En la Plaza de Catalunya Barcelona
Estimados Amigos:
Como veo que cuando hice esta entrada contaba con unos 200 amigos, he pensado volverla a ofrecer ya que no tiene ningún desperdicio y me alivio de escribir un post nuevo.
Deseo que les guste y les ayude en el bonito quehacer de la educación de sus hijos y por que no...también de sus nietos.
APRENDER A ELEGIR
Tendría yo unos 7 -8 años, cuando mamá me dijo que teníamos que ir de compras a otro municipio cercano al nuestro llamado Santa Eulalia, lugar donde yo hice mi primera comunión a escondidas de mi familia.
Mamá era tejedora, un oficio en que se pasa todo el tiempo de pie,
Recuerdo que me decía que a cada hilera de telares, tenía unas zapatillas con polvo de talco para poderse aliviar un poco el terrible dolor de pies y cuando llegaba a casa siempre me pedía que le hiciese unos masajes en los pies con alcohol.
Cuando ya llevaba un buen rato con las fricciones, pensaba que ya se había dormido, pero no, pronto despertaba y me decía: «Teti_nombre cariñoso sin traducción_, un poquito más»a lo que yo le respondía: « Mani, es que te huelen un poquito los pies» y mamá paciente me decía que siguiera, y así durante muchos años, sólo podía contemplar a mi madre dormida. La miraba y con esa ternura que siempre les hablo pasaba mis manitas por su cara como si mis dedos fuesen de terciopelo, y todos sus surcos eran besados por mis dedos deslizándolos cuidadosamente para no despertarla.
Recuerdo que las lágrimas socorrían a mi tacto dando énfasis a un amor muy grande que no podía nunca manifestarle porque no tenía tiempo para mí.
Así que ese día que me dijo de ir de compras creí que me moría de la emoción. Tomamos un autobús que creo que las paradas duraron unas 4 o 5 .
Llegamos a la tienda de ropas y compró cosas bonitas para los abuelos, para papá y una tela para hacerme un vestido para estrenar para san José, el santo de mi abuelo.
Ya de regreso mamá me hizo esta proposición: « Teti, ¿qué prefieres una pastelito y vamos caminando a casa o que cojamos el autobús?», a lo que yo rápidamente le respondí: ¡Oh sí mamí, el pastelito! Y entonces empezaba para mí la verdadera fiesta. Hablaba y hablaba como una cotorra, aquel pastelito me duró una eternidad; la cogía del abrazo tirando de ella porque no llegaba, le contaba los dedos de las manos, pero más que contar eran esas caricias de terciopelo que le daba mientras dormía y así hasta que llegábamos a casa.
Esto se repitió en otras ocasiones.
Al cabo de muchos años, estábamos toda la familia reunida, con amigos y vecinos ya que me despedía para entrar en el Carmelo Descalzo y mamá se le ocurrió contar que ya desde muy pequeña me había enseñado a renunciar, a saber tomar decisiones y puso el ejemplo de cuando me llevaba de compras y me pedía que escogiese si ir a pie o coger el autobús, ya que a pie ella me compraba un pastelito. Yo me quedé sin habla, mamá me dada lecciones y yo sólo desea estar a su lado, gozar de su compañía, amistad, compartirle mis secretos de niña y en cambio… que lejos estábamos. Y para rematar el ejemplo les dijo que yo era muy golosa porque siempre escogía el pastelito.
Ese día, yo con 40 años lloré delante de todos y les descubrí que a mí me gusta más lo saldo que el dulce, la única razón que me movía a comerme aquel dichoso pastelito, era para estar más tiempo con mi madre ya que si íbamos en autobús en breves momentos ya estaríamos en casa.
Mamá se quedó sin habla y la familia lo tomo como algo gracioso.
Ahora que ya no, la tengo, muchas veces en mis momentos de soledad, cierro los ojos y la miro como duerme, acaricio sus surcos con mis manitas y los dedos de terciopelo se deslizan suavemente amando cada rincón cada centímetro de su alma y de su cuerpo sabiendo que ya no despertará.
Amigos, me ha costado mucho escribirles esta parte de mi vida. Si sois padres, no dejéis que vuestros hijos se queden sin poder estar gozando de vosotros. Los tiempos de juegos, de reír, de aprender, de dejarles pasar sus manitas por vuestros bigotes, vuestro pelo o los pendientes de perlas de mamá. «Dejaros amar».
LES DEJO UN GRAN BESO DE TERNURA.
Que lindo querida!
ResponderEliminarMuchos besos
Flor
gracias preciosa.. ya en su dia la lei y te la comenté!
ResponderEliminardeseo q estes mejor, cuidate..... q te necesitamos!!
mil besotessssssssssssssssss desde granada!!!!
VINE A VISITARTE PERO DEJO PENDIENTE LA LECTURA, TENGO QUE SALIR Y YA NO ME QUEDA TIEMPO, PERO PROMETO VOLVER Y DEJAR MI COMENTARIO.
ResponderEliminarBESOS, ESPERO QUE ESTÉS MEJOR QUERIDA CECI.
Muy lindo post Sor Cecilia...me deja una gran enseñanza...feliz día mi querida amiga y cuidate mucho ok?
ResponderEliminarSor Cecília que coisa linda sua história e que carinho e ternura em compartilhá-la conosco querida.
ResponderEliminarDesde criança já nasceu a senhora com o amor santo dentro do sangue. Admirando e carinhando sua mãe estava desde já, treinando o doar o amor para todos nós que precisamos das duas palavras de sabedoria. O que a senhora faz como ninguém.
Saiba querida que sinto-me igulamente acariciada por seus conselhos, palavras e pensamentos santos.
Parabéns pela história. Amei!!
Beijos,
Carla Fernanda
Hola Cecilia muy emotivo, la relación padres e hijos, creo que en estos dias está un poco deteriorada, pero de pequeños es cuando realmente ese tiempo es valioso, tanto para los padres como para esas criaturas que a los pocos meses van a un lugar extaño, donde dan y recogen cariño, pero no es el de los padres, esa es la vida de hoy.
ResponderEliminarQue te recuperes pronto y bien.
Un abrazo
Ambar.
Me ha emocionado y ya se imaginara el porqué, es una historia preciosa.CUIDESE SOR CECILIA. ESTAMOS A SU LADO
ResponderEliminarQue historia más bonita y salida del puro corazón. Unbeso y cuidate mucho
ResponderEliminarCreo que eso me pasa a mi con Lucerito (mi hija) ella claro para mi aún sigue siendo niña tiene 15 años y creo que le pasa como a Ud. Sor Cecilia, quimporta si la llevo a la punta del cerro ella va feliz y creo ahora que aunque le guste se que lo hace por estar cerca a mi....
ResponderEliminarBesitos grandes desde Perú para Ud. con amor muaaaaaaaaakkk (que bellas fotos me han encantado) *****
..Si recuerdo esta historia..y ahora haz crecido de varias maneras!!!
ResponderEliminarespero te encuentres mejor Ceci querida!!!
besos de luz y voladores...
yqm..
bali
QUE DULZURA NO SUFEAS ES CONTIGO
ResponderEliminarQuerida sor Cecilia
ResponderEliminarCreo que aún no te conocía cuando hiciste esa entrada y me alegro de que te hayas decidido a publicarla de nuevo para que yo pueda leerla
Quizás hoy día aún más que antes los padres descuidan el tiempo que pasan con sus hijos y se habla de calidad más que de cantidad...pienso que es una excusa para justificarse
Los niños necesitan estar con sus padres cuanto más tiempo mejor,a veces el trabajo nos lo impide y no es posible realmente,en
todo caso mientras mis hijos fueron pequeños les dediqué todo el tiempo que pude,incluso renuncié a trabajar mientras fueron bebés aún sabiendo que esta decisión me iba perjudicar económica y profesionalmente
Ahora me alegro mucho porque esos años ya no se recuperan
Gracias por tus testimonios y por hacernos reflexionar
Un Beso
Hermoso post Sor Cecilia, siento que me faltó tiempo para estar mas cerca de mis hijos cuando eran pequeños, por razones de trabajo. Gracias a Dios son tan buenos hijos los tres. Cuidese mucho Sor Cecilia. Gracias por esta hermosa reflexión.
ResponderEliminarGracias a Dios que escribo y no tengo que hablar en este momento, tengo un nudo en la garganta.Sí disfrutemos de nuestros hijos, de nuestros padres,etc.Disfrutemos del amor que Dios nos da.
ResponderEliminarCeci ya me he encariñado con este lugar y todas las personas que lo visitan, y mucho contigo.te mando un saludo grande.
Sor Cecilia, gracias por compartir esto tan íntimo (así sea por segunda vez, para mí es la primera).
ResponderEliminarMe ha conmovido mucho, cuantas maneras de ver las situaciones de la vida y cuantas otras para buscar la cercanía de quienes amamos.
Yo vivo ahora lejos de mi país, pero añoro a mis padres, hermanos, sobrinos y familia en general, porque siento que no quiero perderme cada instante de ellos.
Pero a la vez doy gracias a Dios por el hombre bueno que ha puesto en mi vida y al que amo.
Y si usted me lo permite, me puedo llevar este relato a mi perfil de facebook (obviamente haciendo mención de usted y s blog?).
Un abrazo y de nuevo gracias, me sacó lágrimas.
Piedad
mi querida cecilia,por que siempre tienes esa magia para hacerme emosionar jajajjajajaj
ResponderEliminarque gran ide has tenido amiga en volver a regalarnos esta partecita de tu vida porque yo no la habia leido y claro,termine emosionada como siempre jajajjaja
es una bella historia de una parte de tu niñes y cuantas veces nuestros padres por sus trabajos no disponen de este tiempo para nosotros los hijos.
ojala sean muchos los padres que despues de leer este escrito le briden a sus hijos un poquito mas de tiempo.
te mando muchos besitos mi querida sesy bo!!!!
sabes que te quiero un monton,sigue con el reposo de tu mano,asi mejora mas rapido!!!!!
besitos y muchos abrazos!!!!!!!!!
Es extraño pero pienso que a las personas sensibles siepre les tocan padres metódicos, prácticos; que difícilmente sabrán entender lo que sentimos. Un fuerte abrazo "Teti"
ResponderEliminarMe has emocionado hasta ponerme la lágrima en todo el borde. Bellísima historia de una parte de tu vida. Gracias por compartirla conmigo y de nuevo con todos. Eres muy hermosa Cecilia. Doy las gracias por haberte conocido. Creo que todo es causal, de cualquier manera, Gracias, Gracias, Gracias.
ResponderEliminarTodavía salgo de trabajo como una bala, y eso que mi hijo ya tiene 17 años, pero no lo puedo evitar, aunque como adolescente y con las hormonas revolucionadas va a lo suyo, pero yo sé que tiene tantas ganas como yo, de que llegue a casa.
Un beso enorme Cecilia, te quiero mucho.
Hola mi amiga ,no me acuerdo haberlo leido ,tal vez se me pasó, pero si ,estoy segura, que debemos aprovechar la vida que tenemos ,junto a nuestros padres y junto a nuestros hijos ,ojalá reunir muchas buenas vivencias compartidas, ya que estas marcan nuestra vida,para siempre ,cuidese mucho , cariños Pame.
ResponderEliminarSor Cecilia.
ResponderEliminarBuenas noches.
Hoy nos has vuelto a deleitar con este relato.
Que niña más guapa eras.
Petons, Montserrat
El tiempo no lo devuelve nadie. Besos
ResponderEliminarHistorias como estás desgraciadamente ocurren día tras día, pero estamos a tiempo de no cometer los mismos errores. Un beso.
ResponderEliminarMe has emocionado amiga, has conseguido que tus letras me lleguen muy adentro.
ResponderEliminarTe agradezco que hayas abierto tu corazón para darnos ejemplo de amor.
Un beso enorme
AL LEER TU HISTORIA ME HA HECHO RECORDAR LA MÍA....¡¡¡QUE DISTANTES ERAN ENTONCES LOS PADRES DE SUS HIJOS!!! SALUDOS
ResponderEliminarQué hermoso relato Sor Cecilia!
ResponderEliminarGRACIAS por compartirlo!
Gracias por volver a ser Teti para nosotros y acariciar a tu amorosa madre ante nuestros ojos humedecidos por el amor que emana de estos recuerdos!
Y qué importante moraleja: siempre queremos amar, por no siempre dejamos que nos AMEN y nos mimen nuestros niños, que tanto lo necesitan!
De una MADRE sabia tenía que surgir una hija sincera y agradecida, llena de Amor para dar a todos... no hay otra fórmula!
GRACIAS MADRE NUESTRA por esta enseñanza... y gracias hija querida, porque donde estoy ahora puedo sentir cada una tus caricias SIEMPRE, no sólo cuando caminamos por las compras!
Un abrazo eterno en tiempo que jamás pasa en nuestro corazón!
Preciosa la entrada, siempre he pensado igual no dejar pasar el tiempo y hacer las cosas en su momento
ResponderEliminarsaludos
http://dalecalor.blogspot.com
Muy lindo Cecilia. UNA DE MIS REFLEXIONES ES QUE DIOS NOS HIZO CREATIVOS PARA QUE CONTINUÁRAMOS SU CREACIÓN Y, BASICAMENTE LIBRES PARA QUE ADOPTÁRAMOS NUESTRAS PROPIAS DECISIONES, HETE AQUÍ NUESTRA GRAN RESPONSABILIDAD!
ResponderEliminar¡Wow! Que entrada tan bonita y tierna. Esos son los recuerdos que nos derriten cuando los repasamos una y otra vez.
ResponderEliminarBesitos de luz
Imagino la emoción de una madre al escuchar eso de su hija. Un abrazo, hermana. Siga con su recuperación.
ResponderEliminarRealmente una historia muy conmovedora. Para reflexionar seriamente. Gracias por compartir recuerdos tan queridos
ResponderEliminarMuchos besos desde Argentina
Amiga Cecilia bellisima entrada es toda una honra leer sus letras y empaparnos de ellas y poder reflexionar conellas... gracias amiga
ResponderEliminarsaludos
linda semana
abrazos
Hola Cecilia:
ResponderEliminarQue relato tan maravilloso, y con la música de fondo es mas placentero leerte. Bella historia.
Un saludo.
Hola Cecilia.
ResponderEliminarMi compu se enfermò, razòn por la cual, no llevè el premio a mi blog, despuès no podìa entrar al tuyo,me rechazaba, hoy por fin puedo hacerlo.
Gracias por ese cariñito.
Te noto un tanto melancòlica, con deseos de recordar el pasado, y en tus escritos, añoranzas.
Deseabas sacar algo que tienes muy adentro, pues los escritos son largos, asì pasa, deseamos hablar, escribir, y luego nos sentimos mejor.
Ah,... deseo te recuperes lo màs pronto posible de la dolencia del brazo,me acabo de enterar, es cuestiòn de cuidados y de tiempo.
saludos
Saludos de USA.
ResponderEliminarSor Cecilia. Que linda historia!Muy boni-
ta la musica.
Tienes que cuidarte Sor Cecilia. Cuida
ese bracito, tu manito. Mejorate pronto.
Love.
Cotiti.
"A tu lado "una oración con sueño y prisa ...la foto solo de busto estas monisima.
ResponderEliminarun abrazo
Marina
Que preciosidad de entrada y que bonitos recuerdos los tuyos, me has emocionado mucho. Desde luego no cambiaria una sonrisa de mi hija/o por nada aunque no siempre tenemos el tiempo disponible (intentaré guiarme por tu consejo y darle lo que tengo)
ResponderEliminarBiquiños mil y buen finde.
Qué importante es dedicar tiempo a nuestros seres queridos y qué importante también es que sepamos reconocer el esfuerzo que a veces conlleva el hacerlo, aunque siempre sea hecho con gusto y con mucho amor.
ResponderEliminarUn saludo.
¡ Qué linda eres !
ResponderEliminarQue te sanes prontito mi cielo. Yo también estoy en recuperación pero me tienta mucho venir por aquí, por este Mundo tan hermoso de las Letras.
Besotes y mis cariños de siempre.
Un relato de vida lleno de emoción y ternura. Me da mucho gusto Sor Cecilia, que hayas llegado hasta mis ojos ( porque son los mios, no podría ver con otros ojos) para traerme hasta tu casa y a ti de niña.
ResponderEliminarBienvenida a mi casa, te enlazo. Que tengas un muy buen dia, abrazos.
He llorado...al leerte, y sigo llorando porque la ternura traspasa el alma ¡que belleza! ¡que sentimientos Dios mio! es grandioso como desde pequeñita has sentido ese deseo de regalar la ternura que predicas ¡y que bello que tu mamá te enseñase a elegir...buena pedagogía...
ResponderEliminarAún me brotan lágrimas, he recordado a mi madre...lo unidas que estaba con todas nosotras y tambien el amor que siento por mis hijos y logicamente por mis nietos, te doy las gracias una vez más por descubrir tantos sentimientos
Un abrazo grande grandisimo
t.q.m
Stella
Cuanta ternura en tu relato, cuanto amor en tu corazón.
ResponderEliminarCuanta alegría y paz al leerte y cuantos sentimientos hermosos transmites.
Te Dios te bendiga.
Un beso.
Recuerdo ésta entrada, pero descansa por favor. Te dejo mis saludos y cariños.
ResponderEliminarSor Cecilia, tras mi ausencia paso a saludarte y dejarte un fraternal abrazo, esperando y deseando que Dios te conceda todo lo que mereces.
ResponderEliminarLeerte es volar, acercarse aún mas a Dios.
Abrazo
M. Ángel
Gracias Sor Cecilia por haberme dado la oportunidad de conocer esta parte de su vida tan apasionante. Desde niña llevaba al Señor con usted. ¡Que suerte! Un fuerte abrazo querida amiga.
ResponderEliminarSor Cecilia, que precioso relato de su niñez. Cuan importante es poder disfrutar y acompañar a los hijos en cada paso.
ResponderEliminarMi mas afectuoso saludo.
Ha salido en esta entrada lo más tierno de tí, Teti. Hermosísima lección de amor y de ternura. Gracias por compartir. Un fraternal abrazo.
ResponderEliminarHermosos recuerdos de su infáncia sor Cecilia, que demuestran el amor tan grande que sentía por su madre,y por extensión por todos los seres humanos.Los padres solo pueden vivir los años de la infaáncia de sus hijos, una vez...y no hay mejor regalo que disfrutar de ellos...después la vida ya se encargará de cambiar las circunstáncias y los hechos. Un abrazo y grácias por invitarme a su blog.
ResponderEliminarSor Cecilia, este texto es lo más dulce, tierno y bello que he leído desde hace mucho tiempo. Me alegra en el alma haber llegado hasta este rincón y descubrirla. Me siento como si hubiese recibido un premio inesperado.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Sor Cecilia, al leer su texto me ha hecho recordar lo importante que es una madre, usted
ResponderEliminarya no la tiene, su alma voló al cielo, pero más triste es no haberla conocido, esa pena se lleva siempre en el alma, y no te la puedes arrancar, yo la perdí cuando tenía tres años y cada día que pasa más la añoro, usted al menos la disfrutó.Besos
Una bonita historia... y un gran mensaje para las madres. Saludos y cuidate!
ResponderEliminarHOLA SOR CECILIA
ResponderEliminarACÁ ESTOY...
BUENO... ME HA HECHO LLORAR, NO PUEDO ESCRIBIR PORQUE TENGO LOS OJOS NUBLADOS. SOY DE EMOCIONARME MUCHISIMOOOOO.
QUE HERMOSO RELATO, ME RECORDÓ A MI MAMÁ Y LO COMPAÑERA QUE ERAMOS LAS DOS.
DISCUTÍAMOS PORQUE YO ERA MEDIO CAPRICHOSA, PERO AL OTRO DÍA ELLA ME COMPRABA LO QUE QUERÍA.
MI MAMÁ ERA TODO PARA MÍ, TODO, TODO... SOY HIJA ÚNICA Y A PESAR DE TENER A MI PAPÁ MUY MAYOR YA, ELLA ERA MI SOSTÉN, MI AMIGA, MI CONFIDENTE...
LA EXTRAÑO. NO HE PODIDO ASUMIR, A PESAR DE QUE YA HAN PASADO 7 AÑOS, SU PARTIDA.
ES QUE TENGO UNA FAMILIA MUY CHIQUITA.
UN BESO GRANDE Y GRACIAS POR TAN LINDA ENTRADA. ME GUSTA LLORAR...
CARIÑOS
Hola Sor Cecilia. Su entrada me ha emocionado.
ResponderEliminarSe puede percibir el amor recibido en cada una de sus palabras, ese cariño por suis progenitores,que en definitiva es la mejor herencia que una persona puede recibir.
Su humildad, respeto y sabiduria tienen ese fondo y esas enseñanzas.
Un abrazo muy fuerte.
Ricard
Hola Sor Cecilia, tuve el placer de leerla en su día, hoy he vuelto a hacerlo, es toda dulzura.
ResponderEliminarEspero que tu mano vaya mejor, cuídate mucho.
Un beso
Querida Cecilia, he visto tu cariñosa entrada en mi blog y he venido a visitarte y a aceptar tu invitación de quedarme a tu lado, para aprender que la sinceridad existe.
ResponderEliminarPonte buena prontito.
Un beso muy fuerte.
Alicia.
Hermosa historia
ResponderEliminarUn relato muy tierno nos deja hoy Sor Cecilia y en el vemos el corazón generoso que Dios puso en Ud. desde pequeñita.
ResponderEliminarGracias por compartir estos trozos de su vida que tanto nos emocionan.
Le dejo un respetuoso abrazo.
Acabo de leer tu historia y me ha hecho llorar, es una relato muy emotivo y me ha hecho pensar en mi madre, en mi infancia y me he dado cuenta de muchas cosas, así de golpe, en las que nunca había pensado. Me voy a hacer seguidora tuya, no quiero perderme nada de lo que escribas. Muchas gracias. Un beso muy grande, Kusita.
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