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domingo, 28 de febrero de 2010

ÚLTIMOS PENSAMIENTOS ¡SEÑOR ENSEÑANOS TU LUZ!


Enseñanos amado a ver tu luz, enseñanos a tener los ojos abiertos, no los del cuerpo que la luz los quema sino aquellos ojos del alma donde yo te tengo por entero allí dentro dibujado.


Déjame meterme «Adentro»donde nace la luz, donde crece el amor, donde me esperas a mi y a mis hermanos.

Es una gracia del Espíritu...una ternura del Padre...en el gozo transfigurado del rostro de Jesús que tengo y que mi hermano tiene grabada en el alma desde el día del bautismo y que va creciendo en la fe hasta comulgarte mi amado Jesús y tornarte en mí un poco de ti.

Es una gran gracia renacer a una vida enteramente nueva en ti

¡Oh amor mío!, serena mi alma, empápala y aún innundada, quiera tener más de esa agua que te dio a beber aquella samaritana cuando tú le pediste de beber.

Vayamos juntos por el camino del silencio y que al encontrarnos sintámos que nos diga muy Adentro de la luz:«Baja querida mía que hoy quiero hospedarme en tu casa»

Os deseo una santa noche

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P.

EL DESEO Y EL AMOR


Este modo tradicional de hablar del fin último del hombre sólo contiene dos términos:«El deseo infinito y el Bien infinito».Pienso que falta el término principal;«El amor». Porque el Bien infinito o absoluto sólo hace feliz al hombre que lo ama.Deseamos el Bien absoluto, pero sólo seremos felices si lo amamos.

Si el Bien infinito le es dado al hombre que lo desea, pero que no lo ama(que no es bueno), ese Bien le resultará indiferente.


La relación del hombre con el Bien infinito no puede ser:«Me hace feliz, (colma mi deseo), por esto lo amo. ¿ Por qué? repitámoslo, porque el Bien infinito sólo hace feliz al que lo ama. Por consiguiente, la relación verdadera del hombre con el bien infinito sólo puede ser esta:«Lo amo, por esto me hace feliz».

¿Por qué el problema de la felicidad se ha planteado sólo entre dos polos, el deseo infinito y el Bien infinito?¿Cómo se explica la ausencia del amor y la sola presencia del deseo cuando se trata de la relación del hombre con el Bien infinito?

Seguramente porque el Bien infinito es una idea( una gran idea) griega y por tanto personal. El bien no es amor ni en Platón, ni en Aristótales, ni en plotino.

En cambio, cuando el Bien infinito es una Persona (o especial, como en el pensamiento cristiano), entonces la única relación posible del hombre con él es el amor.

Sermón S.Agustín 340, 1


Comprendo que pueda ser algo complejo meditar toda esta exposición del gran Obispo de Hipóna, pero quédemonos con esto:

«Las aspiraciones más profundas del ser humano es gozar del Don reciproco y libre de la íntima amistad con su Creador.

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P


sábado, 27 de febrero de 2010

¡AMIGOS! ÚNENSE A MI ORACIÓN


Acabo detener noticia del terremoto en Chile y me uno al dolor y temor de todos mis hermanos chilenos o residentes en esa zona azotada por el terremoto.

La Orden dominicana tiene Monasterio en Concepción.


También en España, varias autonomías están en «Alerta Roja» por la violencia desatada por los fuertes vientos que han penetrado por Canarias, produciendo graves pérdidas en las cosechas, edificios.


Les pido a cuantos sigan mi blog, se unan a mi oración, para que el Señor les de fortaleza para afrontar:«La muerte,la pobreza, la invalidez y el dolor propio de vivir una situación límite para cualquier ser humano»

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P«Estoy a tu lado»


DOMINGO DE ESPERANZA:LA TRASFIGURACIÓN


Cada año la lectura del evangelio de la Trasfiguración nos ayudan pedagogicamente a comprender el objetivo principal de este tiempo litúrgico:«Un conocimiento más profundo de la persona de Jesucristo y en particular, en su pasión, muerte y resurrección .
Cuanto más dejemos que Jesús forme perte de nuestra vida, más nos conoceremos a nosotros mismos.
Nosotros los cristianos somos ciudadamos del cielo y así San Pablo nos descubre realmente donde se halla la gloria. Y lo que más me agrada de su carta es el final«Por tanto, hermanos míos amados y añorados, que sois mi gozo y mi corona, manteneros así en el Señor, queridos míos»
Este segundo domingo de Cuaresma, es de carácter esperanzador,lleno de ternura, desde la salida de Abraham de su tierra y la alianza que Dios hace con su pueblo, pasando por el amor de Pablo a los filipenses, hasta llegar al cúlmen del Tabor«Este es mi Hijo, mi elegido: escucharle»


Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

viernes, 26 de febrero de 2010


Hoy deseo ofrecerles una noticia que quizás para algunos no la vean interesante, no obstante quiero sobresaltar esta noticia de ese atleta minusválido, usándolo como ejemplo de lo que debe de ser una vida cristiana. No podemos bajar la guardia, dejar que nos entre la pereza, pensar...:«esto lo haré mañana. o es tonto esforzarse para tan poco»
El atleta se entrena todos los días para ganar. ¡Hágamoslo con entusiamo para ir conociendo como es Cristo, gozar de su amistad, de su hermosura, de su amor, pero no sólo en los «Tiempos fuertes que la Iglesia como Madre nos indica», para el cristiano de verdad, «Todo el año debe de ser un tiempo fuerte si realmente se ha enamorado de Dios, hablar con Dios y de Dios a los hombre, ser caritativos, comprensivos, no juzgar, en fin...todos conocemos donde están "Nuestras limitaciones voluntarias"
Espero que disfruten y no se aburran con la entrevista que les ofrezco.
Gracias


Richard Oribe, deportista paralímpico y Medalla de Oro al Mérito Deportivo
: "El pricipal reto es que nos reconozcan como deportistas, no como minusválidos"
Richard Oribe (San Sebastián, 1974) es un atleta de oro. Ha batido varios récord mundiales y éste es el metal que predomina en la mayoría de las medallas que consigue. Incluso, por si quedaba alguna duda, ha obtenido la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Es nadador profesional, aunque también le gusta practicar otros deportes. Comenzó a nadar como terapia enfocada hacia una lesión de parálisis cerebral, pero descubrió que el agua es el medio en el que mejor se mueve. Siente que el deporte le ha aportado "muchas cosas" y pide correspondencia al público. Quiere que se hable de deportistas "sin distinciones", al margen de minusvalías. "No tengo más mérito que cualquier otro deportista sin discapacidad de mi nivel, aunque es cierto que tengo más dificultades para desenvolverme tanto en mi rutina diaria como en el entrenamiento", subraya.

Autor: Por AZUCENA GARCÍAFecha de publicación: 20 de febrero de 2010Ha recibido la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, ¿cómo recuerda el momento en el que se lo comunicaron?

"No estoy solo, la gente, mi gente, me quiere y reconoce mi trabajo"
Al principio no entendí muy bien de qué se trataba, pero nos informamos y descubrimos que, con anterioridad, se había otorgado a excelentes deportistas de reconocido prestigio. El acto de entrega está presidido por los Reyes de España y conlleva el título de Ilustrísimo Señor. Entonces me di cuenta de que esa medalla era algo realmente importante y sentí que el reconocimiento a mi trayectoria deportiva también lo era, que no estoy solo porque la gente, mi gente, me quiere y reconoce mi trabajo. No puedo describir con palabras la mezcla de pensamientos positivos que pasaron por mi cabeza, pero puedo resumirlos con la palabra felicidad.

Le entregaron el premio después de numerosas victorias. ¿Cómo vive estos triunfos?

"Percibo las victorias con gran emoción y afronto los retos con verdadera ilusión"
A mi edad, 35 años, y mi dilatada trayectoria deportiva en competiciones de alto nivel desde los Juegos de Barcelona 92, con numerosas victorias en campeonatos mundiales y numerosos récords del mundo, es posible pensar que me he acostumbrado y que una victoria se convierte en algo rutinario. Pero no es así. Las percibo con gran emoción y afronto los retos con verdadera ilusión. Es cierto que una medalla en un campeonato autonómico o estatal ahora me conmueve menos porque mis retos desde hace años están en el ámbito internacional, pero mantengo mi ilusión intacta. Al obtener un nuevo récord o una nueva medalla de oro, felicito a mis rivales de la final con alegría y cariño, dirijo mi mirada al resto de mi equipo y levanto el puño en señal de victoria para que sepan que es de todos. Me gusta abrazar a mi entrenador y a mi familia para felicitarnos, ya que mientras nado los llevo dentro y el esfuerzo y la recompensa es de todos.

¿Qué se siente al conseguir un récord del mundo?

Siento que he conseguido superar algo grande, que nadie ha conseguido excepto yo, que el trabajo que he realizado, las renuncias a otras actividades menos exigentes y propias de un joven de mi edad, han dado sus frutos. Esa sensación de orgullo y de satisfacción me empuja a mantener los entrenamientos y marcarme otro nuevo reto.

¿Cómo resumiría su trayectoria deportiva en 2009 y que espera de 2010?

El año siguiente a la participación en unos juegos olímpicos es, en general, un año tranquilo para un deportista de élite. Hay que rebajar el estrés que provoca esa situación y relajar la mente. Pese a ello, en 2009 he participado en tres grandes eventos, pero sin presión alguna. En el Open de Berlín fui vencedor y batí el récord del mundo de 100 metros libres en piscina larga; en el campeonato de Europa, en Reykjavik, obtuve dos oros y dos platas; y en diciembre, en el campeonato del mundo en Río de Janeiro, gané cuatro medallas de oro al batir en cinco ocasiones el récord del mundo. Ha sido un año de resultados excepcionales y en el que me he encontrado muy cómodo.

En cuanto a 2010, ya tenemos todo programado, el objetivo es participar en agosto en el campeonato del mundo en Eindhoven (Holanda). Espero poder acudir sin problemas ya que primero hay que refrendar unas marcas mínimas y tengo la oportunidad de conseguirlas en marzo en el Campeonato de España o en el Trofeo que lleva mi nombre, en San Sebastián (VI Trofeo Richard Oribe), en el Open de Berlín en mayo o en el Open de Tenerife en junio. También pretendo realizar una concentración en altura en Sierra Nevada para mejorar más mi condición física de cara al mundial. Me gustaría repetir y ganar de nuevo cuatro medallas de oro, pero mis rivales son muy buenos y entrenan muy bien. No me puedo descuidar.

Comenzó a nadar como terapia enfocada hacia una lesión de parálisis cerebral, ¿pero qué le ha aportado el deporte además de salud?

"El deporte me ha aportado muchas cosas: una excelente salud, una buena forma física y valores como el compañerismo, la superación o el orden en la vida"
El deporte me ha aportado muchas cosas: una excelente salud, una buena forma física, valores como el compañerismo, la superación, el orden en la vida y, sin duda, que para una persona que padece parálisis cerebral, como yo, es una excelente vía de integración social. Cuando me retire, espero trabajar en el ámbito deportivo para poder devolver la cantidad de beneficios que me ha aportado.

¿Cuáles son los principales retos de los deportistas con minusvalía?

Para mi, el principal es que nos reconozcan como deportistas y no como minusválidos. Yo no tengo más mérito que cualquier otro deportista sin discapacidad de mi nivel, aunque es cierto que tengo más dificultades para desenvolverme tanto en mi rutina diaria como en el entrenamiento, pero somos deportistas. Hace poco, la Unión de Federaciones Deportivas Vascas me ha concedido el premio al mejor deportista vasco del año, sin distinciones por tener una minusvalía. En general, se conceden premios por una trayectoria deportiva o una actuación concreta, pero este galardón me ha sabido diferente. Me siento deportista, no minusválido.

Los entrenamientos son fundamentales para cualquier profesional. ¿Hay instalaciones suficientes para que las personas con discapacidad o futuros deportistas paralímpicos practiquen?

"Si las personas con discapacidad no acuden a las instalaciones deportivas no es porque éstas no están adaptadas, sino por cualquier otra razón"
Vivo en San Sebastián y creo que, en comparación con otros lugares, la ciudad es un lujo. No porque sea preciosa, que lo es, sino por la cantidad y calidad de las instalaciones deportivas, su accesibilidad, las facilidades y amabilidad que sus gestores y el personal de recepción, socorristas o monitores nos brindan. Estoy integrado en un grupo de entrenamiento que ha creado la Federación Gipuzkoana de Natación, el CTGN (Centro de Tecnificación Gipuzkoano de Natación). Trabajo con mi entrenador, Javier de Aymerich, desde hace muchos años. Tengo a mi disposición fisioterapeutas -Ana Lloveras e Iñaki Villalva-, médico -Enrique Pérez de Ayala-, psicólogo -Amaya Ramírez-, biomecánico -Javi-, nutricionista -Richard Sáez-, además de espacio, tiempo y gimnasio a pie de piscina. No tengo nada que envidiar a los Centros de Alto Rendimiento (CAR) ya que tengo casi todo en mi ciudad.

Las directrices del nutricionista las sigue mi madre, que es una excelente cocinera. Conmigo, en mi grupo Konporta Kirol Elkartea (KKE), entrenan simultáneamente otros dos deportistas con discapacidad, Iñaki Erauskin e Iñaki Irastorza, y otros seis deportistas más con alguna minusvalía. Si las personas con discapacidad no acuden a las instalaciones deportivas no es porque éstas no están adaptadas, sino por cualquier otra razón. Además, si la discapacidad es severa, carecen de suficiente autonomía y su familia no se implica, hay poco que hacer.

¿Cuántas horas entrena cada semana?

El número varía, ya que depende del momento en que nos encontremos en la temporada. Puedo entrenar un mínimo de 12 horas semanales hasta un máximo de 36 horas entre piscina, gimnasia de musculación y estiramientos. A esto hay que añadir el "entrenamiento invisible", fisioterapia de recuperación, sesiones psicológicas, descanso activo, etc. Entreno como un nadador de élite sin discapacidad. Se lo propuse a mi familia hace ya varios años y, por eso, creamos el núcleo de KKE para lograrlo.

Le gusta practicar otros deportes como ciclismo y fútbol. ¿Hay alguna disciplina que le gustaría practicar pero le resulta imposible por diversos motivos?

Me gustaría hacer muchas cosas, pero son las "renuncias" a las que me he referido antes. Mi deporte es muy específico y no debo compaginarlo con otras actividades que supongan riesgo de lesiones. Me gustan las carreras de coches y alguna vez he conducido "karts". También me encantan las motos, pero mi falta de equilibrio me impide manejarlas. Cuando me retire, probaré más cosas. No se acabará el mundo, como piensan algunos que plantean "¿qué va a hacer éste cuando deje de nadar?". ¡Anda que no hay cosas!

¿Se promociona suficiente el deporte adaptado o la atención se centra en el deporte olímpico?

En el caso del País Vasco, desde la creación de las federaciones Gipuzkoana y Vasca de Deporte Adaptado, la promoción es mayor, pero todavía es insuficiente. La mayor promoción se realiza a través de la televisión y en eso somos los "pobres". Hay mucha mayor atención en el deporte olímpico que en el paralímpico. Incluso el primero es escaso. Se dedican cientos de horas al fútbol, mientras que los demás deportistas olímpicos o paralímpicos parecemos no existir.

El deporte adaptado también es espectáculo, pero no siempre se considera como tal. ¿Hace falta más sensibilización o promoción?

"Dar a conocer es promocionar y quien nos conoce, se sensibiliza"
Si queremos espectáculo hay que ofrecer espectáculo, hay que olvidarse del "pobrecitos" y ver un partido de baloncesto en silla de ruedas, una prueba de atletismo, un combate de judo o una competición de natación de nivel. Eso es espectáculo y eso sensibiliza y promociona. Dar a conocer es promocionar y quien nos conoce, se sensibiliza.

jueves, 25 de febrero de 2010




Hace algún tiempo estaba aguardando me tocara el turno de rehabilitación de mi espalda, y me quedé en silencio recogida. La señora que tenía a mi lado y que ya nos conocíamos de meses, toda sorprendida me pregunto:¿ Qué hace hermana, es que está usted rezando con todo este griterio que hay aquí? Yo me sonreí le dije:¿Quiere usted probar como orar en medio de tanto ruido? y me contestó: Sí, enséñeme.
Le dije. Mañana empezaremos, por el momento empiece a no pensar y quedarse quieta,mañana continuaremos y verá como si realmente tiene necesidad de conocer a Dios, el ruido no le estorbara. SILENCIO, SILENCIO pero interior.
Al cabo de 15 días, abrazándome me dijo: no, no rezaba, yo era un loro que sólo hablaba yo.

En todas partes y en todas ocasiones podemos orar.¿ o no es cierto que cuando un chico está enamorado de su prometída , por más ruido que haya en el metro o en un campo de fúlbol,estará pensando en ella?
El amor necesita silencio interior para vivirlo en plenitud.


Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

miércoles, 24 de febrero de 2010

RINCÓN DE LA MÍSTICA



Con la luz de la inteligencia gusté y vi en tu luz,tu abismo, eterna Trinidad,y la hermosura de tu criatura, pues revestiéndome yo misma de ti,vi que sería imagen tuya, ya que Tú, Padre eterno, me haces partícipe de tu poder y de tu sabiduría, sabiduría que es propia de tu Hijo unigénito.
Y el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo me ha dado la voluntad que me hace capaz para el amor..."Tú sacias el alma de una manera en cierto modo insaciable, pues en tu insondable profundidad sacias el alma, de tal forma, que siempre queda hambrienta y sedienta de tí, Trinidad eterna, con el deseo ardiente de verte a ti, la luz, en su misma luz".

Santa Catalina de Siena Diálogo 167

martes, 23 de febrero de 2010

PREMIO A UNA PELÍCULA SOBRE LA VIDA MONÁSTICA


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Francia: Premio a una película sobre la vida monástica
Un documental sobre la abadía de Santa Magdalena de Barroux
PARÍS, lunes 22 de febrero de 2010 (ZENIT.org).- El jurado del Club Audiovisual de París ha premiado la película “Veilleurs dans la nuit - Une journée monastique à l'abbaye Sainte-Madeleine du Barroux” (“Vigías en la noche. Una jornada monástica en la abadía de Santa Magdalena de Barroux”).

El documental, que se emitió en la cadena KTO durante la semana de Navidad de 2009, fue seleccionado para los “Premios anuales de radio y televisión” de la entidad francesa.

El pasado 15 de febrero, en los salones del Senado de París, el nuncio apostólico en Francia, monseñor Luigi Ventura, otorgó el “Premio Marcel-Jullian” a los realizadores de esta película, Eddy Vicken e Yvon Bertorello, en presencia del abad de Barroux (Francia), don Louis-Marie.

El film, de 52 minutos, disponible en DVD, muestra la vida de oración y de trabajo de los monjes benedictinos, marcada por los diferentes oficios de la jornada cantados en gregoriano.

La versión original en francés puede verse también subtitulada en inglés, alemán, italiano y español (y en francés para sordos).

El tráiler de la película puede está disponible en la web de la abadía, http://www.barroux.org/dvd.html, en la que también puede adquirirse el documental.



Esperemos poder verla pronto y acercanos más a entender la vida monástica, amarla y defenderla.


Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

lunes, 22 de febrero de 2010

EN CUARESMA:HABLEMOS DEL DESEO Y EL DEBER





El hombre está internamente dividido, entre el deseo y el deber. Por un lado, desea ser feliz; por otro, debe ser bueno. Buscar la felicidad y cumplir el deber, dos tareas divergentes impuestas al hombre. ¿Cómo superar,cómo inificar este dualismo?
Gracias al imperativo hipotético: si quieres ser feliz, sé bueno. Kant lo proscribió. El imperativo hipotético funda la moral en el interés, convierte la virtud (ser bueno) en mero medio para la felicidad y por tanto destruye la moral.
Pero el imperativo hipotético funda la moral puede leerse en dos modos. Primero, según Kent: el fin que busco es ser feliz, ser bueno sólo es un medio.
La segunda lectura dice: Si quieres ser feliz, sé bueno, es decir, si quieres ser feliz no busques la felicidad, abandona el camino de la felicidad, cambia de rumbo y toma el camino de la bondad.

Se trata de cambiar el fin: no busco ser feliz(me olvido de la felicidad)busco lo bueno
Sólo el que es bueno es feliz.Es feliz, no porque le dan un premio ( extrinseco a la bondad) sino`porque la felicidad acompaña(( es intrínseca) a la bondad "como la belleza a la juventud.
Al principio el hombre quiere ser bueno para ser feliz. Pero al final, cuando ya es bueno, se da cuenta de que no necesita ser feliz, como si la felicidad fuera otra cosa necesaria además de la bondad.
SE DA CUENTA DE QUE BASTA CON LA BONDAD, DE QUE SER BUENO ES SER FELIZ.
San Agustín sermón 340, 1
Deseo estos días de gracia poderles ir compartiendo, la Luz de nuestros santos y poder ir caminando hacía Dios con más y profunda amor, al ir reflexionando estas verdades.
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

domingo, 21 de febrero de 2010

LA POBREZA DE JESÚS



Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Monasterio Santa Catalina de Siena
(Paterna) Valencia


Hablar de pobreza en la vida religiosa no es en modo alguno significativo hoy día, de carencia de bienes, sino que pudiéndolos usar libremente, libremente se dejan de usar por el Reino de los Cielos. Esa es la característica propia de la pobreza religiosa.
Ciertamente que el religioso« pobre» varía según la filosofía social de cada cultura, pero existe un determinado «Pobre», que no debería estar sujeto de forma apremiante al ambiente, a la cultura; sino a su voluntad. Esto nos atañe a todos los consagrados en la Vida religiosa de manera plena y donde más debemos ejercer esa pobreza libre o voluntaria es en el interior de nuestro corazón, de tal manera que nuestro voto de pobreza lo podamos vivir para enriquecer todo nuestro ser y hacer. Solo desde esa manera, seremos capaces de albergar sentimientos de ternura, de compasión, en definitiva…de misericordia por toda la humanidad sufriente, que muere sin remedio por hambre, sed y enfermedades. Estos son«nuestros pobres», nuestros preferidos como lo fueron de Jesús y que nos cuentan los evangelistas; por eso Dios Padre nos mandó a su Hijo, para que con él, lo hagamos todo.

¿Y qué podemos nosotros hacer? Esto nos puede hacer recordar las palabras del salmista «El Señor responde: por la opresión del humilde, por el gemido del pobre, yo me levantaré, y pondré a salvo al que lo ansía» (Salmo11).
Así es como debe de permanecer nuestra voluntad, siempre con la actitud de levantarse ante sus propias imperfecciones para ayudar a aquel que está necesitado; sólo nos hace falta poseer la gracia de verlo todo con la mirada con que nos mira Dios.
Pero las connotaciones culturales nos condicionan aún más en lo que se refiere al voto de pobreza que en los de virginidad y obediencia. Eso es lo que aparentemente parece que sea, no obstante esto no es así, porque si lo analizamos con hondura nos daremos cuenta que si un voto está sujeto a condicionantes exteriores, también lo estarán los otros dos; y esa mudanza proviene del interior de nuestro corazón, pues lo que se vive en el exterior, antes ha nacido en nuestro interior.

Seguir a Cristo, pobre, obediente y virgen, es la meta del ser que se ha enamorado de Dios, pero si no se vive este amor«Con locura», no existe seguimiento, sino más bien hay una especie de antitestimonio que estorba y dificulta que la vida del religioso sea creíble por una sociedad en parte paganizada y a la vez hambrienta de lo trascendente.
Esta es una gran responsabilidad para todos los religiosos sean de vida claustral o apostólica; hacer creíble nuestro testimonio evangélico, vivir y hacer que otros puedan compartir esa «Locura» para dar a conocer como alcanzar la Vida Eterna que Jesús, el enviado del Padre nos predica en el Evangelio.
Por eso el religioso no renuncia a enseres o afectos, sentimientos tales como ser padres, madres, sino que más bien se desprende con gozo de «Todo» porque comprende que nada le pertenece, pues todo, absolutamente todo es regalo de Dios para un uso y no para tenerlo en posesión de por vida .La palabra «Renuncia» a nuestro entender, no expresa la grandeza con que Dios nos atavía al escogernos para ser sus esposas; es un alto honor que no merecemos, en cambio si nos «desprendemos» por amor, ese darse a Dios en los hermanos sin pasar cuenta de cuanto dimos ni volvemos a recordarlo con cierta nostalgia, será plenamente un olvidarse de sí mismo para vivir el la pobreza de Cristo. Pues ¿qué teníamos que no se nos fuera dado antes?

La renuncia implica de por sí, sacrificio, dolor y un dar que cuesta; no es que no tenga mérito ¡No, no es eso! Pero no es tan fructífero como el desprendimiento.
Si diéramos una mirada a nuestra vida religiosa, cuando ya han pasado 10,20, o más años, viviendo nuestros votos, cumpliendo nuestra misión de mujeres y hombres orantes, podríamos preguntarnos… ¿Cuantas cosas hemos recuperado que el día de mis votos me desprendí o renuncie? Sí, algunas cosas que hemos recuperado, ciertamente no son tan evangélicas, hay que decir la verdad, otras son realmente evangélicas, pero otras no lo son en nada y obviamente también nos hemos creado otras necesidades que antes no teníamos.
Pero escuchemos qué nos dice Jesús: «Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Jesús nos invita a seguirle sin tener seguridades, pero… ¿Estamos seguras de vivir un estilo de vida tan loco? ¿Qué nos pide hoy a los consagrados en la Vida Religiosa? Necesitamos vivir un nuevo y decidido testimonio evangélico de desprendimiento generoso y de sobriedad, un estilo de vida fraterna inspirado en criterios de sencillez, obertura a cuanto hayamos de decidir y con ese estilo propio del que ama, saber responder a nuevas y viejas maneras de seguir a Cristo en su pobreza, más queremos insistir: «El sentido primero y último de los consejos evangélicos es imitar a Cristo. No se trata simplemente de practicar la castidad o virginidad perfecta, la obediencia y la pobreza, sino de revivir el mismo estilo de vida de Cristo. (Cf. Seguimiento e imitación de Cristo. Sentido cristologíco de la vida religiosa. Aut.Severino Mª Alonso, C.M.F.).

Nos queremos referir con ello a lo que recoge el evangelista (Mat. 13,51-52). «Él les dice:” pues bien todo maestro de la ley que se hace discípulo del Reino del Cielo, es parecido a una cabeza de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”» Pero para este estilo de vida, que desearíamos vivir, existe un espacio generacional importante ya que las comunidades religiosas ya sean claustrales o apostólicas, sus miembros son numéricamente de edad avanzada y hay pocas religiosas jóvenes para intentar hacer cambios realmente sustanciales de la vida día a día y si hiciésemos una revisión de vida a fondo nos haría falta una gran dosis de humildad y agradecimiento entre ambas generaciones
La humildad nos haría poseer la pobreza de espíritu que nos llevaría a construir una verdadera comunidad fraterna y gozar de Dios en nuestra casa, por la paz y madurez en nuestras manifestaciones comunitarias. Y viendo en esta vida cuan misericordioso es Dios con nuestras imperfecciones, nos hará elevar nuestra oración de alabanza de aquel que todo lo agradece, tanto si se lo dan, tanto si se lo quitan.
El voto de pobreza nos da la libertad para entregarnos al amor, pero…«Estemos todos atentos en encauzar rectamente sus afectos, no sea que el uso de las cosas del mundo y un apego a las riquezas contrario al espíritu de pobreza, nos impida la prosecución de la caridad (Lumen Gentium nº 42).
Pero nos podemos preguntar… ¿Cuándo un religioso es pobre?, no se trata tanto de una pobreza material, sino de una pobreza hecha en el corazón. Cuando un religioso pone mil y una excusas para dejar de hacer un hábito determinado, aún pareciendo que es bueno o bien se encapricha de cambiar de celda o de lugar en el coro, o para perseverar en el oficio que se le ha dado o bien en quitárselo, en ocasiones no tiene ningún inconveniente en chantajear al superior para conseguir lo que desea. Este tipo de religiosas sufren una de las peores enfermedades, llamada «egoísmo que junto con la pereza y un carácter violento, las impiden en crecer en las virtudes.

Cuando la voluntad no está ordenada a la caridad, «Sólo servimos a un amo, nosotros mismos». Luego… ¿Dónde tiene la religiosa la libertad? Su libertad está en despojarse de sus excusas, de sus riquezas; ¿Dónde quedaron las palabras de Jesús: «Ven y vende cuanto tienes y dáselo a los pobres y sígueme? Para un ser que vive la adaptación a su ambiente no consiste en abandonar su verdadera identidad, sino más bien en robustecerse dentro de la vitalidad que le es propia.
Una religiosa debe de aprender a estar disponible para cambiar de rumbo en su vida, en todo momento y circunstancias. Debe de ser capaz de expresar su generosidad«Hasta el extremo»tal como lo hizo Jesús. Darse a la Iglesia, a la Orden, a la comunidad, con alegría.
Con este desprendimiento de su vida, de costumbres y de todo lo que supone seguridad, la religiosa sabrá adaptarse a cualquier cambio y así fortalecerá todas las virtudes y llegar a saber y conocer, realmente qué es ser libre.
Cuando decimos«Queremos ser pobres como Jesús» no estamos afianzando del todo este consejo evangélico, porque en realidad a lo que debemos de aspirar es a «Tener la pobreza de Jesús»para poder de verdad enriquecer a nuestras hermanas y a nosotras mismas.

«La pobreza vivida efectivamente poniendo en común los bienes, comprendido el salario, testimoniará la espiritual comunión que os une y será un reclamo viviente para todos los ricos» (CF. ET 21)
Para expresar la pobreza de Cristo, san Pablo nos dice«Se vació a sí mismo (Flp 2,6-11) ese vaciar, es una actitud interior que nos hace revalorizar nuestra humanidad dándole un sentido cristologíco y no meramente una manera de ser pobre o bien que nos hagan pobres sin oponernos a ello. Muchas veces hemos disfrazado a la pobreza con atuendos poco elegantes; Creo que podríamos pensar cuerdamente que la religiosa que es poco aseada en su persona o bien en sus oficinas, celda etc., está muy lejos de conocer y poder gozar de la pobreza de Jesús.
La santidad no convive con la suciedad, puesto que ello sería un afecto desordenado.
A este respecto recuerdo una anécdota. Una religiosa que era priora de una comunidad, usaba unos cubiertos de alpaca para hacerse más pobre que sus hermanas que comían con cubiertos de acero inoxidable. Un día la religiosa que atendía el refectorio se olvidó de ponerle sus cubiertos de uso particular y también de dejarle medio limón (el que retiró era algo repugnante que utilizaba para limpiar los cubiertos). Cuando la priora vio que no tenía sus cubiertos llamó a la religiosa encargada del refectorio y la amonestó muy duramente por tal descuido. La religiosa callo y pidió perdón.

¿Qué podemos aprender de cómo entiende esta priora la pobreza?, simplemente no tuvo una formación adecuada y por suerte el resto de la comunidad la tenían por una buena monja, pero anticuada, el problema surge cuando llegan las postulantes, que al ver tal cosa se ríen de la religiosa todo y siendo la priora. Pero nadie se le ocurrió decirle que lo que hacía no era pobreza sino miseria, por la razón de que ella se enorgullecía de serlo. Esto nos lleva a aprender que no debemos hacer creer que somos mejores que los demás, la pobreza exige humildad y saber aceptar aquello que nos dan y saberlo agradecer.
Pero la pobreza además para ser un testimonio, primero debe de ser personal y a la vez comunitaria, por eso-dice el Concilio- teniendo en cuenta las circunstancias de cada lugar, esfuércense en dar testimonio colectivo de pobreza (PC 13)
¿Pero realmente nos enseñan a ser pobres o nos obligan a ello en algunos monasterios?

Nos encontramos con otra realidad. Es el día de Reyes y la Madre Maestra le da a la postulante lo que los Reyes le han traído de regalos. En una cesta se halla unos libritos pequeños de diversos santos, una libreta, un lápiz, carbón de azúcar, y algunas cosas más. La postulante muy contenta coge los regalos, pero la Madre Maestra se lo impide, le dice que sólo puede coger dos cosas, la postulante sorprendida le dice: «Vd.no me deja que yo tenga la libertad de ser pobre, me la impone, si todo esto es para mí, déjeme que sea yo la que decida voluntariamente lo que quiero dejar o tomar», la Madre Maestra no supo qué contestarle hasta el día siguiente en que ambas hablaron, y sorprendentemente hay que decir que la Madre Maestra entendió lo que la postulante le mostraba, nunca se le había ocurrido lo de ser pobre voluntariamente y una nueva luz penetró en la Maestra que le sirvió para saber vivir esa pobreza voluntariamente con más felicidad que antes que la vivió impuesta.

Es efectivamente cierto que existe pobreza y una cierta miseria entre algunos religiosos, pobreza y miseria humana y espiritual; pero debemos generosamente atrevernos a vivir con ella con amor misericordioso, tal como nos ama Jesús y no desfallecer ante la pauperación, sino más bien animándonos unas a otras con ejemplos que nos estimulen a cumplir por amor lo que hemos prometido. Alguien escribió«Quienes ayudan a los necesitados con los bienes que poseen, ofrecen un sacrificio con los bienes que reparten, porque inmolan a Dios algo y se reservan algo para sí mismos, pero los que no se reservan nada, ofrecen un holocausto, que es más que un sacrificio». Así debe vivirse la pobreza de Cristo«En holocausto», pero felices.

El Concilio Vaticano II, en PC 13, nos exhorta a todos los religiosos a cultivar con diligencia la pobreza voluntaria en el seguimiento de Cristo, como signo y testimonio en el mundo que hoy nos está mirando, unos con esperanza y otros con indiferencia o rechazo.
Hoy, nos es necesario saber vivir la pobreza de Cristo buscando nuevas formas de vivirla, en la mesa de autoservicio de los monasterios que se autosirven las religiosas la comida, es el lugar por excelencia donde podemos observar, ante todo la caridad y tras ella la pobreza. Caridad, cuando en lugar de manosear la fruta, buscando aquella que más nos gusta, generalmente la más madura y grande, tomamos sin escoger la mejor, tal como viene, pues de lo contrario estamos dejando la fruta que no queremos a las demás hermanas y con ello faltamos a la caridad y a la pobreza escogiendo las más grandes o tomando gran cantidad de ella; ponemos de ejemplo la fruta, pero podemos aplicar el ejemplo a cualquier cosa; os lo dejo a vuestra consideración.

San Vicente Ferrer, en el Tratado de la Vida Espiritual, cap.1, nos dice:«Conviene ante todo quien desee servir a Dios, menosprecie todas las cosas terrenas, que las repute como escoria y en tanto se sirva de ellas en cuanto de ellas tuviere necesidad, hay que saber soportar incomodidades por amor a la pobreza.
Siguiendo ejemplos podemos citar el de una niña de 6 años a la que su madre le da dos reales para que se la de a un indigente que estaba sentado en el sótano del metro. La niña besa la moneda por las dos caras tal como se lo había enseñado su familia y se la da al pobre. Al punto el hombre, pone mala cara y comienza a maldecidlas con toda clase de palabras irreverentes. La niña sorprendida ante aquella reacción le dijo a su madre: « ¡Mamá, este señor no es pobre!» su madre se queda mirándola y le dice: « ¿Por qué hijita mía dices que este señor no es pobre? La niña muy serena le contesta: «porque los pobres son agradecidos».
Su madre quedó muy sorprendida ante aquella respuesta y le dijo: ¿Dónde has aprendido esto? en casa no y en la escuela menos. La niña le dijo: ¡no, no, mamá lo acabo de aprender de aquí dentro! La niña se golpeaba el pecho repetidamente, entonces su madre comprendió lo sucedido y le respondió: « Bueno hijita, no te preocupes, el que te enseña estas cosas es el Santo Espíritu».
Bien, esta anécdota verídica nos presenta toda una lección, «El que es pobre de verdad, es agradecido» y si somos agradecidos también seremos generosos para dar lo que somos y tenemos sin miedo, porque con la práctica de la pobreza se adquiere la caridad que es el fin de todas las virtudes, podríamos decir que el hecho de ser agradecido es significativo de la humildad, que es la reina de las virtudes como la llamaba Santa Teresa de Ávila. (CF. Camino de perfección del Escorial 24,1)

Algunos religiosos parecen estar preocupados por el lenguaje que los miembros de la Vida Consagrada usan para programar y evaluar todas las actividades apostólicas. Sí, ciertamente es así, y ello es consecuencia de la evolución cultural de nuestra sociedad, que con las nuevas técnicas de informática, comunicación y marketing, hacen necesario utilizarlas para podernos entender con el mundo en el cual vivimos, para ganarlo todo por entero para el Reino de Dios.
Las comunidades no son empresas financieras, es una empresa humana y divina, a lo que ello nos debe de saber ser responsables para saber llevar a término cualquier Misión apostólica aunque tenga pérdidas económicas ya que se trata de ganar no dinero ni prestigio, sino almas que amen a Dios.
Todo aquello que nos aparte de realizar nuestra misión, calculando unas posibles pérdidas o ganancias en nuestras cuentas bancarias, nos hará irremisiblemente olvidar que somos hijos e hijas de nuestros fundadores o fundadoras que supieron vivir la pobreza de Jesús.
Nos podríamos formular algunas preguntas tales como… ¿Nuestras comunidades religiosas saben lo que es tener tener alguna vez en sus cuentas bancarias en números rojos, como muchas familias que no llegan a final de mes? ¿Cómo vivimos individualmente y comunitariamente la pobreza? Ya que posiblemente seamos más afortunadas que algunas familias porque gozamos de una cierta seguridad, hay que decir que esta relativa pero cierta seguridad se utiliza para ayudar al mundo necesitado en sus diversas precariedades.
La Vida Religiosa como seguimiento de Cristo, debe renunciar a ciertas formas de excesiva«Seguridad » material para convertirse en testimonio fehaciente de fe incondicional en el Señor (CF«La vida Consagrada»Cáp. (Severiano Mª Alonso, C.M. F.) Por eso insistimos que se haga una revisión personal y comunitaria de cómo estamos hoy viviendo la pobreza en un mundo tan sumamente marcado por«El usar y tirar».sin pensar en «El otro» que no tiene nada que tirar. ¿Realmente comprendemos el alcance a que nos lleva ser «Esposas de Cristo» en ese seguimiento de la pobreza que él nos propone para gozar de la Vida Eterna?

El ejercicio de la libertad es esencial para una madurez personal y espiritual, saber discernir, qué grado de pobreza voluntaria deseo ofrecer al Señor, dependerá muchas veces del entorno donde se vive y de la determinación de nuestro propósito de fidelidad; en nuestra voluntad está dejarse llevar por el medio donde vivimos o bien por el grado de amor a la pobreza de Jesús que tengamos para que revierta en primer lugar en una humildad que haga florecer la belleza del Amor de Caridad.
PUBLICADO EN LA REVISTA TEOLOGÍA ESPIRITUAL LIII-N 158-MAYO-AGOSTO 2009

LA VIRGINIDAD



Con la conclusión de este delicado tema de la virginidad, deseo que les haya servido de ayuda para mejor comprender las situaciones difíciles de nuestros hermanos.

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Pero, sabemos que el miedo nos paraliza toda acción, ya sea positiva o negativa, pero si no queremos morir, debemos sacar provecho de nuestros miedos y sería bueno que nos preguntásemos ¿Esto que estoy pensando o haciendo lo haría Jesús o María, es santo lo que estoy haciendo conmigo o con los demás? Ciertamente la experiencia nos ha confirmado que a menudo este tipo de personalidad intenta esconder la realidad que les tortura y suelen huir de compartir la vida comunitaria, y se entregan a sí mismas viviendo en soledad una vida consagrada sin tener apenas relación con sus hermanas de comunidad más que en lo necesario y sobre todo conveniente para ellas. Generalmente son incapaces de dejarse amar y cuentan con pocas amistades en el verdadero sentido del amor de amistad con el que nos relacionamos con el mismo Dios nuestro.

Pero para dar a comprender el alcance de lo que estamos exponiendo, vamos a relatar una experiencia de este tema, para que nos ayude a todos a comprender estas situaciones dolorosas para no sólo comprenderlas sino también para tener misericordia y si se dejan, poderlas ayudar.
Se trata del caso de una hermana de 70 años que ha sido diagnosticada de osteoporosis muy avanzada en las caderas y por su frágil salud los médicos no se atrevían a operarla, y ella sabe que terminará en una silla de ruedas. Esta hermana estaba sentada en el jardín, y otra hermana que sabía la situación en que se halla se acerca y tras saludarla quiso consolarla y le dijo: « No esté triste hermana, yo rezaré por Vd., para que Jesús la sane» entre tanto la hermana que quería consolarla tomó con gran ternura sus dos mejillas entre sus manos, pero la hermana enferma endureció sus facciones y muy nerviosa intentaba con cierta brusquedad desasirse de las manos que acariciaban su rostro; y tras lograrlo, añadió:« ¿No sabe que no nos podemos acariciar ni tocar movidas por nuestros sentimientos?.
Bien, aquí tenemos un amor frustrado, una virginidad mal entendida, que aboca en consecuencia a no saber vivir con la libertad de los hijos de Dios ese amor virginal.
Esta religiosa es incapaz de dejarse amar, vive mutilada de una parte importante de su personalidad ya que no ha sabido desarrollar su sexualidad. Por ello su afectividad está reprimida y es incapaz de acariciar o dejarse acariciar por otra hermana.
Hay que aprender a amar con un corazón virgen pero humano, sólo así es posible que ese amor tienda a vivirse en radicalidad y será significativo el hecho de que en todo amor humano, estamos amando a Cristo, en el hermano/na; será un amar del amor y en el amor de Cristo.
« La preocupación del Vaticano II para que se entienda la grandeza del don recibido de la virginidad consagrada es en sí, una fuente de un compromiso de generosa respuesta y atento discernimiento vocacional. En el fondo esta preocupación está antes de nada la conciencia de la nueva sensibilidad, propia del hombre contemporáneo, respecto a la sexualidad en cuanto a componente fundamental de la personalidad, en un modo suyo de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, de expresar y de vivir el amor humano» (Congregación para la educación católica, orientaciones educativas sobre el amor humano ( nº 4)
De ahí la necesidad de proponer la virginidad consagrada, no como renuncia o represión de la sexualidad o de la afectividad, sino como una decisión de una manera de vivir y asumir la oblación de nuestra vida por el Reino. Pero no olvidemos que para ello necesitamos formación humana y espiritual sino queremos fracasar en el amor.
El caso presentado de está hermana que rechaza la afectividad, no es un caso aislado, ocurre con más frecuencia de lo que pensamos. Estas situaciones pueden pasar inadvertidas, viviendo a nuestro lado durante muchos años, incluso hasta la muerte y no darnos cuenta, de cuan grande es su soledad y todo lo disculpamos pensando…¡Ah! es su carácter, es así, fría y distante etc.
Existen desequilibrios en la personalidad que atañen sobretodo a la conducta del individuo sobretodo en la afectividad, que si no se descubren y no reciben ayuda, la religiosa en cuestión, puede vivir toda su vida de consagrada con gran amargura y desasosiego.
Pero tenemos por experiencia, que es más traumatizante para el/la religiosa, a aquella persona que niega su sexualidad y rechaza con desprecio e incluso con una cierta repugnancia al sexo opuesto, que aquel otro que tiene que luchar todos los días para mantenerse fiel a Cristo con su voto de virginidad. Por lo menos este último caso tiene la sensibilidad desarrollada, situación que por ella le permite poder encauzar hacia a Dios su afectividad, camino y fin de su voto. Pero tal como ya hemos mencionado, aquel que niega su propia sexualidad, y sus sentimientos afectivos o la ajena, vive amargado y amarga a sus hermanos/as de comunidad.
Nuestra vida comunitaria debe ser construida en la Trinidad, así caminará hacia la plenitud Cristocéntrica, cuando viva la «Verdad» con profunda «Unidad». Todos nos tenemos que ayudar y sobretodo, dejarnos ayudar con verdadera humildad para caminar juntas, de lo contrario no existe propiamente una comunidad religiosa; hay grupos que se unen, que tienen afinidades, pero que no alcanzaran a gozar de la unidad, tal como es vivida por la Trinidad.
Cuando una hermana no halla lo que necesita dentro de la comunidad, busca por todos los medios subsanar su deficiencia y lo busca en el exterior del monasterio. Esto conlleva riesgos que muchas veces no se han previsto y es que al final dicha hermana prefiera vivir aislada de su comunidad y vivir su amistad con personas ajenas al monasterio y corre el peligro de perder su vocación si esta desviación de su afecto no es corregido a tiempo. Por eso es necesario que nuestros superiores den a sus hermanas la afectividad y comunicación que cada una de ellas necesita. Existen hermanas en algunas comunidades que pocas veces tienen la oportunidad de poder hablar, de expresar lo que piensan o de explicar algo que le ha sucedido o que apenas pueden tener una conversación de amistad con una u otras hermanas porque no hay la oportunidad de poderse reunirse, ya que cada una tiene su tiempo ocupado con sus tareas etc.

En definitiva, si una comunidad no tiene entre sí una relación de amistad, no hay comunidad fraterna, que esto no nos lleve al engaño, no se trata de sólo hablar, sino de tener una determinada amistad fraterna entre las hermanas, donde podamos hallar: escucha, afectividad, comprensión, diálogo, y no criticar aquello que no nos gusta de tal o cual hermana, aún que se verdad de manera pública, sino buscar entre todas una solución para mantener viva nuestra comunicación afectiva y fraterna entre las hermanas.
Cuando una comunidad pierde la alegría de manifestar su afectividad ya sea personal o comunitaria, es necesario revisar qué ocurre, pues no es la edad ni la enfermedad la que nos impedirá de manifestar nuestra alegría sino ¿Cómo anda nuestra fidelidad a los votos que hicimos un día?
Existe en el hombre mucha debilidad y también mucha fortaleza, el pecado que nos ha herido nos hace vulnerables a ambas actitudes, por ello no podemos perder la oportunidad de afianzar todo aquello que nos haga ser felices y comunicar esa felicidad a los demás de manera que ellos también se sientan invitados a corresponder a la gracia que el Señor nos da de vivir en su casa. Hemos quebrantado muchas veces su Alianza, no somos como deberíamos ser y todos lo sabemos, nadie está libre de pecado ni el más justo, pero nuestro Dios es un Dios de perdón y de misericordia, es cierto que nos hará pasar por el desierto, pero vale la pena encontrarnos con Dios, después de la prueba, ya que ello significa que él siempre nos ha estado acompañando para que pudiésemos superarla.

Las consagradas a Dios, hemos de vivird Consagrada.

Recordemos el pasaje (Jo.21, 17) Dice Jesús a Simón Pedro: « Simón de Juan, ¿me amas más que a estos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta a mis ovejas» Por tres veces consecutivas el Señor Jesús le preguntó si le quería, pero sólo en la primera vez jesús le hace la pregunta más directa y comprometedora. Simón de Juan « ¿Me quieres más que a estos? Esta es la pregunta que define un seguimiento de Cristo en la virginidad, en amarle por encima de todos los demás pero no dejándolos de amar. El hecho que Jesús desee una respuesta certera es porque tal respuesta debe de conllevar una misión, en este caso el gobierno de la nueva Iglesia de Cristo y para tal misión se precisa un amor grande, como un amor grande se necesita para consagrarse toda la vida a amar a Dios que nos ha llamado a ser sus esposas para que con nuestro silencio adorante y nuestros ejemplos evangélicos, hagan conocer a toda la humanidad, que la Vida Consagrada tiene un valor infinito no solo por tratarse de un reflejo de la Vida de Dios sino también en la vida de un mundo, que se debate entre la gracia y el pecado, entre el saber y la ignorancia, entre el egoísmo y la generosidad, entre la fe y la indiferencia de lo transcendente.
Estamos aquí, para dar más santidad y hermosura a la Iglesia con nuestra vida de oración e intercesión por los sufrimientos de todos nuestros hermanos; por ello somos esposas de Cristo unidas a él en su Pasión , muerte y resurrección y sin dilaciones darnos por amor en la obediencia, pobreza y virginidad de modo que nuestra misión sea eficaz por la sacramentalidad de nuestra oblación y saber dar respuestas a un mundo que pocas veces ha entendido qué hacemos encerradas sin hacer nada que sea rentable, positivo y evidente en la sociedad.
Les propongo a cuantos consideran que nuestra misión no tiene futuro, que nos estamos extinguiendo por falta de vocaciones o que no servimos para nada, se acerquen a algún monasterio y hablen cara a cara con algunas monjas. Les aseguro que lo que hablen con ellas no les dejara igual que antes de entrar en el monasterio. Quizás podrán marcharse con una actitud fría o caliente, pero nunca saldrán indiferentes la virginidad con responsabilidad, como una madre cuando queda encinta, sabe que debe de cuidadse para que lleguen a término lo que ha engrandado en sus entrañas. Así pues, dejemos que el Espíritu Santo nos haga fecundas como lo fue la Virgen María con su «Fiat», que aletee el Espíritu en cada una de nosotras para ser fecundas en el amor virginal, por la oración, la caridad, la pobreza y la penitencia verdadera, para dar testimonio de nuestro desposorio con Cristo.

El Espíritu nos hace ser ofrenda total al Padre por el Hijo, ya que hemos descubierto la presencia de Jesús y deseamos conocerle más íntimamente en la soledad amorosa, semejante a lo que tenemos que vivir con nuestras hermanas de comunidad, para hallar la verdadera «Unidad».Consagrar significa inmolar algo que ofrezco precisamente porque amo y debo dejarme amar y morir para hallar la «Vida». Así nuestra consagración se realiza a través de la austeridad de la pobreza, de la humildad y muy especialmente con la fecundidad amorosa de una virginidad consagrada donde no sean excluidas mis hermanas, de ser amadas con todas nuestras fuerzas, ya que si no las amamos como Jesús las ama, tampoco sabremos amar a Jesús en la Virginidad.
PUBLICADO EN LA REVISTA TEOLOGÍA ESPIRITUAL LIII-n 158-mayo-agosto
2009

QUIERO SER LA ESPOSA DE CRISTO

III PARTE

LA VIRGINIDAD

H

ace algún tiempo me preguntaba… ¿Qué término me gustaría emplear para definir lo que llamamos«Un amor indiviso», virginidad o castidad, quizás celibato o bien simplemente continencia.

Tales términos nos muestran una realidad que prácticamente desde siempre y en todas las culturas, fue poco comprendida. No obstante prefiero hablar en la expresión «Virginidad» tanto para la mujer como para el varón, a pesar de sus resonancias femeninas, quizás porque en la mujer la virginidad expresa una dimensión más íntimamente relacionada con sus entrañas vacías de fertilidad maternal, pero rebosante de ella en el corazón. Esa es la dimensión propia de la esposa de Cristo, como lo fue su Madre, la Virgen María, que se hizo madre en el corazón antes que en sus entrañas.

En el AT, la virginidad no es apreciada más que para antes del matrimonio, pero como estado permanente la mujer virgen es considerada como un deshonor, un castigo divino, igual que la esterilidad, la castración y la impotencia conyugal.

El exponente más negativo de la virginidad, quizás lo podemos hallar en (Jue. 11,37), donde podemos leer lo que la hija de Jelté, al enterarse del voto cruel de su padre: «Concédeme esta gracia: déjame libre durante dos meses para ir por los montes con mis compañeras llorando mi virginidad».

El motivo de su llanto no se debía por el hecho de tener que morir joven, ni tan siquiera el injusto y horrible voto de su padre Jelté, sino el morir virgen sin haber dejado descendencia.

A pesar de todas las connotaciones negativas que hallamos en el AT, tenemos que alegrarnos de hallar aún que tardíamente en el AT, el hecho positivo de anunciar que la virginidad es una bendición, cuando proclama« Bendita a la estéril sin mancha, que no conoció el lecho pecaminoso» (Sab. 3,13).

En cambio, en el NT, hallamos el verdadero sentido de la virginidad« Ya está aquí el esposo: salid a su encuentro» (Mat. 25,6) y Jesús viene precedido del amigo (Jo.3,29) a su comunidad que es virgen, casta (2ª Cor.11,2); lo espera en ayuno (Mc.2,20) y en oración-predicación(1Cor.11,26).Así pues en el NT la virginidad testimonia la nueva realidad « No se toma mujer ni marido» (Mat.22,30), la realidad escatológica ya ha llegado, «Santos de cuerpo y espíritu»(1ª Cor.7,34) y permanece en la tierra en cada hombre o mujer que el Señor ha consagrado para sí.

¿Pero que es en sí la virginidad? , sino un estado de inocencia, cuyo único fin es amar a Dios sobre todas las cosas. Y ¿Puede haber alguna diferencia significativa con la castidad? A mi modo de ver, las encuentro quizás porque soy mujer y no puedo darle igual sentido a uno y otro modo de amor indiviso. El joven apóstol Juan que reclinaba su cabeza sobre el pecho de Jesús, se nos presenta como virgen de cuerpo y espíritu, pero si comparamos con Pedro, hombre casado, tuvo que hacer uso del matrimonio, con lo cual al menos su cuerpo dejó de ser virgen, aunque posteriormente por el hecho de seguir a Jesús y anunciar el Reino, se mantuvo casto o célibe, pero no poseía ya la virginidad inicial de la inocencia del cuerpo que perdió al hacer uso legítimamente de su condición y deber de esposo.

Pedro, tuvo que pasar momentos de dura prueba en su castidad, al negar por tres veces conocer a Jesús, pero la gracia actúo en él, para edificar a una Madre, la Iglesia de Cristo. Su castidad en el momento de la negación sólo repercutió en su corazón, en cambio su cuerpo permaneció casto. Su arrepentimiento fue fecundado por esa gracia para llevar a cabo el plan divino y esa Madre, hoy goza de millones de fieles que se alimentan de ella.

¿Y qué diremos de la virginidad del apóstol Juan? Sí, también fue fecundado su espíritu por la sabiduría, de tal modo que es considerado el evangelista más entregado a escuchar la Palabra y darle sentido teológico en sus expresiones e interpretaciones literarias, por ello es considerado además por «El joven contemplativo de la Vida de Dios»

No cabe duda que la manera de vivir la sexualidad del uno y del otro (los apóstoles Pedro y Juan), son posiblemente una referencia o aspectos a tener en cuenta, más que diferenciarse y por ello se complementan: acción y contemplación.

La sexualidad vivida ordenadamente, con plena madurez, nos hará llegar a cotas muy altas de nuestra vida espiritual, pues forma parte y es integrante de nuestra personalidad. Cuerpo y alma van juntos, para que con la gracia podamos gozar de ambos, no sólo para amarnos a nosotros mismos sino también al prójimo con el mismo amor con que Dios nos ama. Al menos no dejemos nunca de intentarlo.

Para evaluar la virginidad, sólo hay a nuestro modo de entender, una manera de medirla –si es que pudiésemos medirla- y sería, saberme amarme a mí misma con amor reverencial y con ese mismo amor, amar a mis hermanas, y a toda la humanidad sin olvidar que nuestro amor debe ser extensible a toda la naturaleza, a nuestro planeta; ya que es creación de Dios y por lo tanto si no amamos todo lo que él ha creado, dejamos una parte importante de poder avanzar en el camino del espíritu.

¿Y qué sería lo que nos impulsaría a amar con tanta vehemencia? La razón es muy sencilla«Saberse habitada por la TRINIDAD» En ella todo es poseerse y dejarse poseer, sin retenerse el Uno al Otro, es un dar y tomar, pero todo con la misma intensidad, no más Uno que el Otro, pero todo en grado infinito.

Sabemos que la propiedad del amor, es poseer y ser poseídos en igualdad, por esa razón el amor nos hace ser criaturas libres y no tenemos otra ocupación que«Vivir una intensa amistad con Dios y en él a toda la humanidad, a todo el cosmos.

Esta amistad exige una gran pureza de corazón; reconocer la belleza, mi belleza corporal y la belleza corporal del otro, sin entretenernos en ella y también gozar de la belleza espiritual de mi hermana. Todo esto, nos hará vivir la virginidad plenamente en agradecimiento al Dador de todas las cosas, esta circunstancia nos enseñará a conocer que somos capaces de amar y expresar ese amor no sólo verbalmente, sino también con el lenguaje del cuerpo, el cual es el más delatador de nuestros sentimientos, porque se presenta de modo muy espontáneo y casi inconscientemente frente a los demás y nos permite trasparentar nuestra afectividad y al mismo tiempo percibir el afecto o rechazo de nuestro prójimo.

Ahora bien, cuando se tiene miedo de tratar temas referentes a la sexualidad, es un signo de falta de madurez. El individuo inmaduro acostumbra a rechazar no sólo la sexualidad del otro-ya sea masculino o femenino- sino su propia sexualidad.

El miedo siempre es nuestro enemigo, nos impide amarnos y amar a otros, nos impide conocernos y conocer cómo son los demás y en consecuencia nos inhabilita para el amor.

«Dios vio que todo lo había hecho era muy bueno» (Gn.1, 3). Si Dios todo lo hizo santo, luego… ¿Por qué tener miedo? ¿Por qué huir de una amistad verdadera? ¡Ah! cuan dañino ha sido para muchas religiosas, lo de prohibirse las amistades particulares y ser observadas como si fuesen pecadoras. Sólo huyen aquellos/as que no se han enamorado verdaderamente de Jesús, o bien presentan desequilibrios en su personalidad que les impide fortalecer este amor y toda relación humana la contemplan como pecaminosa.

Pero, sabemos que el miedo nos paraliza toda acción, ya sea positiva o negativa, pero si no queremos morir, debemos sacar provecho de nuestros miedos y sería bueno que nos preguntásemos ¿Esto que estoy pensando o haciendo lo haría Jesús o María, es santo lo que estoy haciendo conmigo o con los demás? Ciertamente la experiencia nos ha confirmado que a menudo este tipo de personalidad intenta esconder la realidad que les tortura y suelen huir de compartir la vida comunitaria, y se entregan a sí mismas viviendo en soledad una vida consagrada sin tener apenas relación con sus hermanas de comunidad más que en lo necesario y sobre todo conveniente para ellas. Generalmente son incapaces de dejarse amar y cuentan con pocas amistades en el verdadero sentido del amor de amistad con el que nos relacionamos con el mismo Dios nuestro.

Pero para dar a comprender el alcance de lo que estamos exponiendo, vamos a relatar una experiencia de este tema, para que nos ayude a todos a comprender estas situaciones dolorosas para no sólo comprenderlas sino también para tener misericordia y si se dejan, poderlas ayudar.

Se trata del caso de una hermana de 70 años que ha sido diagnosticada de osteoporosis muy avanzada en las caderas y por su frágil salud los médicos no se atrevían a operarla, y ella sabe que terminará en una silla de ruedas. Esta hermana estaba sentada en el jardín, y otra hermana que sabía la situación en que se halla se acerca y tras saludarla quiso consolarla y le dijo: « No esté triste hermana, yo rezaré por Vd., para que Jesús la sane» entre tanto la hermana que quería consolarla tomó con gran ternura sus dos mejillas entre sus manos, pero la hermana enferma endureció sus facciones y muy nerviosa intentaba con cierta brusquedad desasirse de las manos que acariciaban su rostro; y tras lograrlo, añadió:« ¿No sabe que no nos podemos acariciar ni tocar movidas por nuestros sentimientos?.

Bien, aquí tenemos un amor frustrado, una virginidad mal entendida, que aboca en consecuencia a no saber vivir con la libertad de los hijos de Dios ese amor virginal.

Esta religiosa es incapaz de dejarse amar, vive mutilada de una parte importante de su personalidad ya que no ha sabido desarrollar su sexualidad. Por ello su afectividad está reprimida y es incapaz de acariciar o dejarse acariciar por otra hermana.

Hay que aprender a amar con un corazón virgen pero humano, sólo así es posible que ese amor tienda a vivirse en radicalidad y será significativo el hecho de que en todo amor humano, estamos amando a Cristo, en el hermano/na; será un amar del amor y en el amor de Cristo.

« La preocupación del Vaticano II para que se entienda la grandeza del don recibido de la virginidad consagrada es en sí, una fuente de un compromiso de generosa respuesta y atento discernimiento vocacional. En el fondo esta preocupación está antes de nada la conciencia de la nueva sensibilidad, propia del hombre contemporáneo, respecto a la sexualidad en cuanto a componente fundamental de la personalidad, en un modo suyo de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, de expresar y de vivir el amor humano» (Congregación para la educación católica, orientaciones educativas sobre el amor humano ( nº 4)

De ahí la necesidad de proponer la virginidad consagrada, no como renuncia o represión de la sexualidad o de la afectividad, sino como una decisión de una manera de vivir y asumir la oblación de nuestra vida por el Reino. Pero no olvidemos que para ello necesitamos formación humana y espiritual sino queremos fracasar en el amor.

El caso presentado de está hermana que rechaza la afectividad, no es un caso aislado, ocurre con más frecuencia de lo que pensamos. Estas situaciones pueden pasar inadvertidas, viviendo a nuestro lado durante muchos años, incluso hasta la muerte y no darnos cuenta, de cuan grande es su soledad y todo lo disculpamos pensando…¡Ah! es su carácter, es así, fría y distante etc.

Existen desequilibrios en la personalidad que atañen sobretodo a la conducta del individuo sobretodo en la afectividad, que si no se descubren y no reciben ayuda, la religiosa en cuestión, puede vivir toda su vida de consagrada con gran amargura y desasosiego.

Pero tenemos por experiencia, que es más traumatizante para el/la religiosa, a aquella persona que niega su sexualidad y rechaza con desprecio e incluso con una cierta repugnancia al sexo opuesto, que aquel otro que tiene que luchar todos los días para mantenerse fiel a Cristo con su voto de virginidad. Por lo menos este último caso tiene la sensibilidad desarrollada, situación que por ella le permite poder encauzar hacia a Dios su afectividad, camino y fin de su voto. Pero tal como ya hemos mencionado, aquel que niega su propia sexualidad, y sus sentimientos afectivos o la ajena, vive amargado y amarga a sus hermanos/as de comunidad.

Nuestra vida comunitaria debe ser construida en la Trinidad, así caminará hacia la plenitud Cristocéntrica, cuando viva la «Verdad» con profunda «Unidad». Todos nos tenemos que ayudar y sobretodo, dejarnos ayudar con verdadera humildad para caminar juntas, de lo contrario no existe propiamente una comunidad religiosa; hay grupos que se unen, que tienen afinidades, pero que no alcanzaran a gozar de la unidad, tal como es vivida por la Trinidad.

Cuando una hermana no halla lo que necesita dentro de la comunidad, busca por todos los medios subsanar su deficiencia y lo busca en el exterior del monasterio. Esto conlleva riesgos que muchas veces no se han previsto y es que al final dicha hermana prefiera vivir aislada de su comunidad y vivir su amistad con personas ajenas al monasterio y corre el peligro de perder su vocación si esta desviación de su afecto no es corregido a tiempo. Por eso es necesario que nuestros superiores den a sus hermanas la afectividad y comunicación que cada una de ellas necesita. Existen hermanas en algunas comunidades que pocas veces tienen la oportunidad de poder hablar, de expresar lo que piensan o de explicar algo que le ha sucedido o que apenas pueden tener una conversación de amistad con una u otras hermanas porque no hay la oportunidad de poderse reunirse, ya que cada una tiene su tiempo ocupado con sus tareas etc.

En definitiva, si una comunidad no tiene entre sí una relación de amistad, no hay comunidad fraterna, que esto no nos lleve al engaño, no se trata de sólo hablar, sino de tener una determinada amistad fraterna entre las hermanas, donde podamos hallar: escucha, afectividad, comprensión, diálogo, y no criticar aquello que no nos gusta de tal o cual hermana, aún que se verdad de manera pública, sino buscar entre todas una solución para mantener viva nuestra comunicación afectiva y fraterna entre las hermanas.

Cuando una comunidad pierde la alegría de manifestar su afectividad ya sea personal o comunitaria, es necesario revisar qué ocurre, pues no es la edad ni la enfermedad la que nos impedirá de manifestar nuestra alegría sino ¿Cómo anda nuestra fidelidad a los votos que hicimos un día?

Existe en el hombre mucha debilidad y también mucha fortaleza, el pecado que nos ha herido nos hace vulnerables a ambas actitudes, por ello no podemos perder la oportunidad de afianzar todo aquello que nos haga ser felices y comunicar esa felicidad a los demás de manera que ellos también se sientan invitados a corresponder a la gracia que el Señor nos da de vivir en su casa. Hemos quebrantado muchas veces su Alianza, no somos como deberíamos ser y todos lo sabemos, nadie está libre de pecado ni el más justo, pero nuestro Dios es un Dios de perdón y de misericordia, es cierto que nos hará pasar por el desierto, pero vale la pena encontrarnos con Dios, después de la prueba, ya que ello significa que él siempre nos ha estado acompañando para que pudiésemos superarla.

Las consagradas a Dios, hemos de vivir la virginidad con responsabilidad, como una madre cuando queda encinta, sabe que debe de cuidadse para que lleguen a término lo que ha engrandado en sus entrañas. Así pues, dejemos que el Espíritu Santo nos haga fecundas como lo fue la Virgen María con su «Fiat», que aletee el Espíritu en cada una de nosotras para ser fecundas en el amor virginal, por la oración, la caridad, la pobreza y la penitencia verdadera, para dar testimonio de nuestro desposorio con Cristo.

El Espíritu nos hace ser ofrenda total al Padre por el Hijo, ya que hemos descubierto la presencia de Jesús y deseamos conocerle más íntimamente en la soledad amorosa, semejante a lo que tenemos que vivir con nuestras hermanas de comunidad, para hallar la verdadera «Unidad».Consagrar significa inmolar algo que ofrezco precisamente porque amo y debo dejarme amar y morir para hallar la «Vida». Así nuestra consagración se realiza a través de la austeridad de la pobreza, de la humildad y muy especialmente con la fecundidad amorosa de una virginidad consagrada donde no sean excluidas mis hermanas, de ser amadas con todas nuestras fuerzas, ya que si no las amamos como Jesús las ama, tampoco sabremos amar a Jesús en la Virginidad Consagrada.

Recordemos el pasaje (Jo.21, 17) Dice Jesús a Simón Pedro: « Simón de Juan, ¿me amas más que a estos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta a mis ovejas» Por tres veces consecutivas el Señor Jesús le preguntó si le quería, pero sólo en la primera vez jesús le hace la pregunta más directa y comprometedora. Simón de Juan « ¿Me quieres más que a estos? Esta es la pregunta que define un seguimiento de Cristo en la virginidad, en amarle por encima de todos los demás pero no dejándolos de amar. El hecho que Jesús desee una respuesta certera es porque tal respuesta debe de conllevar una misión, en este caso el gobierno de la nueva Iglesia de Cristo y para tal misión se precisa un amor grande, como un amor grande se necesita para consagrarse toda la vida a amar a Dios que nos ha llamado a ser sus esposas para que con nuestro silencio adorante y nuestros ejemplos evangélicos, hagan conocer a toda la humanidad, que la Vida Consagrada tiene un valor infinito no solo por tratarse de un reflejo de la Vida de Dios sino también en la vida de un mundo, que se debate entre la gracia y el pecado, entre el saber y la ignorancia, entre el egoísmo y la generosidad, entre la fe y la indiferencia de lo transcendente.

Estamos aquí, para dar más santidad y hermosura a la Iglesia con nuestra vida de oración e intercesión por los sufrimientos de todos nuestros hermanos; por ello somos esposas de Cristo unidas a él en su Pasión , muerte y resurrección y sin dilaciones darnos por amor en la obediencia, pobreza y virginidad de modo que nuestra misión sea eficaz por la sacramentalidad de nuestra oblación y saber dar respuestas a un mundo que pocas veces ha entendido qué hacemos encerradas sin hacer nada que sea rentable, positivo y evidente en la sociedad.

Les propongo a cuantos consideran que nuestra misión no tiene futuro, que nos estamos extinguiendo por falta de vocaciones o que no servimos para nada, se acerquen a algún monasterio y hablen cara a cara con algunas monjas. Les aseguro que lo que hablen con ellas no les dejara igual que antes de entrar en el monasterio. Quizás podrán marcharse con una actitud fría o caliente, pero nunca saldrán indiferentes.

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viernes, 19 de febrero de 2010

UNA PASCUA CON SABOR A CUARESMA




La Cuaresma es un tiempo llamado"Fuerte" en el calendario litúrgico de la Iglesia, pero si realmente un cristiano quiere seguir a Cristo, su vida ha de ser:«Una Pascua con sabor a Cuaresma» y ello de por vida.

Un deportista entrena todos los días como si fuese la carrera al día siguiente , si no tuviese el hábito de entrenarse a fondo todos los días y lo pospusiera para la última semana antes del concurso, seguro que no sería el primero en ganar la carrera, porque como en todas las cosas que están pensadas con sabiduría, deben de tener tres elementos esenciales:1.-Entusiasmo,2.-Constancia,3.-equilibrio.

Permitirme que use el lenguaje llano de comparaciones que con zalamería empleaba Santa Teresa de Jesús.

«Una Pascua con sabor a Cuaresma», es como encontrar para una persona obesa, comer una dieta equilibrada y añado,comer feliz aquello que le mantiene delgado , aunque no pueda comer de todo cuanto quiera.

Pues bien, personalmente vivo de esa manera, con Cristo Resucitado, feliz de tenerle a mi lado,de poder comulgarlo todos los días,de saber que me mira y le miro en el Sagrario aunque me venza el sueño o el cansancio, y la Cruz... la dejo como causa de tenerle conmigo, de amarnos en el presente y así no resulta tan amargo, algo que en verdad te da Vida, amor y te lo hace dar a los demás.
Es pues una dieta muy sana, depurativa y equilibrada.

Espero que les guste mi dieta .
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P