LA HERIDA DE UNA NIÑA LLAMADA SESY BO

IMAGEN DE INTERNET

Hola amigos:

Hoy volvemos a hablar de mi infancia, no sin decirles que esta herida nadie fue culpable ni nadie podía sospechar que tanto daño me pudiera causar.

Verán…mi madre antes de casase con mi padre, estuvo prometida a un gran hombre, pero falleció víctima de la tuberculosis que en aquellos años 45-50 tanto azotaba nuestro país en una post guerra que tanta mella había causado a sus supervivientes.

La amistad con la familia del fallecido continuo siendo muy estrecha, aún estando ya casada con mi padre, pero regresaron a su cuidad natal y mamá se quedó con las llaves del nicho del ex prometido para su conservación

Mi padre nunca se opuso porque cada vez que mamá iba al cementerio mi padre le decía, que él no tenía ni miedo ni celos de un muerto. Y con estas palabras, mamá me tomaba de la mamo y me llevaba a ver a su querido Lázaro y mientras limpiaba el nicho me iba contando sus mejores recuerdos vividos junto a ese gran hombre.

Mi madre siempre lo describía como un joven apuesto, educado, instruido, muy caritativo y católico de Misa diaria, en fin…una maravilla.

Y Cecilia cada vez se iba por así decirlo«enamorando de Lázaro», no como mujer a hombre, sino como una niña a un padre. Sí, desee que Lázaro fuese mi padre y empecé a rechazar a mi padre como tal. Rehuía sus caricias, su gordura y su descuido para vestir me hacían verle como a un pobretón, un pobre hombre sin futuro .Esta situación duró desde los 7 años hasta los 10, mi sufrimiento era grande y callado ¿Cómo decir que quería como padre a un muerto?

Sesy Bo, se encerraba horas y horas en su cabaña pidiendo auxilio a Dios Padre, pero Dios parecía que no la escuchaba.

Un día, mamá me dijo: Arréglate que vamos a ver a Lázaro. Me volví y contesté enojada: No mami, ya no deseo ir a ver a Lázaro, no lo quiero ver más, no quiero querer a un muerto.

Mamá tenía prisa y no le dio importancia a mi respuesta (años más tarde hablamos de ese tema, por eso se que ni se dio cuenta del daño que esas visitas me hacían).

Ese mismo día, decidí ver a mi padre con otros ojos, y si bien no iba con corbata más que para las grandes ocasiones, y sino era de figura esbelta, y sino iba a Misa cada día, ese hombre Dios me lo había dado como padre, así que me dije; «Basta» y cuando Sesy Bo dice basta, es basta.

Los adultos no nos damos cuenta de lo que decimos o hacemos y los niños son libros nuevos para escribir, decimos y hacemos cosas sin mala intención pero hoy sabemos por los estudios que se realizan, que los niños son un imán de capturas de todo lo que decimos y hacemos aún en las cosas más insignificantes, ellos como un radar lo capturan en una fotografía en su entendimiento.

Mi alerta es para que cuidemos lo que hablamos delante de nuestros hijos, que nada les aparte de la realidad, buscando lo que no es.

Nuestro mundo presenta muchos caminos de ficción, los medios de comunicación así nos lo han metido en nuestros hogares, con frases o escenas subliminales .No está tan lejos, aquel niño que quiso volar como Superman y murió al tirarse de la azotea.

Realidad y ficción viven parejas en la mente de los niños.

¿Alguno de ustedes tiene alguna experiencia similar que nos pueda aportar más verdad a la verdad.

                                                                       

Reciban mi ternura