ENTRE NIÑOS

ESTA ES UNA HISTORIA REAL

Me hallaba yo en la sala de espera de mi Hospital, salía del trabajo y estaba esperando a mi compañera.
Entre tanto en medio de la sala había dos niños conociéndose para jugar, era una blanco y otro de color.

Los papás de ambos niños estaban de punta a punta de la sala y observaban a sus hijos con cierto asombro.
Ambos niños no tenían aún 2 añitos y con sendos paquetes en sus tiernos culetes, medio a gatas y medio derechos se encontraron frente a frente, se miraban como para conocerse antes de darse el permiso de darse amistad.

Fue el niño de color quien de su bolsillo del pantalón saco un caramelo y cogiendo la manita del otro se la puso en la palma de la mano.
Había expectación en toda la sala de espera…todos callados y muy atentos al desenlace final pueril.

Todos los presentes estábamos pendiente de semejante encuentro ¿Qué pasaría, entendían esos dos niños de racismo?
Ambos padres extremo a extremo de la sala, se reían contentos de lo que sus hijos hacían, en verdad, que eran unos niños preciosos, unas monaditas, tiernos ¡ah angelitos del cielo!!

Pues bien, el niño blanco se cambió de mamo el caramelo y con la otra mano se limpió del contacto que había tenido con su nuevo amigo de color. Ahí, todos los que estábamos observando el desenlace reímos con gusto, mientras el niño blanco ponía cara de circunstancias, el otro lo agarraba por el cuello y le daba un beso.

Eso, nadie se lo esperaba, y más de uno, sobretodo las señoras que eran mamás se les escaparon las lágrimas y no es para menos.
Y, amigos ahora viene lo inesperado, el niño blanco se echo a llorar, porque sus padres fueron corriendo a rescatarle de los brazos del niño de color, pensando que su hijo sentiría repugnancia.
Y tuvieron que devolverlo a su amigo para que esté le devolviera el beso que el otro niño le había dado.

Moraleja:
Cuanto tenemos que aprende de los niños, no juzgan, simplemente van descubriendo el mundo y sus sensaciones, el niño blanco descubrió que la piel oscura de su amigo, era ligeramente húmeda y fría, por eso se secó su mano en el trasero de su pantalón.

Dar amor, debería ser una imperiosa necesidad, pero para darlo hay que conocernos ¿a cuantos entablamos diálogo sin conocerlos? ¿ a cuantos les decimos: Buenos días, es usted el vecino del 5º izquierda…por yo Bla, Bla, Bla.

Reciban mi ternura, y déjense acariciar por una palabra, por un gesto, una sonrisa, un apretón de manos y por que no…por un caramelo extraño con su abrazo.

Reciban mi ternura
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P