LA EDAD ESPIRITUAL

Hace casi veinte años una religiosa que pretendía porselitar con mi vocación, me hizo esta pregunta que me chocó:
¿Qué edad tiene tu vida espiritual?.
Estuve unos segundos tratando se enlazar mi respuesta desde todos los aspectos posibles y le contesté:
Verás hermana Sofía, en el bautismo recibí la vida divina, me hice miembro de la Iglesia e hija adoptiva de Dios .Después de unos años recibí el sacramento de la confirmación y me llené de los dones del Espíritu Santo y después de una catequesis no muy buena (hoy lo veo así pues era muy infantil) recibí la Sagrada comunión; acepté a Cristo como Redentor y mi único camino para hallar la felicidad y gozar de Dios en la eternidad del cielo.

La religiosa viendo que se le escapaba la trampa que me había tendido, intentó interrumpirme, pero no se de dónde saqué la fuerza que no la deje hablar y proseguí mi discurso como si lo hubiere de dar en una conferencia.
Bien, como te decía Hna. Sofía, recibí los tres sacramentos necesarios para desarrollar mi vida espiritual, la cual creció en la medida que me esforzaba parar cultivar las virtudes humanas y sobrenaturales.

¿Cuándo se detuvo?, nunca se detuvo, tan sólo se enlenteció durante los últimos diez años, los últimos 2 años con tendencia al crecimiento y en la actualidad sin concurso de mediaciones humanas ha crecido tanto que me he enamorado de Cristo.

Mira, Hna.sofía, hoy mi alma sabe muchísimo más que ayer de cómo es Dios y se muy poco, muy poco, pero más que ayer y el mañana poco me debe de importar, si se vivir el hoy en gracia de Dios. Entonces yo entiendo que la edad de mi vida espiritual está relacionada con el amor en que amo a Dios y a mis hermanos, pero también he aprendido que en la vida interior no decrece nunca cuando se detienen, ese grado ya no se pierde, el alma ha sido creada para crecer, amar y ser amada.

Un hombre pude por diversas causas decidir apartarse de Dios, de los sacramentos, de la Iglesia, más cuando decide reemprender en camino dejado hacia Dios, su fuerza se multiplica por ciento por uno y todo el tiempo que perdió se recupera velozmente, porque es tanta la alegría que siente que no se sabe explicar más que aquel que se ha convertido, que ha mirado a Dios y a la humanidad como un girasol.

Me he hallado con tanta gente que me ha criticado por querer ser monja, una chica como yo tan puesta en todo, con tantos éxitos profesionales, que solo oía lamentos… ¡Qué pena de chica, con lo que vale, mira que encerrarse!!!

Y hoy, sigo sin líbrame de las criticas no desde fuera de la Iglesia sino también desde dentro de nuestra Iglesia que no sabe aún en su totalidad valorar la vida contemplativa desde el claustro.

La hermana Sofía, llegó a ser provincial de su congregación, pero pocos años después dejó la vida religiosa.

Con ternura
Sor.Cecilia codina Masachs O.P

FOTOGRAFÍA LILIANA. G http://miarteenfos.blogspot.con ARTE FOTOGRÁFICO