Más de una vez se me ha dicho: Usted herma que está más cerca de Dios, pídale que me conceda esto o aquello» y les digo, que claro que se lo pediré pero si usted me ayuda. Entonces surge la extrañeza ¿yo hermana, no tengo mucha fe para pedirle nada a Dios?.
Claro que hay fe, no lo dudemos que la hay, pero está acomodada, sin demasiado amor, pero con esa pizca suficiente para pedirle a una monja de clausura que reces por él. Y el tiempo me ha demostrado algo bien singular, confían de verdad en nuestra oración aunque ellos no crean demasiado en Dios , pero saben con cierta certeza que la monja sí cree en Dios, cree, ama y espera y confían plenamente en nuestra vida de oración, mortificación y sacrificio por amor.
Más, nos encontramos en la conjunción: «Nadie puede salvar a otros hombres sino es por una pasión de amor. Y el amor desea ir hasta el final. Es por eso que abraza a todos los hombres de todos los tiempos, es decir al Adán total.
Y, ¿de dónde podremos sacar un amor tan grande?, entiendo que es fácil, que nos amemos porque todos tenemos la misma naturaleza y eso unida a que la fuerza para amar y orar nos la da el espíritu santo, hace que seamos genuinas mujeres orantes, si se desea entender , como profesionales del arte del amor.
Pero no es una cosa exclusiva de las monjas, cualquier persona puede ejercer el arte de saber amar si se deja abrazar por el Espíritu de Dios.
Amar, es la clave de que Dios nos escuche y nos conforte en las pruebas de esta vida, unas veces muy hermosa y otras no tanto, pero al fin y al cabo es vida.
Pues…aprendemos a saberla vivir con sabor a Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo.Amén
Con ternura
Sor.Cecilia Codina Masachs O.
Sor Cecilia cuánta razón hay en tu entrada de hoy. El hombre se salva por el amor mismo. Interpreto que cuando alguien te pide que ores por tal o cual persona, no es porque esa persona no tenga amor a Dios, sino es porque a veces uno está tan presionado, tan mal, que no puede. Que otro tendrás más fuerzas que uno para hacerlo.
ResponderEliminarMuy cierta tu reflexión sobre, ....amar es la clave de que Dios nos escuche.....
Gracias por publicar.
Con mucho cariño te mando muchos pero muchos besos.
¿Qué es más fácil, amar o dejarse amar, hermana?
ResponderEliminar"la monja sí cree en Dios, cree, ama y espera y confían plenamente en nuestra vida de oración, mortificación y sacrificio por amor."
Y, ¿qué sería de esta monja sin el Espiritu de Dios? ¡Qué bien lo ha explicado! ¡Qué ganas de estar ya mismo siendo un experto en el arte de amar!
Le animo hermana a que siga amando, amando y amando. Como dice una monja agustina recoleta amiga, "estoy en el corazón de la Iglesia". Siga siendo corazón, nunca se desanime. La encomiendo a la Virgen, que "guardaba todo en el corazón".
Querida hermana Sor Cecilia, muy bonita entrada nos regala hoy, amor, amar, en verdad tampoco es tan dificil no cuesta nada regalar una sonrisa, una palabra agradable, estender la mano a un necesitado, o dar animo aquel que lo este pasando mal, pero si habeces cuando nos sentimos triste por el dolor solemos acudir a un sacerdote o una monja quizas porque estan un diario rezando y mas cerca de nuestro Dios, aunque yo pienso que el siempre esta muy cerquita de todos. Muchas gracias hermana Sor Cecilia por sus bonitos escritos que son un regalo.
ResponderEliminarBesos y abrazos de su amiga Lola,
BON DIA SOR CECILIA:
ResponderEliminarGracias hermanita, por esta ternura, conque nos Predicas la Fe y la Esperanza,
Si toda la humanidad nos unieramos en esta energia de AMOR hacia DIOS, entonces seguro que habria PAZ.
Una abraçada germaneta, Montserrat
Buenos días, sor Cecilia.
ResponderEliminarAyer descubrí su página y me agradó mucho la paz que usted transmite en ella.
Leyendo su post, me acordé de algo que leí hace muchos años:
Orar por alguien quiere decir "Te quiero tanto, que a menudo le hablo a Dios de ti".
No deje nunca de orar por la humanidad, que tan necesitada y hambrienta de Dios está. Por mi parte, cuente con mis oraciones también.
Reciba un cordial saludo y un fuerte abrazo en Cristo Jesús.
Noelia
Hola Sor Cecilia.
ResponderEliminarTiene usted toda la razón cuando dice que amar infundidos por el Espíritu de Dios no es exclusivo de nadie.Todos estamos hechos para amar, puesto que todos somos hijos del mismo Padre. En la vida, los seres humanos formamos la gran manada para estar con el lider. Algunos hay que se encuentran más alejados, y por lo tanto, necesitan de esa ayuda, a veces un poco más especial, para acercarse al gran jefe: La oración y la dedicación cuando se pueda.
Sacerdotes, monjas, padres de familia, solteros, solteras, jovenes y todos y cada uno de nosotros, tenemos la responsabilidad de invertir nuestros talentos para nuestro bien y el del hermano.
Gracias por sus siempre sabias palabras.
Un respetuoso saludo
Muy tarde hoy para mi oración pero el caso es no faltar...te amo Sor Cecilia...mucho y hasta la tarde como cada dia
ResponderEliminarun calido abrazo
Me han entregado el premio " Dardos " y quiero compartirlo contigo, pues te lo mereces, tanto o mas que yo, por tu testimonio y tu buen hacer, yo te lo entrego de todo corazón. Ya se que este premio te lo entregaron una vez....pero como te considero mi amiga .....te lo regalo.
ResponderEliminarya sabes lo que hay que hacer....entregarlo a quien tu consideres que lo merece.
Que lo disfrutes, gracias !
Un abrazo en el Señor.
Puede ocurrir que una persona te pida que intercedas por ella, porque dice tener poca fe, y al cabo del tiempo ser nosotros los que pidamos a esa misma persona que interceda por nosotros porque avanzó tanto en la fe que sabemos que su intercesión será muy provechosa.
ResponderEliminarEsto puede ocurrir una y otra vez siendo a veces unos los que tiren del carro y en otras ocasiones sean otros.
Los que más fuertes estén en la fe ayudan y tiran de los demás y en otras ocasiones será al revés.
Es algo variable.
Si no ayudamos ¿esperaremos ser ayudados después?
Dios siempre escucha las oraciones que salen desde nuestro corazón. A mí me paso algo parecido: Una vez una amiga de la escuela tenía un tío enfermo y como ella sabía que yo estaba en un grupo de la iglesia, entonces ella me pidió que rezara por su tío y le dije: mira si tu también rezas por tu tío, ya seremos dos personas orando por él y nuestra oración será escuchada más rápido, luego ella me dijo que estaba segura de que Dios no la escucharía a ella porque tiene muchos pecados. Entonces yo le dije: A caso tú crees que yo soy santo, no lo soy. Si tú haces oración y reconoces con humildad los errores que has cometido en tu vida, Dios te perdonara y escuchara tu oración.
ResponderEliminarHay una diferencia entre Judas y Pedro: Judas comete pecado al entregar a su Amigo Jesús a los sumos sacerdotes, no lo resiste y se quita la vida. En cambio Pedro también cae en el pecado negando a su Amigo Jesús en 3 ocasiones, llora se arrepiente y regresa a Dios.
Todos cometemos pecados y muchas veces caemos hasta con la misma piedra. Pero hay que recordar que Dios nos ama en las buenas y en las malas, y que tenemos dos formas de actuar: una es matándose como lo hizo Judas y la otra es llorar, arrepentirse y volver a Dios.
Gracias Hermana Cecilia por esta entrada.
y aquí llego ...yo no te puedo fallar tu lo sabes ...una oración hoy para ti con todo mi fervor...
ResponderEliminarmis abrazos
Marina
tienes toda la razon sor cecilia, cualkera que busque el camino lo podra encontrar pero aveces somos tan comodos ke hasta para acercarnos a dios keremos que alguien lo haga por nosotros, el secreto esta en una desicion ua desicion que sea definitiva y aceptar sin titubeos que cumpliendo las enseñanzas del divino descubriremos mas facilmente el camino hacia su amor, abrazos de paz y esperanza, susy
ResponderEliminarQuerida Hermanita:
ResponderEliminarMi hermana y yo teníamos la costumbre de pedirle al Padre Julio, de una parroquia cercana a casa, que rezara por nosotras. Ante cualquier necesidad "volabamos a pedirle oración". Siempre nos recibió con alegría, y mucha ternura pero de a poco nos fue enamorando del Señor de la Divina Misericordia, y de la Vírgen María... Bendito esos dias porque ahora no estamos solas. Dios siempre está... y termino este relato contandote que ahora tambien nosotras rezamos por el Padrecito. ¡Gloria a Dios!
Hermanita te quiero mucho y estamos unidas en la oración.
Un abrazo en Cristo
♥Alicia
"Porque creo, hablo"
ResponderEliminarPara rezar, hablar con Dios, para dialogar con El, es necesaria la fe. Nada más.
Ni nada menos.
Y vosotras, a fe mía, creéis.
En el Amigo
Al + Mc
jesus estará sempre com nosoutros.
ResponderEliminarum besito
TELÉFONO
El teléfono suena ...
Reproducciones sin parar
Deja que el anillo
Pero entonces ...
Yo quiero ...
Y cuando te pillan
Nunca toque ...
Alguien ...
Pero él no quería ser ...
Al otro lado de allá
Escucha suspiro ...
Y yo estaba pensando ...
¿Por qué?
¿Qué pasaría?
Y seguimos esperando ...
Vuelve a jugar! ...
A VECES SE PIDE ORACIÓN, NO POR FALTA DE FE, SI, POR FALTA DE GANAS Y DEDICACIÓN DE UN TIEMPO A LA ORACIÓN. SON LOS MENDIGOS DE DIOS, PREFIEREN LLEVAR FLORES AL ALTAR, QUE ARRODILLARSE A ADORAR. MUCHOS DE NOSOTROS NO ACEPTAMOS EL COMPROMISO AL QUE OBLIGA LA FE, PREFERIMOS DELEGARLO EN EL CORAZÓN DE LOS QUE VIVEN EN CONTINUA ORACIÓN. QUERIDA HERMANA CECILIA, DEJO MI ABRAZO DE PAZ.
ResponderEliminarQuerida hermana Cecilia...hoy tengo el placer enorme de conocer sus Letras...¡maravillosas!.
ResponderEliminarAgradezco al Señor que haya encaminado mis pasos para encontrarla...quiero pensar que así sucedió y eso me hace muy felíz....creo que Dios se hace presente a través de las personas y aquí en este hermoso Blog visualizo sus huellas: gracias Hermana Cecilia.
Dejo mis cariños. Mariana
¡GRACIAS POR TUS HERMOSOS ESCRITOS Y POR LOS COMENTARIOS EN EL MÍO! SEGUIMOS EN COMUNIÓN.
ResponderEliminarPor algo llegue hasta aqui, sabe alguana vez fui aspirante Novicia y casi Juniora, (Saleciana) en este momento no puedo Orar, me es difìcil creer y se que la fè consiste en eso creer aunque las cosas vayan mal, en fin atravieso por un mal momento tal vez el peor de mi vida, digo tal vez porque aù puede ser peor, yo ame, ore, rece y no fui escuchada un abrazo Sor Cecilia
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