Nuestro país, España es toda ella un monumento histórico, una belleza en el arte arquitectónico, desde las Iglesias, monasterios, edificios públicos, catedrales y un largo etc.
Los turistas cada año invaden estos lugares admirando nuestra cultura y las culturas artísticas de otras etnias que conquistaron y vivieron en nuestras tierras.
En una de esas excursiones de turistas extranjeros, un visitante comentaba con la guía de un monasterio con un claustro bellísimo gótico.
El turista.- ¿sabe usted señorita lo que más admiro de estos lugares?
La guía le respondió.- ¡Pues no se..., es todo tan antiguo!, veo que usted es un entendido en arte ¿me equivoco?
En visitante le respondió.-Pues sí señorita, yo gozo con estas cosas, ya mi edad poco me queda más que admirar lo que de joven no supe apreciar.
La guía se mostró muy atenta al enigmático turista y le preguntó.-
Dígame… ¿Qué es lo que tanto admira?
El visitante mirando al cielo con los ojos encendidos y tímidamente intentando asomar unas lágrimas le respondió:
¡Ah señorita!, admiro a los monjes que día a día han paseado por este claustro guardando el santo silencio que Dios pide a los que le aman. Admiro aquel silencio que habla sólo de Dios y que ahora nosotros los turistas estamos de alguna manera profanando estos espacios sagrados.
Recuerdo haber leído que en siglos pasados, que los claustros de los monasterios eran lugares de recogimiento, espacios de silencio para orar el rosario y contemplar las maravillas de Dios, aquellas maravillas que obra en nosotros y las que ha creado en la hermana naturaleza para recrearnos en la belleza de su amor. Mire señorita, ¡por cierto…! ¿Cómo se llama?
La guía.- ¡Ah sí!, perdone que no me haya presentado al iniciar la visita, me llamo María.
El visitante se inclinó para saludarla y le dijo: ¡Bonito nombre!, gracias contestó la guía al mismo tiempo que ella le preguntaba: ¡Dígame señor!… ¡Ah sí, Maurice para servirla.
La guía le preguntó, ¿Qué es lo que más le impresiona de estas visitas a monasterios con un pasado de siglos.
El visitante sin pensarlo le contestó.-
Verá…lo que más me atrae y me impresiona, es que hoy en pleno siglo XXI, es que se ha perdido el silencio no sólo en nuestra sociedad, también en los monasterios que visitamos, este lugar que ahora estamos pisando lo han pisado cientos de pies con sandalias y silicios escondidos entre el habito raído por el trabajo y los años, aquí señorita el monje vivía sólo con Dios para los hombres, en las esquinas del claustro se podía bien leer con letras góticas«SILENCIO» ¿Comprende ahora señorita por qué sigo admirando y añorando el pasado?
La guía se había quedado sobrecogida por la explicación, la manera de cómo le dijo el significado de una vida oculta a los hombres del mundo y después de unos segundos de silencio ella le preguntó:
¿Por qué sabe usted todas estas cosas?
El visitante le respondió con voz entrecortada. «Yo fui monje»,pero no pasé de ser novicio no era mi vocación, pero eso no quita que añore ciertas partes de mi vida como monje y quisiera decirle al mundo, que el monje nunca muere, hay una parte del hombre que él mismo desconoce que no es de él, pertenece a Dios, es esa parte del alma que no calla en el interior de la conciencia del hombre aunque quiera confesarse como ateo.
El monje, la monja es un estado interior del hombre que lleva como un sello marcado, que cuando se descubre sólo una parte de eso desconocido , se tiene más sed, más hambre de entrar uno en sí mismo para descubrir la intimidad de uno mismo y reconocerse el su creador. Mi Dios
La guía.- ¿Así que yo también tengo eso escondido en mí?
El visitante.-A sí es, pero no se preocupe que Dios no la quiere monja en un monasterio si no monja en su interior, guarde lo mejor que tenga usted para dárselo a la humanidad sufriente y como veo que está casada ame a su esposo y déjese amar, esa es una parte de ser monja.
La guía.-Le agradezco todo cuanto me ha dicho, nunca había escuchado unas palabras tan serias, tan extrañas, pero que encuentro que sí tienen un significado que está oculto en mí, lo buscaré.
El visitante.-Sí hágalo señorita María y será más feliz.
La guía.-gracias señor Maurice, gracias a partir de ahora cuando haga la visita con los turistas les haré notar que están pisando un pasado sagrado y que cada uno lleva escondido en el alma un tesoro que hay que descubrir con el SILENCIO.
LES DEJO MI TERNURA Y FELIZ FIN DE SEMANA
Buenas tardes sor Cecilia,
ResponderEliminarQue dialogo tan profundo y que nos lleva a ver las cosas, situaciones, lugares y personas de otra manera.
Un abrazo!!!
Piedad
Hermoso, y cuanta verdad encierra. Ya pareciera que si no sentimos bullicio a nuestro alrededor es signo de aburrimiento, de soledad...¡Que error! Cierto que según nos vamos haciendo mayores vamos apreciando mas este maravilloso regalo que nos permite mirarnos un poco hacia adentro y escuchar nuestros pensamientos.
ResponderEliminarmis cordiales saludos
Todos y cada uno de nosotros llevamos un tesoro escondido en el alma...
ResponderEliminarQué bello Sor Cecilia!! y también todos tenemos algo de monjes...hay que ayudar al que sufre aunquesea moralmente..gracias por la bella reflexión
FELIZ FIN DE SEMANA MI QUERIDA SOR CECILIA...UN ABRAZO GRANDE
Boa noite Sor Cecília!
ResponderEliminarO silêncio é de ouro e revela tudo para o coração que sabe ouvir. Lindo!
A senhora, no silêncio que deve preservar, pode descobrir algo sobre meu estado de espírito, atavés da minha poesia. Impressionante a capacidade que tens de ouvir e compreender as almas Sor Cecília.
Boa noite!
Carla
Linda entrada amiga cecilia como una historia puede revelar una belleza que a lo ojos esta en cada rincon cada paisaje y todo lo que encierra...bello amiga
ResponderEliminarsaludos
lindo fin de semana
abrazos
Espero este mejorando amiga cecilia..se cuida mucho amiga.
Hola amiga!!!
ResponderEliminarGracias por tan hermoso reportaje!
Que se mejore....
Un fuerte abrazo desde Venezuela!!!!
Hola Sor Cecilia, gracias por pasar a visitarme.
ResponderEliminarAntes que nada quiero preguntarle si conoce el nombre de ese cáctus, yo creo que también debe ser de la familia de los cáctus esa florecita que publiqué en mi blog.
Elizabeth y yo como no le conocíamos el nombre pues la bautizamos como rosa verde jaja, pero si nos encantaría conocer su verdadero nombre.
Y cuídese mucho, mire que ese dedito con el que está escribiendo se va a sobre cargar y también va a irse "al paro", como dicen en su tierra.
Dios la bendiga y guarde.
Piedad
¡Que falta nos hace el silencio!Y que poco se valora por mucha gente. A mi me encanta pasar muchos ratos en silencio, y a veces me dice mi marido: ¿QUE HACES? y le contesto: nada, pensar.Es ¡tan gratificante!.....Hoy ha sido el cumpleaños de mi hija segunda y con ese motivo nos hemos reunido todos, ¡que somos veintidos!Lo que menos habia en su casa era......silencio.Pero de todo hay que disfrutar. Habia trece niños, la mayor de doce años, y nos han estado haciendo pase de disfraces, ¡cuanto han disfrutado!Habia que ver como se cambiaban de traje y como se abrochaban los unos a los otros,¡tan pequeños algunos!Lo que mas les gusta es sacar el baul de los disfraces y ponerselos.Mis regalos de Reyes siempre son eso, vestidos de lo más variados, princesas, bailarinas, etc Luego cuando regresamos a casa mi marido y yo, volvemos al SILENCIO..... Un abrazo y espero que la mejoria del brazo vaya adelante.
ResponderEliminarQue buen post!!! Me encantó. Hace como dos años visité un monasterio en Luján (Provincia de Buenos Aires) que silencio y que recogimiento de la única monjita de clausura que nos podía atender. Me hubiera quedado dos días aunque sea. Cuanta paz!!! La Virgen de Luján es la Patrona de Argentina. Un beso Cecilia y cuidate mucho. Sabes que si yo hubiese tenido una hija en vez de un hijo la hubiese llamado Cecilia?
ResponderEliminarSaludos de USA.
ResponderEliminarSor Cecilia. Que linda entrada! Cuanta ensenaza. Cuantas cosas importantes se
han olvidado con el tiempo. Mejorate
pronto. Love.
Cotiti.
una oracion a las seis de la mañana...
ResponderEliminarayer ya te vi en otros blogs con fecha de ayer asi que ya vi que estabas bien...yo espere todo el dia noticias
saludos
Marina
Querida Sor Cecilia,
ResponderEliminarEsta hermosa entrada, me recordó los bellos Monasterios que tiene nuestra querida España, cuando estuve hace muchos años con mi esposo y mi madre, pasamos la semana santa, hospedados en un hermoso Monasterio, convertido en pensión, estabamos con una tía hermana de mi padre, creo si mal no recuerdo, que fue en Avila, fueron tres días muy lindos recorriendo todos eso lindos lugares.
Recordando el silencio, yo desde que me quedé sola, vivo muchas horas de silencio, y cuando hacia mis Ejercicios Espirituales en el colegio, teniamos que estar totalmente en silencio, durante ocho días, que duraba el retiro.
Que Dios la bendiga por compartir tan linda narración muy acorde con la cuaresma y que nos ayuda a la meditación.
Cuidese mucho hermana, ya sabe que la necesitamos a nuestro lado.
Con mucho cariño.
María del Carmen
A través del silencio
ResponderEliminartoda pregunta es respuesta immaculada que deves descifrar.
Un abrazo.
Feliz fin de semana.
Sor Cecilia,hermosa entrada, la reflexión en ese silencio nos aclara tantas cosas...nos lleva a ese interior que no queremos escuchar...muchas de las veces y que tanto nos suplica...la meditación es un don divino...hace que conectemos con el alma y así llegamos a ese encuentro con Dios.Este tren de la vida nos limita...ese tiempo de silencio, personalmente,muchas veces lo busco pero es necesario ese tiempo especial evadido del mundo, y le doy la razón a Maurice, en esta vida todo es ruido...
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por darnos esa ternura llena de reflexión que tanta falta nos hace.
Espero que poco a poco su recuperación sea haga visible,
Un abrazo desde Galicia.
Buenos días Sor Cecilia.
ResponderEliminarEn estos momentos disfruto del silencio, para poder leer y meditar tu entrada que me acerca a Dios.
Besos, Montserrat
Es realmente bonito.El saber que el silencio interior siempre se encuentra dentro de nosotros aunque no nos demos cuenta.
ResponderEliminarEspero que se encuentre mucho mejor.
Un beso fuerte.
Cuánta razón y verdad, cuánto que aprender de tí Cecilia, y qué habilidad tienes para sacarme las lágrimas con estas entradas.
ResponderEliminarTe Quiero Mucho.
Besos desde el corazón.
Sor Cecilia:
ResponderEliminarAmo profundamente a Dios, mi vida no sería nada sin Él pero reconozco que no sería capaz de ser monja.
Precioso tu escrito y la imagen de paz y sosiego.
Espero que estés mejor, amiga, te quiero mucho.
Ahora te cuento lo de las firmas en mi blog, perdona la extensión ¿vale?, soy mala resumiendo, jaja (traducido quiere decir que soy cotorra).
Te cuento lo que me preguntabas de lo de las firmas en mi blog:
1) El pasado dia 6 publiqué algo recordando aquellos radiocassettes antiguos e hice mención a que, cuando era pequeñita, jugaba a grabar canciones y mi padre guardó y escuchó durante mucho tiempo una, en concreto "Cenicienta", de Fórmula V.
2) A raíz de ello, mi compañero de Blog, Manasés (supongo que sabes que ese blog lo compartimos unos cuantos), me lanzó un reto, mediante una entrada suya titulada "100 firmas para una noble causa", consistente en que si él alcanzaba ahí 100 firmas de apoyo yo tenía que cantar esa canción y ponerla en el blog.
3) Como a mí me gusta hacer el payaso, le puse incluso en su entrada una foto mia de pequeña (o sea que la de la foto soy yo, ya me conoces, jaja).
4) Lo de "aceptamos pulpo como animal de compañía", como cuento en mi última entrada viene de un anuncio televisivo y quiero significar que, aunque aparecían 104 comentarios, no todos son válidos porque algunos son míos y otros amigos han firmado un montón de veces pero, aun así, cantaré y lo colgaré en el blog.
Vamos, que el caso es echarnos unas risas.
Así que te animo a que firmes en esa entrada de Manasés, si quieres.
Besos
Buenos días, sor Cecilia: muy bien contado el bálsamo que otorga el silencio, el santo silencio, los sonidos envolventes del silencio, esa quietud interna, esa calma inmensa. Me gusta que la historia entre Maurice y María acabe con un darse la mano.Al menos Maurice era turista consciente y se acercó con respeto. Tenía sus motivos.
ResponderEliminarSaludos blogueros
El silencio es un tesoro que no sabemos apreciar.
ResponderEliminarCuando estamos en silencio, nos concentramos relajadamente y meditamos, nuestra alma se llena de paz, nuestro cerebro entra en una frecuencia en la que descubrimos pensamientos y sensaciones que creíamos que no existían para nosotros.
Recomiendo a todo el mundo que todos los días, durante un rato practique esto, verán como descubren caminos insospechados de amor, bondad y luz.
Un beso.
Querida Cecilia:
ResponderEliminarEs precioso tu blog.
Gracias por compartir en él parte de tu experiencia de vida y por abrir tu corazón.
Bendiciones.-
Gracias Sor Ceci, Maestra del Amor, por este relato maravilloso que nos lleva a nosotros mismos a ese silencio del corazón que tanto ansiamos o añoramos!
ResponderEliminarSólo en ese silencio de la mente, en la comunión más profunda del alma, podemos encontrarnos con nosotros mismos al desnudo y sentir la mano del Señor apoyarse amorosamente sobre nuestra entrega!
GRACIAS por todo lo que transmites más allá de las palabras!
Un abrazo eterno en el Amor que está siempre aquí y ahora!
Qué lindo, Cecilia. Buenísima reflexión. Me encantó la historia. Gracias por compartirla!
ResponderEliminarBeso grande para ti y feliz domingo!
Es en el silencio donde encontramos las mejores respuestas y es ese silencio el que necesitamos para alimentar nuestra alma.
ResponderEliminarComo siempre es un placer pasar a visitarla Sor Cecilia.
Le mando todo mi cariño.
hola Sor Cecilia,
ResponderEliminargracias por tu forma de acercarnos a Dios en cada uno de tus posts.
Aquí estaré la próxima semana pues pienso que escribirás cosas bellísimas para la semana santa. Porque debemos estar siempre conscientes que lo importante no es recordar con tristeza lo que Cristo pasó, sino celebrar y entender por que murió y resucitó.
Y para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar en estos días y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
Debemos acompañar a Jesús en estos días con nuestra oración, sacrificios y con el arrepentimiento de nuestros pecados, asistiendo al sacramento de Reconciliación y recibiendo la Eucaristía, para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.
Y tu me acompanarás estos días tan célebres, donde el silencio y la reflexión son buenas herramientas para acercarse a Dios.
Hasta prontito mi Sor Cecilia^^
hola amiga cecilia,una entrada preciosa y cuanta verdad decia este señor al visitar estos claustros que tantas veces son visitados por nosotros los turistas,aunque cuando los he visitado siempre guardo mucho silencio porque es una manera de respeto hacia estos sitios donde en otras epocas ese silencio fue testigo de tantas meditaciones y rezos.
ResponderEliminarme recoerdo esta entrada a la visita que hicimos ayer a esta casa museo de aca de valencia,que paz y que silencio se respiraba alli dentro,en sus jardines solo se oian los pajaros y ni un solo ruido de trafico,aquel silencio de aquella vieja casona me conmovio amiga.
te dejo un fuerte abrazo y que sigas pasando un bonito domingo!!!!!!
Hola Sor Cecilia.
ResponderEliminarBelísimo dialogo, muy revelador del valor que tiene el silencio.
Sin elle no podremos reflexionar ni mirar dientro de nuestra alma.
Hoy, hay otro silencio distinto. Es aquelle que aleja las personas unas de las otras y las deja tan solas...
Siempre es un gran placer venir visitarla, mí querida amiga.
Reciba todo mi cariño y afecto.
Janita
En el silencio nos encontramos a nosotros mismos y es en donde el "ruido" de Dios se hace más presente, al menos para mi, yo necesito el silencio en mi vida, el verme a solas sin mas nada y sin nadie que no sea su sola presencia.
ResponderEliminarEso me ayuda a seguir en el camino.
Muy interesante historia la que nos has compartido Sor Cecilia.
Un abrazo.
Muy bello texto...
ResponderEliminarMe alegro que esa tendinitis te permita hacer entradas como ésta.
Un abrazo.
el silencio no es soledad, al contrario, es la puerta para encontrarse a si mismo frente al mundo y tus semejantes, te ayuda a la relajación, reflexión, meditación, al menos a una servidora le gusta y necesita tener estos momentos,
ResponderEliminarme encantó su escribo,
le mando un abrazo con todo cariño
Hola Sor Cecilia:
ResponderEliminaren el primer aniversario del blog de Nuestra Santisima Madre, deje un pequeño recuerdo para usted.
Un afectuoso saludo y muchas gracias.
Sor Cecilia,tu escrito es cántico celestial que se adentra en los silencios del alma.
ResponderEliminarCuanta ternura y dulzura derraman tus palabras.
Con respeto. Abrazo con ternura.
M. Ángel
Un bonito diálogo que da para reflexionar, muy elocuente.
ResponderEliminarCada uno de nosotros lleva encerrado un yo diferente, una actitud ante la vida y que tenemos que desarrollar.
Espero que estés mejor. cuídate mucho
Un beso
Hola Sor Cecilia bella entrada una hermosa reflexión, cuidese mucho querido Cacilia para que se ponga bien muchas gracias por su visita a mi humilde espacio.
ResponderEliminarUn gran abrazo con mucho cariño, que dios la bendiga y la cuide siempre, feliz comienzo de semana.
Muchas gracias sor Cecilía, has escrito en un diálogo una especie de parábola, en donde se refleja la esencia de Dios.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, el Silencio nos acerca a Dios.
Un abrazo fuerte desde mi Librillo.
Hola hermana !
ResponderEliminarBellisima entrada hermana, bellisima historia.
Paso a saludarla con todo cariño y le doy un fuerte abrazo y un beso.
Muak.
Aurora
Una historia muy interesante que va a lo esencial del hombre: su hambre de Dios. Un abrazo!
ResponderEliminaresta asturiana te da infinitas gracias por concedernos el honor de ser testigos de tu alma magna, sensible y bella de poeta, y por hacer que nuestro corazón se sienta abrazado y arropado por tu alma celestial. un besin muy muy grande.
ResponderEliminarGracias amigas, siempre dándonos lecciones. Hoy es el silencio, tan necesario para escuchar a Dios, tan necesario para rezar , reflexionar y meditar.
ResponderEliminarBesos, te queremosssssssssssssssssss
Gran y sentida entrada de con esas lecciones sobre el silencio y lo que en su día sufrieron los monjes y monjas.
ResponderEliminarPero si hablo con sinceridad, el silencio no me gusta ,deseo comunicarme con mi prójimo reír llorar cambiar pensamientos y sentimientos que con el silencio se quedarían sin poderlos comunicar.
Buenas noches hermana Sor
Hola Sor Cecilia.
ResponderEliminarUna historia muy interesante que nos demuestra la realidad de la vida.
Espero que ya este totalmente recuperada de su lesion.
Le mando un fuerte abrazo de corazon.
Ricard
Querida Sor Cecilia, cuando leí el relato se me llenaron los ojos de lágrimas. Creo que el silencio es el mejor camino para la intimidad con Dios. Lástima que "la loca de la casa" (como decía una santa no recuerdo cual) me juega malas pasadas a menudo.
ResponderEliminarPero me quedo con dar lo mejor de nosotros mismos.
Gracias hermanita por sus entradas.Le dejo muchos besos
Hola Cecilia!! Qué linda reflexión, profunda, para que uno aprenda a estar en silencio y descubrirse a uno mismo.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Querida hermana, me disculpo por la demora, la he echado de menos!!!
ResponderEliminar"El corazón que ríe"
Tu vida es tu vida
no dejes que sea golpeada contra la húmeda sumisión
mantente alerta
hay salidas
hay una luz en algún lugar
puede que no sea mucha luz pero
vence a la oscuridad
mantente alerta
los dioses te ofrecerán oportunidades
conócelas
tómalas
no puedes vencer a la muerte pero
puedes vencer a la muerte en la vida, a veces
y mientras más a menudo aprendas a hacerlo
más luz habrá
tu vida es tu vida
conócela mientras la tengas
tú eres maravilloso
los dioses esperan para deleitarse
en ti.
(Charles Bukowski)
¡¡QUE TENGA UNA PRECIOSA SEMANA!!
Gracias por sus agradables visitas a mi blog
Abrazos y besos de su amiga
~Charo Bustos Cruz~
He visto tu saludo en el blog de "tierra de violetas" y por curiosidad he venido hasta aquí.
ResponderEliminarComo ha cambiado la vida ya se puede decir que no existe las monjas de clausura, con Internet sois libres y podéis volar. No ha muros que os tengan encerradas.
Un saludo
Lobezno
Querida Sor Cecilia que hermoso relato, si el silencio... callar y hacer silencio para encontrarnos con Dios.. sobre todo en esta semana santa que pronto comenzará.¿Cómo está usted de salud? muchas gracias por su visita a mi blog, yo vengo un poco menos porque tengo menos tiempo, hago el doctorado en la Universidad de Bolonia y estoy un poco ocupada. Un gran beso para usted.
ResponderEliminarEl Señor te bendiga y te guarde. + El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti. + Vuelva el Señor su rostro hacia ti y te conceda la paz. + El Señor bendiga + este su siervo.
"A tu lado"con toda mi devoción me arrastra este magico aparato a darte los buenos dias y rezar mis primeras oraciones aqui en esta pequeña capilla donde tú la llenas de palabras que nos llegan con el perfume de las rosas...me gustaria que nunca se marchitaran y desde ellas dejarte un abrazo y mi sonrisa también.ya me voy con prisa
ResponderEliminarMarina
El silencio de los monasterios es algo mágico. No he podido evitar recordar algo que sentí una vez y que vagamente pude describir hace ya mucho tiempo en una de las entradas de mi blog.
ResponderEliminarMe gustaría mucho que usted la leyera, Sor Cecilia. Le dejo el enlace y en ese texto encontrará el verdadero comentario a este post.
http://bajandosesubealcielo.blogspot.com/2009/10/el-verdadero-monasterio.html
Un saludo y todo mi cariño.
Hola Cecilia, como siempre tus historias nos llegan hondo, siempre hay algo que aprender en la vida, para poder siguir adelante.
ResponderEliminarQue tal te encuentras.
En la entrada anteriror os regalé un puñado de ambar y en esta reciente una rosa, creo que aún no las has recogido, puedes traerlas a tu rincón si te gustan.
Un abrazo.
Ambar.
Sor Cecilia, verdaderamente ya casi no se respeta el silencio, yo he ido a muchos monasterios y hacen caso omiso, qué pena verdad. Un abrazo
ResponderEliminarHola Sor Cecilia,gracias por pasar a visitarme.
ResponderEliminarLinda entrada,solo el silencio nos acerca a Dios.
Cuídese, que Dios la bendiga.
Un abrazo.
Mil gracias Sor Cecilia por todo.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo y hasta prontito.
Amiga ,muy interesante todo ,sobretodo porque llama a darle el justo valor al silencio especialmente el silencio interior ,el silencio nos fortalece en la medida en que nos acercamos a Dios ,un abrazo cariñoso Pame.
ResponderEliminarEn los monastérios y sus claustros, es donde se respira un siléncio y una paz...que nos devuelve una visión de la vida más plena de sentimientos y amor a Dios y a todo lo creado.Un abrazo sor Cecilia.
ResponderEliminarHola Sor Cecilia,vengo siempre leer sus entradas me dan mucha paz de espirito,pero no tengo comentado porque yo á vezes en mi vida que estoy tan confusa y hago esses grandes silencios yo entiendo de silencios me hace falta para me encontrar comigo misma,á vezes que lo logro outra no,me gosto mucho su entrada preciosa un abrazo y sus mejoras
ResponderEliminarPreciosa entrada, hay espacios determinados que invitan al silencio interior
ResponderEliminary los claustros contienen esa magia, ese toque profundo para remontarnos al pasado de unos hombres y mujeres dedicados a la contemplacióngracias por compartir tan bello relato. Estas ya mejor????? un saludo cariñoso de Begoña
Hola Sor Cecilia quedé fascinada con el relato, bien sabe Ud. como me atrae y me gusta visitar esos lugares y creo que en gran parte representa para mí algo que me gusta disfrutar que es el silencio, Yo lo recorrería sola para "escuchar" el silencio de esos lugares.
ResponderEliminarBellísimo!
Como va su brazo?, mejor?, no queda otra que cuidarse y tratarse.
Buen semana!
Besos
mi querida madre, profunda la lectura de este comentario,el silencio de la mente es el hablar del alma, al padre solo se llega desde la oración en soledad, con el alma abierta de par en par y el corazón llorando de felicidad, madre eres muy profunda lo noto en tus comentarios, a la vez también eres, jovial con buen sentido del humor, dios tiene suerte de tener te tan cerca de el y yo le doy las gracias por haberte descubierto y sentir tu corazón y tu alma.
ResponderEliminaryo quiero al padre celestial, igual de manera diferente que tu, pero le quiero y mi fe no tiene limites hacia el.
cóndor te manda u abrazo y un fuerte beso madre.
Querida Sor. Cecilia tube problemas con los enlaces en mi blog , soy muy torpe y hasta hace poco era yo la que los ponia a mano uno a uno, al por fin apreder para que enlazara con las web me olvide de usted, perdoneme!! ya la tengo de nuevo Un abrazo con todo mi cariño. Preciosa esa reflexión.
ResponderEliminarPreciosa entrada. Me quedo en silencio para escuchar cuanto quiera decirme. Un beso.
ResponderEliminarEs verdad que, cuando en uno de esos antiguos claustros uno logra quedarse solo, se respira PAZ. Un saludo, hermana.
ResponderEliminarEs totalmente real, el Silencio y Paz que se respira en esos encuentros a solas con Dios.
ResponderEliminarBello relato Sor Leticia.
Un fraterno abrazo en Jesús y María
Cecilia, de corazón te pido mil disculpas. Trato de buscar el correo que me enviaste y no lo encuentro. Estoy en deuda contigo. Y espero que tu mano mejore lo antes posible. Te mando un sentido abrazo y un fuerte beso. Estos días los tengo un poco cortos de tiempo por un proyecto en el trabajo, pero te garantizo que en los días próximos, te escribo con calma.
ResponderEliminarUn beso
Bonita historia de Amor y silencio... de paz y armonía. Transporta a ese espacio interior que anhelamos... y todos somos...
ResponderEliminarUn abrazo Hermana.
"A tu lado"con mucha prisa una oración y el deseo de felicidad...con mucha prisa un hasta luego
ResponderEliminarun abrazo
Marina
Mi inclino en silencio querida amiga mia ante este relato que bien me sirve de oración y reflexión, de despertar esa busqueda que debe estar siempre activa para sentirme más de EL,
ResponderEliminarEmocionada por lo que transmite,por cuande despierta y por ese deseo inmenso de saber descubrir en mi que a El le petenezco
Gracias de corazón....un abrazo inmenso con mi cariño
Stella
demasiadas veces buscamos fuera las respuestas que ya están en nuestro interior,en nuestra alma,pero que sólo en silencio podemos descubrir.
ResponderEliminarun abrazo Sor Cecilia y gracias por estar siempre ahí.
Preciosa historia, gran enseñanza. Un beso amiga.
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