Espiritual para que ustedes puedan facilmente leerlo.Espero que les guste.


En la carta de abril del año 1994 el Maestro de la Orden de Predicadores Fray Timothy Raecliffe, «Entregados a la Misión» de la cual comentaremos algunas citas a modo de confrontación en lo que expone en su carta; nos decía«Que los votos están en oposición fundamental con muchos valores de la sociedad, particularmente del consumismo, que rápidamente se ha convertido en la cultura predominante de nuestro planeta. E insiste que el voto de obediencia contradice la idea de un ser humano cerrado en la autonomía y en el individualismo; ser pobre es signo de fracaso y de minusvalía en nuestra cultura; la castidad aparece como un rechazo absurdo del derecho humano a la sexualidad.»
Ya han llovido algunos años desde que se escribió esa carta, y el ser humano va avanzando cada día más, a una libertad esclavizante, se pretende que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin permiso de sus padres y en cambio tienen prohibido que se les venda alcohol. ¿Quién entiende semejante aberración? Por eso, hoy más que nunca los votos religiosos son un auténtico desafío ante una sociedad de valores fluctuantes. Hoy percibimos un alto estrato de infidelidad, incomunicación e inmadurez psicológica en nuestra cultura que a demás está escasamente formada culturalmente, y a penas sabe expresarse por la escasez de palabras que emplea para comunicarse con los demás.
Vemos como la expresión de la fe en las familias va desapareciendo, pero además de perderse la fe teologal también paralelamente se va perdiendo la fe en el propio hombre, intrínsico y extrínseco y nos aparece el fenómeno de la incomunicación interpersonal, con manifestaciones egoístas que ahogan la caridad ante el propio hombre y el entorno que lo rodea. Nunca el ser humano ha estado tan bien comunicado como lo estamos hoy día, con toda una técnica sofisticada al servicio del hombre muchas veces mal usada y al mismo tiempo, vemos «la imagen, la palabra y el tiempo»,que es la clave para ganar poder, fama y riqueza a expensas de sus otros esclavos, su prójimo.
Pero también es cierto que el hombre nunca ha tenido tanta soledad en medio de tantas palabras como en estos tiempos que nos tocan vivir. Hoy el poder mediático tiene cada vez más influencia y habilidad, para hacer del hombre «Un solitario muy informado», sin darnos casi cuenta, vamos creando una sociedad cada vez con más tendencia a la soledad, al egoísmo, y al mismo hastío de su propia vida.

De toda esta situación, percibimos que una buena parte de nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, presentan una cierta inmadurez para asumir su rol como personas y asentar determinadas responsabilidades y actitudes, sobretodo a la hora de compartir y vivir con otras personas ¿Por qué?...Podríamos decir que su esperanza quedó truncada, al no hallar la forma de realizarse, ya en el mundo laboral (y en nuestros días con la gran crisis económica, más se agrava esta situación) como poderse realizar como personas integradas en la sociedad algo más conservadora, como algunos quieren denominarla, cuando en realidad no se trata de conservar sino de salvar la moral familiar y social que se ve amenazada por todos lados, por nuevas formas de entender la familia y la vida social. Estos jóvenes, no todos por supuesto; han perdido la capacidad realizar «Aquellos ideales» y que tan sólo una generación anterior tenían, los que hoy tenemos entre 50 y 60 años. Claro que la situación no es la misma, pero tampoco fue fácil vivir nuestra generación, pero en la vida o luchas o mueres y nuestros jóvenes, no les hemos enseñado a luchar sino que más bien ya se lo hemos dado hecho todo desde la infancia, por lo tanto no tenemos que extrañarnos que no tengan apenas ideales, ilusiones y que si algunos los tienen lo aletarguen inconscientemente, incluso pequeños proyectos. Luchar por un ideal, es en nuestro mundo toda una gran proeza, pues es andar muchas veces contracorriente.

De toda esta situación nacen hoy nuestras vocaciones religiosas y hay que hacer constar que a pesar de su juventud, no gozan todos de salud física o mental, requisito que en los monasterios siempre ha sido primordial, aunque hay que decir que no es tan importante que no se tenga un 100% de salud física, cuando la primordial es la mental, ya que los desequilibrios psicológicos deterioran las relaciones comunitarias en la fraternidad y realmente son un problema de por vida, sin haber tenido en cuenta si realmente tenían vocación religiosa las que no tenían tanta salud física. Y, dicho esto; son esos jóvenes y menos jóvenes, pocos por cierto, que se acercan a nuestros monasterios porque han oído la llamada del Señor y piden intentar ser sus discípulos en el amor.

Cuando abrazamos los votos, es casi seguro que encontramos algún momento de nuestra vida serias dificultades para perseverar. (Conf. Carta MO. De Predicadores.1994, Fray Timothy, Entregados a la misión).
Naturalmente que esto nos puede ocurrir y de hecho ocurre, pero si vivimos los votos ordenados a la caridad, todo se nos hará poco, si miramos al Crucificado.
¿Pero cual es nuestra realidad? Las jóvenes ingresan en los monasterios para ser un día una monja, pero la mayoría de las veces hay que empezar por formarlas, primero como personas para progresivamente introducirlas en la formación religiosa. Este proceso es largo e incluso duro ya que muchas veces no se llega a comprender el alcance de la vocación a que ha sido llamada por la falta de madurez psicológica y espiritual. Los primeros síntomas de la inmadurez, se producen manifestándose con pequeños o acusados comportamientos de inadaptación a la vida comunitaria, que se traducen en una queja y en ocasiones con una cierta rebelión por las reglas de la institución. Y Jesús sigue diciendo….Ven y sígueme (Mat. 19,16-21).

Muchas religiosas están muy orgullosas de su perseverancia en la vida religiosa, en su monasterio, ya han cumplido sus 25 o 50 años de profesión religiosa y siguen allí y hemos de dar gracias a Dios por las que han perseverado en la lucha por seguir a Cristo. Ello no significa ni mucho menos que absolutamente todas hayan sido fieles a sus votos, que hayan perseverado, esmerado y aventajado en el seguimiento del Señor Jesús, sino que simplemente, algunas de ellas, no se atrevieron en su día a dejar al monasterio porque no sabían qué hacer en la vida del mundo pues ya todos sus enseres y dinero lo habían dado. ¿Dónde ir?, así me lo manifestaba un día una monja, en que se lamentaba de no haber tenido la valentía de irse del monasterio, pues ni ella ha sido feliz quedándose ni ha sabido hacer felices a sus hermanas, porque vive amargada en su propia soledad. Perseverar, Hnas. No es quedarse en el monasterio tantos o cuantos años, sino ser testigo de Cristo resucitado cada día con más ardor si se puede.
La vida consagrada ciertamente no es fácil, porque en el monasterio puede crearse un pequeño mundo con los mismos o simulares contrasentidos que en el mundo exterior, todo depende de la veracidad de nuestra vida como esposas de Cristo, a pesar de hallar contrasentidos muy duros de tolerar.
Pero también tenemos la parte positiva que debemos de agradecer a Dios por habernos escogido para amarle, que nos ha creado y hecho nacer para solo amar y que todos los días luchamos por perseverar en su amor ya que no tenemos ningún mérito para haber sido llamadas a ser felices y hacer felices a nuestras Hnas de comunidad compartiendo todo lo que tenemos y somos. Esa felicidad proviene de un acto interior de amor, por eso el alma verdaderamente enamorada de Dios, no solo se atreve a prometer, sino que sigue a Jesús aunque se hunda el mundo a sus pies.
Pero la vida religiosa también sufre los efectos de la inculturación procedente de nuestra sociedad fluctuante; y tal como se manifiesta la realidad, llegan de todas las Órdenes, e Instituciones, unas más que otras, continuas solicitudes de dispensas de votos. El mundo es muy atrayente cuando realmente no nos ha penetrado el Evangelio en nuestra vida ni nos hemos enamorado de Cristo. Cuando decimos «Hasta la muerte», debería ser para el religioso, el estímulo más febril de nuestra vida, de morir por Cristo, para vivir intercediendo en nuestra oración por toda la humanidad sufriente; si no tenemos este ardiente celo, nuestras palabras suenan huecas y no se mantienen vivas y pronunciar«Hasta la muerte»realmente fue una equivocación, ya que la vida día a día nos demuestra que fue una muerte tan solo aparente, pronunciada un día de muchos preparativos y pocas reflexiones de lo importante de nuestra decisión.
La muerte no es un fin, sino el camino para alcanzar el Sumo Bien y esta muerte debe de realizarse cada instante, cada minuto, cada día de nuestra vida y siempre vivirlo intensamente en el presente.
Por esto cuentan aún las palabras en nuestra sociedad, aunque quizás cada día menos que en tiempos pasados, en que con un apretón de manos se sellaba un acuerdo poco o muy importante. Tener «Palabra» era algo primordial en una familia, por esa «Palabra», las personas que formaban las familias se esmeraban en cumplir lo prometido porque de lo contrario sería un deshonor para el nombre de la familia. Hoy, ese valor de dar palabra y cumplirla, es muy loable de encontrarla, ya que escasea por el tipo de educación que se ha recibido en los últimos años en nuestra sociedad. Pero lo importante, no es lo que la sociedad haga, sino «Lo que yo haga para que mis palabras sean hechas vida y sean capaces de cambiarme algo en algo que me haga más digna de seguir a Cristo».

Cumplir las palabras es la tarea más hermosa que podemos hacer cada día; ya sabemos que las palabras por sí solas no son suficientes, sino van unidas a las virtudes, pero realmente, es una belleza que Dios se puede recrear cuando le decimos cada día «Sí, te amo, Señor dame todo lo que me hace falta para cumplirla»y podemos añadir: «Que para creer, debemos mostrar que poseemos una recta intención y un gran abandono a las mociones del Espíritu Santo, dejando que sea el Espíritu quien obre en nosotros la verdadera caridad»
«Yo me atreví a pronunciar mis votos» ¿por qué? Atreverse, es estar dispuesta a morir por Cristo, ser testigo, es decir ser mártir sin necesidad de derramar mi sangre, ya lo hizo el Señor Jesús por mí, es pues dejarse morir cada día un poco a sí misma en todo aquello que no es de Dios para que Jesús sea conocido y amado por todos. Y ese atrevimiento se puso en nuestros labios, porque el Espíritu Santo, nos abrió el corazón para expresar más aún, nuestra actitud profunda de ser la Esposa de Cristo. « La actitud a la que nos referimos es un acto y estado permanente de escucha en la fe, y vive la experiencia de Dios que se ama y que ama»
En el Evangelio, el Señor no cesa de decirnos que no tengamos miedo, (Mat. 8,23-27), sí, miedo al sufrimiento, hay miedo a la cruz y tanto o más miedo se tiene a la cruz, cuanto más egoísmo y soberbia tenemos. Este miedo al sufrimiento no es otra cosa que la traducción de una obra inacabada, la o el religioso que no completó a su debido tiempo su proceso de maduración integral y hoy tiende a deprimirse casi por cualquier cosa de relativa importancia. Siempre tendremos miedo a la cruz, sino aprendemos antes a saber amar para saber sufrir con paciencia lo que la vida nos depare como cualquier ser humano, no somos distintos de los demás mortales. « No olvidemos que hemos sido creadas y nacidas para saber amar»


lunes, 18 de enero de 2010

LA FÁBULA DE LAS LENTEJAS


Érase una vez...un sembrador de lentejas.
Éste fue esparciendo por el campo su simiente esperanzado por recoger una buena cosecha, más cuando llegó el tiempo de la recolección, allí halló todo su esfuerzo bien recompensado.
Seleccionó las lentejas según su tamaño y calidad y las colocó en saquitos de un kilo y de ½ Kg. Las lentejas estaban como sucede en más de una ocasión mezcladas con piedrecitas del mismo color y tamaño que las lentejas.
Los sacos fueron a parar a un almacén donde fueron separadas y distribuidas por las tiendas de alimentación.
Había un vendedor que las puso en su escaparate ordenadas por su tamaño y calidad, pero quiso probar su calidad antes de venderlas al público, unas lentejas eran más rápidas de cocer que las otras, y se llevó a su casa saquitos de lentejas de ambas clases.
Al llegar a casa puso en remojo las lentejas como es costumbre, pero no las separó sino que las echó todas juntas en un mismo recipiente con agua. Pensaba que tendría una cantidad suficiente para hacer un buen cocido de lentejas con qué alimentar a su numerosa prole.
Pero las lentejas procedentes de los distintos saquitos, se enfurecieron al verse todas mezcladas y en remojo soltando el polvo de la tierra.
Fue entonces cuando una lenteja de dijo a otra lenteja de igual tamaño y sabor… ¿Cómo vamos a compartir nuestro jugo y sabor con esas otras?
Otra lenteja muy apresurada le contestó: « ¡Ah sí, es verdad! esas lentejas son distintas a las nuestras, son más pequeñas y numerosas, ¡No, no podemos permitir esa barbaridad; nos quitarían toda nuestra sustancia y perderemos nuestro sabor, que tanto nos ha costado de poseer y conservar. ¡No, decididamente si nos mezclamos con ellas perderemos nuestra libertad; no, ni hablar!».
Pero las otras lentejas que eran de poca hermosura por su tamaño también murmuraban.
Una lenteja de decía a otra lenteja… ¡Fíjate!… ¿Cómo vamos a juntarnos con esas lentejas tan grandes, tan hermosas y jugosas?
A lo cual otra lenteja le respondió… ¡Ay! me temo que cuando nos pongan a cocer, como somos tan pequeñas, nos vamos a deshacer.
La otra lenteja, muy preocupada le preguntó: « ¿Y por qué nos vamos ha deshacer?
La otra lenteja que era muy inteligente de dijo: «-Pues verás amiga mía, como somos más pequeñas que ellas, al poco tiempo de estar cociendo en el Puchero, nos desharemos mientras ellas necesitaran más tiempo de cocción para quedar cocidas a su punto»

Pero de inmediato quedose interrumpida la conversación. Había pues un garbanzo que había escuchado con mucha atención las explicaciones de ambas lentejas.
El garbanzo se acercó… ¡Hola! Perdonad mi intromisión, ¿puedo dar mi parecer?, ¡oh sí! respondió la lenteja que se sentía más preocupada.

Pausadamente el garbanzo dijo: « Amigas mías, no os preocupéis, porque aunque al cocer os deshagáis, quedara un cocido muy rico. Estad tranquilas pues a las lentejas grandes y hermosas, se las comerán, pero a vosotras, ¡Ah querida mías! a vosotras no sólo os comerán, sino que al estar tan deshechas en vosotras se mojará «EL PAN», para que no quede ni una sola de vosotras en el plato.
Oído esto, las lentejas pequeñas comprendieron a que alto honor habían sido destinadas, y así de contentas fueron muy dispuestas a ser cocidas con las demás lentejas.

El garbanzo, entre tanto se apenaba porque las lentejas grandes y hermosas no aceptaban ser cocidas con las lentejas pequeñas.
¡Pobre garbanzo!, cuan entristecido se hallaba y pensó: «Cuando yo caiga en el Puchero como soy más grande no estaré cocido ni deshecho, estaré crudo y nadie me comerá», y siguió dándole vueltas a su final cuando descubrió una gran verdad. «Cuando caiga en el Puchero, aunque nadie me coma dejaré también mi sustancia y sabor, aunque sea poco. ¡Ah, sí que vale la pena ir al Puchero y dar cuanto el Fuego pida.
Y así de feliz quedose el garbanzo muy consolado.
Entre tanto la mujer del tendero, puso a cocer las lentejas y les echó Sal, y el Agua.
Las lentejas todas revueltas con el hervor no tuvieron más remedio que compartir el espacio del Puchero, con la misma Agua y la misma Sal que sus compañeras.
Cuando la mujer fue a ver como estaban las lentejas, se halló ante un desaguisado, su cocido era todo puré. Y viendo que tenía que dar de comer a su prole, decidió pasarlas por el tamizador y al colarlas vio que algunas lentejas solo habían quedado las pieles y quiso estrujarlas para aprovecharlas más y con el intento descubrió, que también había pequeñas piedrecitas que parecían iguales que las lentejas por su forma y color. Pero su sorpresa fue mayor al descubrir revuelto en el puré a un garbanzo y ¡claro no lo podía dejar allí! y se lo comió y con gran sorpresa descubrió que estaba cocido en su punto.
La mujer dispuso el puré en una fuente y todos comieron con apetito hallando muy sabroso aquel extraño cocido de lentejas,
Así pues el vendedor comprobó que su mercancía era variopinta, que se podía comer con deleite, a pesar de no ser un cocido auténtico de lentejas.
LA MORALEJA:
El sembrador es Jesús.-Las lentejas son las distintas Órdenes y congregaciones religiosas. El saco, es el mundo. Las lentejas rápidas recocer, son aquellas personas que a pesar de sus debilidades son capaces de dar a Dios todo que tienen y todo lo que son.
Las lentejas grandes, son aquellas personas que por sus egoísmos y excusas, np perseveran en vivir en el amor de Dios y no anuncian con su vida el seguimiento de Cristo.
La estantería, es el espejo donde los hombres nos ven y toman ejemplo de nuestra vida, unas veces les damos fe en Dios y en otras ocasiones los decepcionamos.
La elección de los saquitos de las lentejas es la llamada vocación religiosa
El polvo de la tierra, son las críticas carismáticas.
El tiempo de cocción de cada lenteja, es la capacidad que posee cada de cada lenteja, es la capacidad que posee cada persona consagrada para entregarse a vivir con Dios y de solo él.
El puchero, es el cuerpo místico de Jesucristo, Iglesia santa y pecadora.
El garbanzo, representas las personas que sienten gran dolor por olvidar que Dios nos ama y se apena de tantas divergencias que sufre la Madre Iglesia.
El pan, es el regocijo que siente Dios por cada persona que desgasta su vida por el evangelio.
El fuego, es el amor de Dios, por él se está dispuesto a pasar por el desierto, a orar con avidez, con hambre siempre de vivir de Dios, con todas las consecuencias que lleva saber vivir en«La cruz y la gloria».
La mujer del vendedor, es la voluntad de Dios.
La sal, el seguimiento de Cristo.
El agua, el Espíritu Santo.
La prole, la humanidad sufriente.
El tamizador representa el juicio final, las pieles de las lentejas, son las oportunidades que Dios nos da para amarle y no lo hemos hecho. Las piedrecitas pequeñas, son aquellas que aparentan ser de Dios y nos defraudan.
El garbanzo cocido, son aquellas personas que pasan su vida haciendo el bien sin quejarse y en una vida oculta y casi inadvertida dan testimonio de Cristo.
El puré de lentejas, es la unión de la Iglesia sin mantener rivalidades entre los distintos carismas.
La fuente, es la caridad
El cocido auténtico, es pertenecer a Cristo para reinar en el amor.
¿Y dónde está el infierno? Se halla en el colador, allí quedaron atrapadas las que se quejaron de compartir su vida con sus hermanas.
*******************************************************************************************Bienparentemente Aparentemente esta fábula inocente, viene a representar un sector de la vida consagrada que durante muchos años y debido a su limitado número de miembros y a pesar de no poder mantener un ritmo y vida comunitaria, se han negado a juntarse con otras comunidades para dar más vida a lo que se está apagando por un lado por no tener vocaciones y por otro lado porque se han relajado las costumbres y omiten parte de sus leyes por estar limitadas por la ancianidad y enfermedad.
Ya, llegando al extremo, por fin ya se van fusionando esas comunidades pero lamentablemente ya son una carga, a la carga ya natural de la comunidad que las acoge, aunque todo ello se haga con gran caridad, no es fácil vivir con una calidad de vida espiritual ya que se pierde la capacidad de expresión y un sin fin de limitaciones.
Y a pesar de ella, hoy que ese cocido extraño de lentejas, resulta agradable a Dios porque se hace con amor, amor, amor: ni se puede medir ni pesar.
Desde aquí deseo animar a que estas comunidades envejecidas y de número reducido, hagan un esfuerzo de amor y pidan ser acogidas por otras comunidades.
Dios es grande. No tengamos miedo, él está a nuestro lado.






domingo, 17 de enero de 2010

SIENCIO EN EL ALMA : HAITÍ





Algunos de ustedes quizás habran pensado que era algo extraño que no hiciese ningún comentario con una catóstrofe tan devastadora por el terremoto en Haití.

En realidad me veía paralizada ante las imagenes informativas de la T.V, se me helaba todo el ser y sólo tenía una arma para poder ayudar a mis hermanos: La oración, la penitencia, la caridad.

Hay un dolor indescriptible en esas calles de Puerto Principe que nos salpica a todos los que somos vulnerables al dolor de la humanidad.

Al inicio de este año, en uno de mis comentarios les pedía se unieran a mi en oración para ser santos: pues ya podemos empezar, -si no lo hemos hecho antes- orando unos por los otros por nuestros hermanos de Haití.

« Un gran silencio envuelve y penetra mi alma y se quiebra como se quiebran mis hermanos de Haití», pero entre todos podemos hacer que no se rompa la caña o se apague el pábulo.

Confío y espero en Dios y en ustedes.





«ESTOY A TU LADO»

jueves, 14 de enero de 2010

ESTAMOS INVITADOS A LAS BODAS DE CANÁ




Entramos en la vida pública de Jesús y en la primera perícopa mariana con el que nos encontramos en el relato de Jn sobre las bodas de Caná, que ocupa un lugar importante en el cuarto evangelio.
El tema se centra en la «Manifestación de Jesús», por eso se llama a este episodio«El comienzo de los signos».

Este relato de la primera manifestación de la gloria de Jesús, es eminentemente cristológico y al mismo tiempo mariológico.
La vida de Jesús no escapa a mantener unas relaciones sociales propias de toda familia, de ahí que es invitado a la boda con su madre y con ellos, los discípulos de Jesús, lo cual nos indica que eran muy apreciados de los novios.
El milagro ocurre de una manera fortuita y es gracias a María que se percata de que el vino se está acabando así que ella se acerca a su hijo y le dice simplemente: «No les queda vino», ciertamente que Jesús le contesta de una manera inesperada, quizás hasta chascosa: « Qué hay entre tú y yo mujer? ».No obstante hay que entender que con esta respuesta de Jesús desea indicar a su madre que ya se ha superado sus relaciones puramente familiares y la invita a situarse con él en la realidad de su misión mesiánica.
Pero a pesar de ello su madre, como mujer «Hija de Sión» nos aclara como ella con autoridad dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga» y podemos dar esa misma interpretación por su semejanza a lo que el pueblo de Israel dice para aceptar la alianza del Sinaí (cf Éx 19,8; 24,3-7; Dt 5,27) o bien en Marialis cultus, 57 de el Papa Pablo VI. Caná es así el símbolo de la nueva alianza.

La maternidad de María va más allá de su concepción virginal, de hecho no hubiese sido posible esa maternidad sin la caridad que sale al paso anticipado de cualquier necesidad sin ser solicitada.
María visita a su prima Isabel para poderla ayudar en su gestación y parto de su hijo y es también la caridad la que hace que su hijo se manifieste con un milagro antes que Jesús desee hacerlo ya que le dijo: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora».
María se convierte así en «Madre de los miembros de Cristo» que es la Iglesia y es por excelencia la gran intercesora de la humanidad ya que cooperó con su caridad a que no nos falte «La invitación al gran convite en la Bodas del Cordero, como «Esposas y esposos de Cristo»

En ocasiones algunos han comentado que la Virgen María nos ha dejado pocas palabras en los relatos del evangelio, pero… ¿No es sorprendente que ella nos mande una sola cosa? «Haced lo que el os diga», ni más ni menos que seamos seguidores de su Hijo Jesús. ¿Les parece que es poco lo que nos ha dicho María?


¡Pongámonos de fiesta que estamos todos invitados a las Bodas del Cordero.!


martes, 12 de enero de 2010

QUIERO SER LA ESPOSA DE CRISTO


Este artículo es muy extenso y denso, los iré fragmentando para mejor lectura de todos ustedes

Gracias


INTRODUCCIÓN


Vivir los votos y hacerlos vivir, es la cuestión más importante que deseamos tratar.
En este artículo, aunque sean un poco denso; os quiero proponer a todas las religiosas y consagradas a Dios por los votos; es que seamos cada día más fieles a aquello que un día prometimos y parece que conviene volver a recordar para aumentar nuestro fervor en el caso que lo hayamos perdido, y si no es así, aumentar más si cabe nuestro amor.
Es responsabilidad comunitaria vivirlos y saberlos transmitir con alegría unas a otras. « Es un herencia que no podemos perder o desvalorizar pues nos fueron dados gratuitamente por la misma Sangre de Cristo». Se ha de mantener viva la ilusión, los proyectos comunitarios que tiendan a la santidad y actualizan una formación integradora y dinámica, tanto para las comunidades que no tienen vocaciones como aquellas que carezcan de ellas. Todas las comunidades tenemos que colaborar en la organización de esta, y todas hemos de responder a sus exigencias dentro de cada Orden o Institución, a fin de garantizar una formación integrada e integradora.
Ser esposa y esposa de Cristo es un alto honor para cada carisma, que nos hace vivir en comunidad, compartiendo lo que somos, y lo que tenemos en comunión fraterna.
Ninguna Orden o Institución se basa en la individualidad, (aún aquellas que permanecen en sus celdas sin comunicación varios días, pero que mantienen periódicamente un recreo comunitario) ni en pretender tener una libertad que podamos prescindir e incluso negar que necesitamos a los demás, al contrarío, nuestra libertad la hallaremos dándonos a cada una de nuestras hermanas, una a una y por entero.
El Amor Trinitario, es un darse continuamente, y si deseamos asemejarnos a ese amor, sólo lo podremos gozar, si nuestro deseo no está en nosotras, sino en el bien de nuestras hermanas, en el «Sumo bien» para toda la humanidad.
Con frecuencia hemos oído en tiempos pasados «Que las novicias éramos el futuro de nuestras comunidades», más yo veo otro aspecto cuya dimensión no es tangible, pues no se trata de un futuro de religiosas jóvenes propiamente dicho. El futuro de nuestras comunidades y me atrevo a afirmar de toda la Vida Consagrada, no se halla en un buen número de jóvenes religiosas, sino que nuestras comunidades, nuestros superiores al frente de ellas, sepan ser responsables para insertar las raíces de cada carisma en sus novicias y se entusiasmen por proyectar sobre ellas el verdadero espíritu de su fundador o fundadora.
Ese futuro no será posible, si nuestras comunidades no viven ya, ahora, los votos religiosos en el presente. Nuestra santidad no es un trabajo solitario, sino que es nuestro «Gran proyecto comunitario».Este proyecto nos tendrá que mantener ocupadas día a día y aún más unidas, para cumplir nuestra obra, que es siempre queriendo conocer cómo es nuestro Esposo y no quedarnos reducidas en la indigencia, sino permaneciendo agradecidas por su misericordia. Tenemos que ser pobres, pero si sabemos vivir ordenadamente la pobreza, Él nunca nos dejará en la miseria. Los consejos evangélicos son para nosotras la« Alegría Pascual», no podemos perder esta bella oportunidad.


NACIDAS PARA AMAR

«Todo el que ha sido llamado a la profesión de los consejos evangélicos, debe de esmerarse por perseverar y aventajarse en la vocación a la que ha sido llamada por Dios, para más santidad de la Iglesia y mayor gloria de la Trinidad. (Lumen Gentium nº47).
Hallamos aquí tres verbos muy significativos:
Esmerase, perseverar y aventajarse.
Cuando prometemos a Dios por medio de los votos religiosos que deseamos ser consagrados a su voluntad, implica la conjugación de estos tres verbos en forma armoniosa, por los cuales llegamos a gustar del mismo alimento que sustentó a Cristo. «Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre». Cuando los discípulos de Jesús llegaron a la escena de lo acontecido con la samaritana (Jn 4-10), estos le rogaron que comiera. Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un manjar que vosotros no sabéis». Naturalmente, éstos quedaron muy sorprendidos ante aquella respuesta y se preguntaban unos a otros. ¿Le habrá traído alguien algo de comer?
Una parte de nuestra sociedad no entiende que existan hoy día mujeres y hombres que su alimento sea sólo abandonarse en manos de otros en Dios.
Pero un hecho así solo se puede comprender desde el amor de caridad. La caridad es el signo distintivo del verdadero discípulo de Cristo. La caridad rige todos los medios de santificación ya que los votos tienen como fin la caridad; por ello no debe de extrañarnos que el alimento de Jesús sea ser la voluntad del Padre, pues el Padre solo es Amor, esa es su voluntad, que nos amemos unos a otros, como Jesús ama al Padre.
En la carta de abril del año 1994 el Maestro de la Orden de Predicadores Fray Timothy Raecliffe, «Entregados a la Misión» de la cual comentaremos algunas citas a modo de confrontación en lo que expone en su carta; nos decía«Que los votos están en oposición fundamental con muchos valores de la sociedad, particularmente del consumismo, que rápidamente se ha convertido en la cultura predominante de nuestro planeta. E insiste que el voto de obediencia contradice la idea de un ser humano cerrado en la autonomía y en el individualismo; ser pobre es signo de fracaso y de minusvalía en nuestra cultura; la castidad aparece como un rechazo absurdo del derecho humano a la sexualidad.»
Ya han llovido algunos años desde que se escribió esa carta, y el ser humano va avanzando cada día más, a una libertad esclavizante, se pretende que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin permiso de sus padres y en cambio tienen prohibido que se les venda alcohol. ¿Quién entiende semejante aberración? Por eso, hoy más que nunca los votos religiosos son un auténtico desafío ante una sociedad de valores fluctuantes. Hoy percibimos un alto estrato de infidelidad, incomunicación e inmadurez psicológica en nuestra cultura que a demás está escasamente formada culturalmente, y a penas sabe expresarse por la escasez de palabras que emplea para comunicarse con los demás.
Vemos como la expresión de la fe en las familias va desapareciendo, pero además de perderse la fe teologal también paralelamente se va perdiendo la fe en el propio hombre, intrínsico y extrínseco y nos aparece el fenómeno de la incomunicación interpersonal, con manifestaciones egoístas que ahogan la caridad ante el propio hombre y el entorno que lo rodea. Nunca el ser humano ha estado tan bien comunicado como lo estamos hoy día, con toda una técnica sofisticada al servicio del hombre muchas veces mal usada y al mismo tiempo, vemos «la imagen, la palabra y el tiempo»,que es la clave para ganar poder, fama y riqueza a expensas de sus otros esclavos, su prójimo.
Pero también es cierto que el hombre nunca ha tenido tanta soledad en medio de tantas palabras como en estos tiempos que nos tocan vivir. Hoy el poder mediático tiene cada vez más influencia y habilidad, para hacer del hombre «Un solitario muy informado», sin darnos casi cuenta, vamos creando una sociedad cada vez con más tendencia a la soledad, al egoísmo, y al mismo hastío de su propia vida.
De toda esta situación, percibimos que una buena parte de nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, presentan una cierta inmadurez para asumir su rol como personas y asentar determinadas responsabilidades y actitudes, sobretodo a la hora de compartir y vivir con otras personas ¿Por qué?...Podríamos decir que su esperanza quedó truncada, al no hallar la forma de realizarse, ya en el mundo laboral (y en nuestros días con la gran crisis económica, más se agrava esta situación) como poderse realizar como personas integradas en la sociedad algo más conservadora, como algunos quieren denominarla, cuando en realidad no se trata de conservar sino de salvar la moral familiar y social que se ve amenazada por todos lados, por nuevas formas de entender la familia y la vida social. Estos jóvenes, no todos por supuesto; han perdido la capacidad realizar «Aquellos ideales» y que tan sólo una generación anterior tenían, los que hoy tenemos entre 50 y 60 años. Claro que la situación no es la misma, pero tampoco fue fácil vivir nuestra generación, pero en la vida o luchas o mueres y nuestros jóvenes, no les hemos enseñado a luchar sino que más bien ya se lo hemos dado hecho todo desde la infancia, por lo tanto no tenemos que extrañarnos que no tengan apenas ideales, ilusiones y que si algunos los tienen lo aletarguen inconscientemente, incluso pequeños proyectos. Luchar por un ideal, es en nuestro mundo toda una gran proeza, pues es andar muchas veces contracorriente.
De toda esta situación nacen hoy nuestras vocaciones religiosas y hay que hacer constar que a pesar de su juventud, no gozan todos de salud física o mental, requisito que en los monasterios siempre ha sido primordial, aunque hay que decir que no es tan importante que no se tenga un 100% de salud física, cuando la primordial es la mental, ya que los desequilibrios psicológicos deterioran las relaciones comunitarias en la fraternidad y realmente son un problema de por vida, sin haber tenido en cuenta si realmente tenían vocación religiosa las que no tenían tanta salud física. Y, dicho esto; son esos jóvenes y menos jóvenes, pocos por cierto, que se acercan a nuestros monasterios porque han oído la llamada del Señor y piden intentar ser sus discípulos en el amor.
PUBLICADO EN REVISTA TEOLOGÍA ESPIRITUAL.-FACULTAD DE TEOLOGÍA DE VALENCIA

viernes, 8 de enero de 2010

EL BAUTISMO DEL SEÑOR




La gran preocupación que inquietaba a los cristianos antiguos siempre que reflexionaban sobre el bautismo de Jesús era la de saber: ¿ por qué el inocente, el santo, se acercó a recibir un bautismo de conversión?. Evidentemente la respuesta es que con su ejemplo Cristo nos mostraba la plena identificación con los hombres o bien que con su contacto santificaba el agua del bautismo de los cristianos.

Sea como sea, la festividad de este domingo, nos quiere mostrar la experiencia personal y su manifestación del conocimiento del Padre y del Espíritu Santo.

Por el bautismo somos hechos hijos adoptivos de Dios, ya lo aprendimos de niños, pero ahora que algunos ya tenemos canas, nunca nos tendríamos de cansar de aprender qué significa: « ser hijo en el Hijo» y cuanto más, que gracias al bautismo somos miembros de la Madre Iglesia, es un gran honor pertenecer a ella y quizás en más de una ocasión, los hijos creyéndonos más doctos que nadie, la criticamos, la herimos y la abandonamos sin querer escuchar la voz del Padre:«Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto», en Cristo somos los amados y los predilectos.

Entremos en esa comunión con la persona de Cristo y podremos purificar y renovar todas nuestras relaciones paterno-filiares, según el Espíritu que nos revela la Epifanía.


NOTICIAS: LA PREDICACIÓN DE LA GRACIA_500 AÑOS EN ÁMERICA



Me alegro de poder difundir esta noticia; me uno a nuestros frailes en Santo Domingo, que celebraran sus 500 años de presencia en Ámerica y de hacerles saber que «Las Monjas de la Orden de Predicadores» siempre oramos por ellos, por su ministerio, su sacrificio y su entrega por el Reino.

«ESTOY A TU LADO» no podía faltar a dar conocimiento de esta noticia en este año recién iniciado.
*******************

Congreso con motivo de los 500 años de la llegada de los dominicos a América.



SANTO DOMINGO, jueves, 7 enero 2010 (ZENIT.org).- Este año de 2010 se cumplen 500 años de la presencia de los dominicos en América. Para conmemorar este acontecimiento, la Orden de Predicadores y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) han organizado un Congreso Internacional que tiene por título: “500 Años de Lucha por la Justicia. Los Dominicos y la UASD”.
El Congreso –informa a ZENIT la Orden- se celebrará entre los días 14 y 16 de octubre en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.



Contará con la presencia de teólogos, filósofos, antropólogos, sociólogos, historiadores y otros científicos sociales. Entre los nombres que han confirmado su asistencia se encuentran, entre otros: Gustavo Gutiérrez, Ramón Hernández, José Chez Checo y Mauricio Beuchot.
El Congreso, organizado en conferencias magistrales y 4 talleres de estudio y reflexión, tiene como eje la lucha y el compromiso, pasado y actual, de la Orden de los dominicos y la UASD, primera universidad de América fundada por los dominicos, por la justicia y dignidad de todo ser humano y de los pueblos, en especial por los que son marginados y oprimidos.




miércoles, 6 de enero de 2010

LA DEUDA DEL MUTUO AMOR



El mundo está lleno de hombres y mujeres que desde el anonimato nos dan ejemplos de una vida santa, y como ya dijímos en otro comentario«Ser santo no significa no tener imperfecciones», pecados si se quiere emplear ese término, pero si que nunca tendrá un pecado mortal.


En la soledad de mi celda de estudio/ordenador, tengo tiempo aunque no siempre de perder el tiempo profundamente admirada de mi Dios y de cuantas cosas me descubre de su infinito amor.

Toda la Sagrada Escritura está llena de misterio y revelación, tal sólo hay que disponerse a que él actue en nosotros para que empecemos a ponernos en pie para cogerle de la mamo y caminar juntos, aunque tropecemos como nos tiene de la mano, nos levanta sin casi darnos cuenta
Si deseamos recurrir a las citas bíblicas, éstas nos ayudaran para poder meditarlas, hacerlas nuestras y ponerlas en práctica. Así San Pablo en Rm 13,8, nos dice: «Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido toda la ley.La caridad es por lo tanto , la ley en su plenitud»y eso incluye al que no nos cae tan bien, es decir...que nos estorba.

En el Levítico cap.19,2, nos refiere:«Sed santos porque yo soy santo» y en (Mat 5,48); tras haber concedido el perdón a los propios enemigos concluye:«Vosotros sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. La confrontación con el texto paralelo de (Lc 6,35-36 )permite comprender el sentido concreto de esta frase. En efecto, después de haber dicho que hay que hacer el bien a todos y amar incluso a los enemigos a semejanza del Altísimo," que es bueno con todos incluso con los desagradecidos" añade:«Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso»
Esto significa que el ideal de santidad y de perfección al que Cristo llama a sus seguidores se concreta en obras de misericordia espiritual y corporal, que son las formas más elevadas del amor al prójimo, como lo demuestra la parábola del buen samaritano(Lc 1o,30-37).

Pero si tomanos la cita de (Lc 7,47), en que Jesús muestra su queja al fariseo que le invitó a comer con él y no le lavó los pies y por el contrario una simple mujer pecadora mostró un gran amor al mojar con lágrimas sus pies y secarlos con sus cabellos, etc y lo más importante de esta escena es que:«Quedan perdonados sus muchos pecados , porque ha mostrado mucho amor»

Esta es la gran lección«El amor borra los pecados» ¡Oh mi adorado Cristo, que por amor al pecador diste tu vida para darme el gozo de aprender a amarte como tú me amas!

Por eso sigo proponiendo a cuantos sigan mi blog, que oremos los unos por los otros para ser santos e irreprochabes ante Dios. No tengamos miedo de andar el camino del
amor, del despojo de uno mismo, de dar entrañas de misericordia no sólo para mi prójimo, también para nosotros mismos ya que si no sabemos amarnos a nosotros mismos, mal amaremos al que no soy «YO»

Hay muchos grados de santidad,hay muchas moradas, muchas estancias en la Casa de nuestro Padre, no tengamos miedo de dar aquello que tenemos, no todos tenemos la misma capacidad de saber amar, pero el éxito de esta aventura del espíritu no estriba en ser el primero en amar, sino en ser constantes en el amor de las cosas pequeñas, la constancia nos hará tener la capacidad de andar tras Jesús, aunque se hunda el mundo bajo nuestros pies.

Ciertamente:«Al final de la vida, me examinaran del AMOR» (Dichos de luz y amor, de San Juan de la Cruz)

Amor, es santidad, amor es perfección, amor es misericordia, el amor tiene que ser con una cualidad«Amor de caridad»




martes, 5 de enero de 2010

¡LEVÁNTATE, BRILLA, QUE LLEGA TU LUZ!




Independientemente de la creencia cristiana de la adoración de los tres Reyes de Oriente y de la supuesta estrella que siguieron para llegar hasta el pesebre para presentarle al Niño Jesús sus regalos:« oro como Rey incienso como Dios y mirra como hombre»; queda patente en la tradición este hecho y el mismo evangelio de San Mateo 2,1-12 ha recogido esta visita, no obstante hoy se sabe que esto no consta como un hecho histórico y que simplemente ha sido una forma literaria para dar a conocer , que la manifestación de Dios es una gran luz, que penetra en el hombre para saber discernir la Verdad.


No tenemos que asustarnos de conocer en profundidad o al menos intentarlo que muchos relatos en las Sagradas Escrituras no son reales que solo se tomaron para dar a conocer la sabiduría de Dios de una forma sencilla, en la cual cualquier cultura pudiese comprenderla.
Escuchemos un fragmento del libro del profeta Isaías 60,1-6

¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!

«Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás todo radiante de alegría.

Levantémonos a ver esa manifestación de Dios en los acontecimientos cotidianos y que nuestros ojos estén brillantes para que reflejemos a los demás cómo se ha manifestado nuestro Dios en la oración de amistad que tenemos con él; con el trato fraterno de nuestras hermanas, padres, amigos, con los pensamientos más íntimos y todos esos que nos hemos reunido formando la Iglesia dará tanta luz que Dios penetrará con más facilidad en esos corazones que prefieren vivir en las tinieblas en la oscuridad de la tristeza.

Esta es una fiesta muy especial para los niños que esperan sus regalos tras haber entregado su carta a los Reyes Magos de Oriente, es también la fiesta de los papás y de los abuelos, porque todos participan de la luz de la inocencia de sus niños.

Para todos ustedes, mi bendición. Que sean muy felices.
La niña de la fotografia soy yo
.

EPIFANÍA, LUZ DE LUZ ¡Aleluya!

sábado, 2 de enero de 2010

¿QUÉ ES SER SANTO?

Desearía al inicio de este nuevo año, darles aquello que llevo en el corazón, darlo sin más y si es posible, hacer entre todos una gran oración que llegue a toda la humanidad sufriente y que no conoce a Jesucristo.
Les propongo que entre todos nos ayudemos a ser SANTOS.
***************************************

No es carecer de defectos,
ni nacer con perfección,
es por encima de todo
¡saber dar tan solo amor!

No es esperar que te quieran
sino saberlos querer,
aunque en pago a mi cariño
ellos me hagan padecer.

No solo amar al que me ama
es, al que me clava en la cruz
besarle, para que Jesús
le ilumine con su luz.

Es ser humilde, sencilla,
y aprender a sonreír
para alegrar al hermano
y hacerle dulce el convivir.

No es decir cosas bonitas,
ni saberlas explicar,
es que lo diga mi vida
en una entrega total.

Es olvidarte del «Yo»
por pensar en los demás
que son retrato de Cristo…
Aquí está la santidad.


Aut. Dña.Genoveva Palomino