Contaba por entonces 6 años y a raíz del accidente de moto no me dejaban salir a jugar a la calle con los niños, y entonces tenía que idearme la manera de poder jugar; o bien me tenía que conformar con jugar a princesas y pajes, puesto que a mi siempre me tocó ser el paje, ya que mi amiga Julita desde su balcón mandaba como la Reina madre de Inglaterra ¡jajaja!
El caso es que al lado de mi casa vivía una familia muy humilde que tenían una pequeña tienda de ultramarinos y también un par de cerdos para uso doméstico. Esa familia tenía tres hijos y el niño pequeño, que debería contra poco más de 3 años, literalmente lo robaba de su patio y lo entraba a mi casa ya que su suelo era más elevado de nivel que el de mi huerto y simplemente subida con unos cajones de madera apoyados en la pared de 15, de nuestra casa, de un tirón me lo llevaba a pesar de que José no quería venirse conmigo.
El caso es que al lado de mi casa vivía una familia muy humilde que tenían una pequeña tienda de ultramarinos y también un par de cerdos para uso doméstico. Esa familia tenía tres hijos y el niño pequeño, que debería contra poco más de 3 años, literalmente lo robaba de su patio y lo entraba a mi casa ya que su suelo era más elevado de nivel que el de mi huerto y simplemente subida con unos cajones de madera apoyados en la pared de 15, de nuestra casa, de un tirón me lo llevaba a pesar de que José no quería venirse conmigo.
Para mi aquel robo que hacía diariamente era una gran gozada, disfrutaba de su compañía, lo lavaba, peinaba y repeinaba, le enseñaba a sumar y algo del abecedario, porque aún no me lo he podido aprender .Después compartíamos la merienda con el perro Panchito y lo devolvía a su casa antes de que regresaran su padres.
Pero un día…me entretuve demasiado y su familia al no encontrarlo en casa, pensó que se había escapado y llamaron a la Policía Municipal para salir en su búsqueda.
Nosotros muy ajenos a lo que ocurría en el exterior, estábamos escondidos curioseando en la habitación de los trastos viejos y entre telarañas hallábamos hermosos tesoros que hacían las delicias de nuestra curiosidad infantil, entre aquella paz que ambos teníamos con nuestros descubrimientos, apareció la abuela «Feroz» y de un tirón de trenzas se acabo nuestra diversión, a mi me calentaron y al pobre Josep, no le dejaron de amenazar de encerrarlo con los cerdos si otra vez se venía conmigo.
Estuvimos un tiempo siendo buenos niños, hasta que el propio Josep se acercó a la pared de 15 y me dijo: «Prefiero ir a la cuadra con los cerdos a quedarme sin tus caricias, estoy muy solo», lo agarré como algo muy mío y me lo lleve a casa, estuvimos un buen rato abrazaditos y mi Panchito contento intentaba meterse entre nosotros y terminamos los tres abrazados con gran alegría.
Es muy triste no tener hermanos y pasar los días inventando amigos con qué jugar .Pero vean…, ya comprobé desde muy niña que en situaciones difíciles siempre se halla una solución, el secreto está en pensar amando.
Con ternura.
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Pero un día…me entretuve demasiado y su familia al no encontrarlo en casa, pensó que se había escapado y llamaron a la Policía Municipal para salir en su búsqueda.
Nosotros muy ajenos a lo que ocurría en el exterior, estábamos escondidos curioseando en la habitación de los trastos viejos y entre telarañas hallábamos hermosos tesoros que hacían las delicias de nuestra curiosidad infantil, entre aquella paz que ambos teníamos con nuestros descubrimientos, apareció la abuela «Feroz» y de un tirón de trenzas se acabo nuestra diversión, a mi me calentaron y al pobre Josep, no le dejaron de amenazar de encerrarlo con los cerdos si otra vez se venía conmigo.
Estuvimos un tiempo siendo buenos niños, hasta que el propio Josep se acercó a la pared de 15 y me dijo: «Prefiero ir a la cuadra con los cerdos a quedarme sin tus caricias, estoy muy solo», lo agarré como algo muy mío y me lo lleve a casa, estuvimos un buen rato abrazaditos y mi Panchito contento intentaba meterse entre nosotros y terminamos los tres abrazados con gran alegría.
Es muy triste no tener hermanos y pasar los días inventando amigos con qué jugar .Pero vean…, ya comprobé desde muy niña que en situaciones difíciles siempre se halla una solución, el secreto está en pensar amando.
Con ternura.
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
BON DIA SOR CECILIA:
ResponderEliminarLas 7,10 la mañana cuando leo tu relato tan lleno de inocencia infantil, Madre mia que inquieta eras y a la vez ya estabas llena de ternura.
Sabes, de buena mañana ya me has hecho sonreir,
Una buena manera de empezar el día.
Petons germaneta, Montserrat
Hola Bonica!! gracies per els teus comentaris...que trapella que eras de petita y com diu la montserrat plena de tendressa... la clau esta en estimar, tens rao.
ResponderEliminarGracies com sempre per compartir..!!
Yo digo lo que Montse ...menuda pieza ...pero si yo te contara .ami que me tenian toda la semana en el colegio ...cuando los sabados salia era el terremoto en casa ,asi que no me extraña que tu hicieras esas diabluras ...sanas...
ResponderEliminarme voy a desayunar,
mi calido abrazo.
Marina
Desde pequeñita regalando ternura a los demás.Sor Cecilia,eres un regalo del Señor.
ResponderEliminarMenuda llena de tendresa tu infancia.
ResponderEliminarMuchos besitos de Noemí.
Precioso relato, Sor Cecilia, desbordado de sentimientos. Acabo de leerlo, me he reído y he aplaudido su gesto infantil, lleno de ternura.
ResponderEliminarCon mucho afecto,
Luis.
Hoy dejaste en mi corazón mucha pureza, esa que se tiene solo cuando uno es niño QUE BELLEZURA!! mas de una vez quisiera volver a serlo solo por un ratito.
ResponderEliminarEste mundo adulto por momentos me agota.
Comparto tu secreto, creo que la única forma es PENSAR y VIVIR Amando, esto ayuda a seguir.
Un fuerte abrazo para vos y los amigos aquí.
Tere.
CÓMO ESTÁS AMIGA?POR ACÁ MUY FRÍO¡¡¡ PERO BUSCANDO TAREAS QUE SE ADAPTEN A ESTA TEMPERATURA, TU ERES HIJA ÚNICA, Y YO TAMBIÉN Y ME PASABA LO MISMO, ADOPTABA A MIS PRIMOS COMO PROPIOS Y TAMBIÉN ME ENTRETENÍA CON ELLOS , ABRAZOS TERE
ResponderEliminarRealmente eras muy traviesa. Contigo podían haber hecho una serie de Pipi Calzaslargas (ja,ja,ja). No te comento mucho, pero te visito, porque ya sabes que estos días los pasos , muchas horas, en el Valle de Hebrón (el hospital, no el de Palestina). Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarMi mejor amiga es mi perrita Sari. De hecho ya lleva conmigo 8 años.Uno más que con la novia que más años estuve.Todo o casi todo le parece bien, no discute, va donde yo voy. Le viene bien todo lo que le ponga de comer.Me quiere más que a nadie...
ResponderEliminarHay veces que no hace falta nadie, incluso sólo es la forma de sentirse más cerca de Dios.
al entrar leo "estoy a tu lado" y es verdad mira Sor Cecilia...vengo del blog de Angel y te tuve a mi lado y esta mañana estuve en otro que te lo dije y a tu lado...jajaja me espias me espias...parece como si te aviso donde voy y ya me rio sola...yo ya rece y me voy a mi casita .
ResponderEliminarcon toda mi ternura Marina
No decir nada a los mayores, fue una pequeña travesura en aquel pequeño retraso de devolver al niño a su casa. Yo le llamaría juego de ángeles.
ResponderEliminarLo que sí me parece incongruente, a la par que un poco cruel, con perdón, fue la reacción de los mayores.
Sor Cecilia, reciba como siempre un respetuoso saludo.
Por cierto. ¿Conoce a Chelo Rivas, monja dominica del convento de La Laguna, Tenerife?
Ay Sor Cecilia que linda compañia se procuraron entre los tres!, que gozoso hubiera sido compartir la niñez contigo!. Un gran abrazo
ResponderEliminarHola hermosa alma del Señor, por el cual sin celos ni agravios bien compartimos su amor.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por acordarte de mi, en mi ausencia, es un suave empujoncito para seguir adelante, en el camino de la vida los niños se hacen adultos, y luego casi se olvidan de su niñez, por que seremos tan olvidadizos?
Un abrazo en nuestro amado.
Ambar.
Una niñez llena de relatos. Madre mía, cuantos recuerdos. ¿Será que con le edad vamos valorando las cosas en su valor y renacen en nuestra mente? Pues bienvenidos todos los recuerdos.
ResponderEliminarUnidos en el Señor.
SIEMPRE TE LEO AUNQUE NO TE COMENTÉ PERO IMPOSIBLE QUEDARME CALLADA ANTE TAN BONITA AN´CDOTA Y SOBRE TODO CON ESE CAUDAL DE ENSEÑANZA Y AMOR HACIA QUIENES NOS NESECITAN.
ResponderEliminarGRACIAS POR HACER VIBRAR NUESTRAS ALMAS CON TUS ESCRITOS
Hermanita Ceci ¡qué precioso relato!, tiene el encanto de los niños. No puede dejar de dibujar una sonrisa en quien lo lee. Tierno. Muy tierno.
ResponderEliminarBesitos.
Muuuaaa
muuuaaa
♥Alicia
ES cierto, crecer sin hermanos debe ser triste. Lamentablemente a veces estos hermanos que tanto se quisieron en la infancia se convierten en tus propios enemigos y el dolor te desgarra, asi que una cosa por otra!!
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