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sábado, 28 de noviembre de 2009

MARÍA NOS HABLA...«ESCUCHÉMOSLA»








Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Monasterio de Santa Catalina de Siena
(Paterna) Valencia

El tiempo de Adviento es por excelencia mágico, tierno, deseado y esperado por millones de personas tanto cristianas como ateas o agnósticas.Es evidente que por diversas connotaciones sea esperado todo el año, como son esperadas las vacaciones de verano. Para los cristianos ciertamente que es deseado no como una pausa en la vida cotidiana laboral, sino por la pausa espiritual que conlleva celebrar la venida de «Jesús, nuestro Redentor»
Es pues aquel tiempo que se gesta en María la transformación de nuestro mundo, llegando a la eclosión en un parto virginal, del cual el mundo entero, se llenará de luz incluso en las noches de la humanidad sufriente.
Es, un tiempo Mariológico y a la vez Cristológico ya que están unidos madre e hijo por una misma realidad trascendental, por una misión designada desde toda la eternidad, cada cual evidentemente a realizar en sus respectivos desenlaces temporales.

María en esta primera etapa del tiempo de la Esperanza, es sin duda la protagonista de la historia de la salvación, hasta llegar al alumbramiento del Hijo de Dios, donde ya deja de ser, aún siéndolo, el artífice de ese evento y centro del tiempo, pasando a ser aquel amor oculto y sacrificado de Madre que cuida mimosamente el crecimiento integral de su Hijo, emanando la natividad como nuevo y único centro del tiempo, donde Jesús es desde ese instante«El Señor de la historia»

María siempre unida a Cristo, se hace mediadora desde siempre, para ello se ha configurado en este tiempo de Adviento, tanto en su corazón como en sus entrañas, la fecundidad que nace del Amor y respira de él. «La misión materna de María hacia los hombres no ofusca ni disminuye de ninguna manera esta mediación única de Cristo, mejor aún sirve para mostrar la fuerza» (CF. Conc.ECUM.Vat II. Const.dogm. sobre la Iglesia Lumen Gensiúm, 60).

María es una mujer que vive intensamente su fe y por ello en la Anunciación «Nos habla». El Ángel Gabriel le dice: «Alégrate…» (CF.Lc1, 28); no tengas miedo… (vv.30-33); el Espíritu Santo vendrá sobre ti… (vv.35-37) y María reacciona con lógica, primero se turba por la noticia que recibe de parte de Dios, luego sobreviene la pregunta no menos esperada por cualquier turbación de esas características, «El porque y el cómo se realizaran esa maternidad divina si ella es y será siempre virgen, por propia decisión».
¿Cómo procede María ante esta situación tan sorprendente?

Israel es una comunidad de fe y en esa fe fue enseñada María: «Ama al Señor tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» (Dt 6,5). Ese adoctrinamiento se remonta a la alianza de Dios con su pueblo por medio de Moisés. Así se explica que todo cuanto acontece en la Anunciación (CF. LC.26-38), se manifiesta en la joven María como eco de su pueblo cuando pronunció su consentimiento a la alianza: «Nosotros haremos todo lo que el Señor ha dicho» (Éx 19,18; 24,3-7); «Serviremos al señor, nuestro Dios y le obedeceremos» (Jos 24,24). Así también María da su consentimiento y dijo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra» (vv.34) y tras toda esa situación tan sorprendente, el evangelista Lucas escribe«El Ángel la dejó»

Es como si el Ángel Gabriel al dejarla sola la dejará sumida en la contemplación de un silencio de gustativo del sabor de Dios, en esa soledad interior de Dios con su criatura que nadie puede penetrar si no está respirando ese mismo aire de amor que respira nuestro Dios.
De esta forma tal singular, Dios hace su nueva alianza con su pueblo por medio de la virginidad, al igual que hizo con Israel en el desierto en (Éx 9-6)
« Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa»

Que este Santo tiempo de Adviento se haga realidad una maravillosa gestación y alumbramiento de la Palabra de Dios y trasforme nuestras vidas en santidad a ejemplo de la Virgen María.
María nos ha hablado en la Anunciación, dejémosla ahora en el silencio de Dios, hasta el próximo
encuentro.
«ESTOY A TU LADO»
Les desea un «Santo Adviento»


2 comentarios:

  1. Benvolguda Ceci:
    Eres demasiado pródiga en entradas a tu blog y no puedo comentar las que quisiera (casi todas)

    Siempre es interesante hablar de la virginidad de María.
    Dios, sin anular para nada nuestra sexualidad (sería como tirar piedras a su tejado, pues así fuimos creados), con el misterio de la encarnación virginal,creo, pone de manifiesto que solo El puede hacernos alumbrar con Su Luz. Esto es; para poder brillar de forma "eficaz" necesitamos su Luz. Y solo EL puede sembrarla en nuestro interior. Figuras angélicas aparte.
    Ningún otro amor, ni siquiera el más fecundo de un hombre y una mujer, relación especialmente bendecida por el Padre, puede generar la Luz de su Amor

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  2. Dios la bendiga por tus palabras, Hermana. Y le siga dando sabiduría.
    Tengo un regalito para usted en mi blog.
    Espero le guste el premio a su blog; lo podrá retirar en eEl Refugio.
    Cariños.

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