Seguidores

lunes, 25 de enero de 2010

LA OBEDIENCIA «QUIERO SER LA ESPOSA DE XTO»




DEDICO A MI COMENTARISTA «ANÓNIMO»LOS ARTÍCULOS
«QUIERO SER LA ESPOSA DE CRISTO».
NO SE PIERDA NINGUNA VOCACIÓN
«Déjese seducir por Dios»




La libertad sólo se puede entender bajo la gracia. Somos hijos de Dios y eso nos produce un gran gozo. Saberse libre, es propio de que sabe amar sin límites. Esa libertad tiene una peculiaridad, y es que si no sabemos amarnos a nosotros mismos con amor reverencial, difícilmente sabremos amar a nuestras Hnas y mucho menos a Dios. Cuando yo me enfado, me estoy hiriendo a mi misma, no me amo y hago daño a los demás. Por eso hemos de intentar ser alumnas muy aventajadas en saber dominar nuestro malos humores, nos ayudará a vencer si pensamos que nada y nada menos estamos habitadas por la Trinidad, ello nos permitirá que podamos alimentarnos más veces del mismo alimento del Señor. «Ser la voluntad del Padre que es amor».

Darse, es el voto de obediencia de aquel que escucha en la fe la voluntad del Señor, darse comporta construir «Unidad» y nuestra obediencia será tan libre tanto en cuanto no estemos aferrados a nuestros criterios y no escuchemos las divergencias a nuestros pareceres. ¿Y cómo se construye la unidad?, la clave de la unidad no consiste meramente en obedecer sino más bien en aprender a compartir lo que nuestros superiores nos proponen, entonces, mediante el diálogo y el respeto podremos llegar a un entendimiento que nos hará ser felices con aquello que nos proponen, claro que para ello ambas partes necesitan una gran dosis de humildad, sino no hay posibilidad de crear el clima que favorezca esa unidad, ese compartir tan necesario en la vida de fraternidad. Por eso, la obediencia o compartir lo que nos proponen, es a nuestro entender el culmen de la madurez psicológica y espiritual que hace que la monja, el consagrado pueda experimentar esa obediencia como la plena libertad de todo su ser y existir. Esa libertad vivida y comulgada en comunidad nos hará crecer en el amor hecho esencial de nuestros votos.
Discutir de forma equilibrada entre nosotras, nos lleva a intentar conocer un aspecto de la verdad del otro, y es muy importante tener esa disposición en nuestro corazón. Saber escuchar para conocer la verdad que conoce mi hermana es una actitud humilde que nos hará enriquecer nuestra parte de verdad y hallar la unidad. Por eso no debemos de perder el tiempo en nuestras reuniones comunitarias ni querer ser el centro de ellas, eso quitaría la libertad a las otras hermanas y no serían fértiles nuestros diálogos. Pero para unirse, hay que reunirse y en eso radica la dificultad, hay quien no quiere asistir a las reuniones y usa por bandera su libertad. No debería permitir el superior que nadie faltara a la convocatoria de una reunión comunitaria porque es entre todas que hallaremos la luz que nos lleve a intentar resolver todas las dificultades que vivimos en la comunidad, María se atrevió a escuchar al ángel, no por su obediencia propiamente sino más bien por su humildad. El punto de esa obediencia-humildad no es otra cosa que el amor de caridad. «Por lo tanto, que nuestra humildad nos lleve a la obediencia y la obediencia a la caridad, todo ello con la sólida base de la fe, pues sin ella no hay transcendencia.

Estamos atravesando «El desierto», escasean las vocaciones, pero eso no nos debe impedir de vivir a «Tope» nuestros votos y ello comporta entusiasmarse por nuestra vida de oración, de penitencia, sacrificio, cada día en más; independientemente de lo que pueda suceder con nuestro monasterio, con nuestra comunidad. Creo que todas, tenemos que revalorizar nuestra vida de consagradas, dando un gran aliento a nuestra vida contemplativa y darla a respirar unas a otras como un agradable perfume , que envuelva y penetre nuestras comunidades, y a cada Orden o Institución en particular, para que la Gran Esposa de Cristo «La Iglesia» sea más santa,
Nuestra misión hoy, es abrir nuevos horizontes de esperanza para dar vigor, a la Vida Consagrada y hacer una revisión a fondo de cómo queremos ser, para ser unas verdaderas Esposas de Cristo.

Recordemos que cuando entramos en la Vida Religiosa lo dejamos todo para seguir a Jesucristo en obediencia, virginidad y pobreza y al pasar de los años la pregunta es esta ¿Cuantas cosas hemos recuperado de las cuales nos desprendimos por propia voluntad para ser su esposa? ¿Cuántas cosas podemos volver a dejar hoy que no nos sirvan ni sean útiles para ir hacia Dios en obediencia, virginidad y pobreza?
Cualquiera podrá atreverse a pedirnos que de verdad lo demos «Todo» e incluso nos podrán recordar, que no lo hemos dado todo, cuando cargadas de razones humanas, nos atrevemos a «Quejarnos». Pero a pesar de esas posibles desviaciones de nuestra misión, podemos aprender de cada situación y saber lo maravilloso, lo mágico del momento que estamos viviendo si ésta magia se convierte en un atractivo irresistible para quedarnos al lado de Jesús y escuchar sus palabras como lo hizo María, la que se llevó la mejor parte sin saberlo del amor (LC 10,38-42).
Hacer cosas maravillosas, mágicas es lo que está esperando el Señor que hagamos, porque Él es el primero que confía en nosotras. Sólo el amor es capaz de obrar maravillas. Y… ¿Quién no se esmerara para perseverar y aventajarse en la vocación del amor?
Los votos religiosos son promesa de amor silencioso, es la actitud del alma enamorada de Cristo y le dice: «Mantengo mis promesas Dios mío, las cumpliré en acción de gracias. (Salmo. 55).




Para el consagrado no existe otra libertad que vivir en el amor de Cristo. Todos hemos sido creados para darnos en el amor a nuestras hermanas en Cristo, esa es nuestra libertad y sabernos amarnos a nosotras mismas es la base para saber amar a los demás.






4 comentarios:

  1. Leo en un libro de divulgación cultural (El camino hacia la cultura de C. Vidal):
    "Mientras los babelitas sueñan con llegar hasta el cielo y así hacerse un nombre, Abraham desprecia esta visión. Por el contrario, pone su vida en las manos de Dios y confía en que éste actuará.
    Si en el primer caso asistimos a la brega que nunca puede satisfacer a los que se esfuerzan por dejar su huella en la historia, en el segundo nos encontramos con aquel que ha decidido dejar (su) historia en manos de su Autor y esperar de El el cumplimineto de todas sus pormesas (y anhelos)"

    Seglar o consagrado, elegirLe es, con todo, la mejor opción

    ResponderEliminar
  2. Ponernos en sintonía con el que más sabe de amor no puede dejar otro resultado... Se aprende a amar amando. Siempre son luces sus escritos sor Cecilia. Gracias.

    ResponderEliminar
  3. sor cecilia muchas gracias por el articulo muy importante e interesante, siempre pensè que no iba a encontrar una pagina en internet que me hablara de la vocacion, simpre me he puesto a pensar que con una orden tan grande como la de predicadores no se tenga una pagina en exclusica de las monjas dominicas contemplativas. Sor cecilia soy colombiana y me parece que haber encontrado este blog es muy oportuno para mi, ya que desde mi salida del monasterio me aleje un poco de el, tengo una hermana profesa temporal en su año de experiencia en el monasterio recien salida del noviciado, esa experiencia de ella me ha hecho volver a sentir el llamado con mas fuerza pues aunque hace ya tres años que sali siempre llevo esa lucecita en mi corazon. garacias por esos escritos que alientan mi corazon me da gusto que una monja dominica pueda hacer tanto bien con la predicacion y el apostolado dentro del monasterio. Madre no se si es muy lanzado pedirle que escriba sobre las personas que estuvieron en una vida consagrada y sienten todavia el llamado en su corazòn, ya que aveces pienso que el llamado es tan grande que trasciende todo, que penetra todo hasta el haber dicho que no, aunque solo alcance a ser novicia vivi mucho la experiencia dominicana gracias madre a usted por sus escritos uy vivencias y tambien gracias a Isabel por sus oraciones. sor cecilia le pido que ore mucho por mi. Muchas gracias.....-

    ResponderEliminar
  4. Hermoso, blog, lo descubfri, navengando, y me parece el tema de ser esposa de Cridto un tremendo misterio, no alcanzo a entenderlo, lo cual no significa que logre apreciarlo, y ojala Dios me concediera esa gracia, por ahora le buscare donde el diga.
    Seria buena idea la de escribir sobre la experiencia de quienes estuvieron alguna vez en busca del Señor.
    Y Cecilia, no te sientas culpable, Dios sabe por que permite estas cosas, y esa experiencia es parte de tu busqueda de ahora.
    Saludos
    Angela

    ResponderEliminar