Como hace ya algún tiempo me habían pedido que les hablase del carisma de la Orden de predicadores, voy a darles unas pincelas a grandes rasgos del carisma de nuestra Orden.
Deseo que les agrade compartir comigo lo que con estusiasmo vivo.
Santo Domingo y sus símbolos
Normalmente se representa a los santos con símbolos que son indicativos de sus principales características. Así, por ejemplo, se representa a San Pedro con "las llaves", simbolizando el poder que le concedió el Señor. San Vicente Ferrer es representado por "alas", porque está considerado como el "ángel del Apocalipsis", y así sucesivamente. Santo Domingo de Guzmán está representado frecuentemente con un báculo en su mano derecha, de la que cuelga un guión con el emblema de la Orden de Predicadores junto con el rosario, y un perro con una antorcha encendida. Frecuentemente se añaden una lila blanca en su mano izquierda y una estrella en su frente. Todo ello se refiere a aspectos o sucesos de la vida de Santo Domingo. Veamos su significado.
Santo Domingo de Guzmán está representado frecuentemente con un báculo en su mano derecha, de la que cuelga un guión con el emblema de la Orden de Predicadores junto con el rosario, y un perro con una antorcha encendida. Frecuentemente se añaden una lila blanca en su mano izquierda y una estrella en su frente. Todo ello se refiere a aspectos o sucesos de la vida de Santo Domingo. Veamos su significado.
El Perro
La Leyenda (primera biografía de Santo Domingo) narra una visión que su madre, la Beata Juana de Aza, tuvo antes de que Santo Domingo naciera. Soñó que un perrito salía de su vientre con una antorcha encendida en su boca. Incapaz de comprender el significado de su sueño, decidió buscar la intercesión de Santo Domingo de Silos, fundador de un famoso monasterio Benedictino de las cercanías. Hizo una peregrinación al monasterio para pedir al Santo que le explicara el sueño. Allí comprendió que su hijo iba a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de la predicación. En agradecimiento, puso a su hijo por nombre Domingo, como el santo de Silos. Es un nombre muy apropiado, por cuanto Domingo viene del Latín Dominicus, que significa "del Señor". De Dominicus (Domingo) viene Dominicanus (Dominico, que es el nombre de la Orden de Santo Domingo). No obstante, utilizando un juego de palabras, se dice que Dominicanus es un compuesto de Dominus (Señor) y canis (perro), significando "el perro del Señor" o el vigilante de la viña del Señor)
En su carta Domingo del 4 de Febrero de 1221 a todos los obispos de la Iglesia recomendando la Orden de Santo, el Papa Honorio III dijo que Domingo y sus seguidores habían sido "nombrados para la evangelización del mundo entero". Y en otra carta, esta vez dirigida a Domingo (18 de Enero de 1221), el Papa les llamaba pugiles fidei (caballeros de la fe, defendiéndola contra todo el que se oponga a ella). Esto es lo que Domingo hizo durante toda su vida, defender la fe con el ejemplo de su vida y con su predicación incesante contra los herejes del Languedoc en el sur de Francia, y con su deseo de ser misionero entre los no-cristianos.
La Estrella
Se nos dice en la misma Leyenda que durante el bautismo de Domingo apareció una estrella sobre su frente. Por medio de su vida y predicación, Domingo fue como un faro guiando almas hacia Cristo. Desde sus años de estudiante en Palencia, España, donde vendió sus valiosos libros para conseguir dinero para ayudar a los pobres que estaban sufriendo por una gran sequía, y donde llegó a ofrecerse él mismo a ser vendido como esclavo para redimir a cristianos cautivos por los Moros, a aquella noche, en un viaje a Dinamarca, que pasó en conversación con el hospedero hereje, atrayéndole por fin otra vez a la fe verdadera, a su etapa en el Languedoc, donde pasó los mejores años de su vida, hasta su enseñanza y predicación, hasta la fundación de su Orden, Santo Domingo fue siempre una estrella brillante que atrajo almas perdidas a Cristo.
La Lila Blanca
En mis lecturas he encontrado una bellísima descripción de la lila que me gustaría compartir con vosotros:
La pureza es comparada con la lila blanca de los campos. ¡Cuántas veces han descansado tus ojos en su blanco cáliz, deleitándote con su dulce aroma! Hay tres cosas que distinguen a esta preciosa flor de las demás. La lila se yergue como una princesa; su limpia corola celosamente tiende a abrirse solo a los ojos del sol brillante y las estrellas, luchando por distanciarse de la sórdida tierra para elevar toda su fragancia a los cielos. La lila es extremadamente sensible. Una mota de polvo es suficiente para ensuciar su blancura, y esto es precisamente lo que la convierte en inimaginablemente bella. La lila expide un aroma tan delicado y encantador que perfuma todo lo que está a su alrededor. ¡Así es el perfume de un alma pura!
Bellísimo, ¿verdad? Sin embargo lamento tener que decir que no puedo indicar la fuente de esta cita.
El amor por la pureza de Domingo fue tan perfecto que en su lecho de muerte, al hacer una
Confesión pública en frente de sus hermanos, pudo decir: "Gracias a Dios, cuya misericordia me ha conservado en perfecta virginidad hasta este día; si deseáis guardar la castidad, evitad todas las conversaciones peligrosas y vigilad vuestros corazones". Y entonces, sintiendo remordimiento, dijo a Fray Ventura, Prior de Bolonia: "Padre, temo que he pecado hablando de esta gracia delante de los hermanos". La pureza de su alma y el deseo de que sus hijos le imitasen le llevaron a hacer esa revelación.
La Cruz, el Estandarte, el Rosario
La Cruz de dos brazos (llamada "patriarcal") es un símbolo de los fundadores de grandes familias religiosas ("patriarcas") o de importantes comunidades cristianas que han dado origen a otras muchas. Se usa para Santo Domingo porque él fue el primero en sacar al monje del monasterio a la ciudad, convirtiéndole en apóstol: un religioso sin dejar de ser un monje. Otras órdenes fueron fundadas inmediatamente después de los Dominicos o casi simultáneamente, como los Franciscanos, y todos siguieron la misma pauta. Fue mucho después, en el siglo XVI, cuando aparecieron las Congregaciones dedicadas al trabajo apostólico, pero sin observancias monásticas.
El Estandarte con el emblema Dominicano es el "escudo de armas" de Santo Domingo. Blanco y negro: pureza y penitencia, muerte y resurrección, combinando el ideal Dominicano de mortificación y alegría, renuncia al mundo y posesión de Cristo.
En cuanto al Rosario, la explicación es obvia. Santo Domingo fue el fundador del Rosario, un regalo de María para ayudarle en su trabajo para la conversión del mundo.
Otros Dos Símbolos: Un Libro y una Iglesia
En algunas representaciones, Santo Domingo sostiene un libro en su mano derecha. El libro representa la Biblia, que era la fuente de la predicación y espiritualidad de Domingo. Era conocido como el Maestro Domingo por el grado académico que obtuvo en la universidad de Palencia, España. Sus contemporáneos nos dicen que en sus viajes por Europa siempre llevaba consigo el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Esto hace referencia a la visión que tuvo en una de sus noches de vigilia. Mientras Domingo oraba, los Santos Pedro y Pablo se le aparecieron. San Pedro llevaba consigo el Evangelio, y Pablo sus Cartas, con este mensaje: "Ve y predica, porque has sido llamado para este ministerio". Esta visión le reafirmó en su vocación de continuar siendo un "Predicador Itinerante", no solo en el sur de Francia sino también en todo el mundo por medio de su Orden, la "Orden de Predicadores".
A veces, sobre el libro hay una iglesia. Esta iglesia representa la Basílica Laterana, la "Madre Iglesia" universal.
Santo Domingo tuvo que enfrentarse con muchos obstáculos legales para que el Papa aprobara su nueva Orden. De acuerdo con la leyenda, el Papa Inocencio III, Santo Domingo y San Francisco tuvieron un sueño. Cada uno de ellos vio que la Basílica Laterana estaba comenzando a derrumbarse, y a dos frailes, uno en hábito blanco y el otro en un hábito marrón, colocándose ellos mismos como columnas para evitar el colapso total. Domingo se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito blanco, pero no sabía quién era el otro fraile. De igual modo, Francisco de Asís se reconoció a sí mismo como el fraile del hábito marrón, pero desconocía quién era el del hábito blanco. Para Inocencio III el sueño era un rompecabezas y un misterio. El día siguiente, cuando Domingo iba a ver al Papa sobre la aprobación de su Orden, se encontró a un fraile joven vestido con un hábito marrón. Mirándose mutuamente, cada uno reconoció al otro como el compañero que ayudaba a soportar la Basílica Laterana, y se abrazaron en medio de la calle. Después fueron juntos a ver al Papa, y éste comprendió inmediatamente el significado de su sueño: "Las Órdenes de estos dos gran hombres serán como columnas que salvarán a la Iglesia de su destrucción".
Fr. Maximiliano Rebollo OP
Con ternura
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Me encanta conocer la iconografía de los santos, por cierto, hay un libro con ese título. He aprendido mucho de Santo Domingo.
ResponderEliminarSaludos y hasta pronto
Me ha gustado mucho conocer con sus pinceladas a Santo Domingo y sus símbolos.
ResponderEliminarSaludos de
Luis.
Hola Sor Cecilia. Después de leer este relato del Santo me he acordado de esta canción que cantaba de pequeña en la Escuela:
ResponderEliminarLAS CUENTAS DE ROSARIO, SON ESCALERAS,
PARA LLEVAR AL CIELO LAS ALMAS BUENAS,
VIVA MARIA, VIVA EL ROSARIO,
VIVA SANTO DOMINGO QUE LO HA FUNDADO.
Una abraçada germana, desde la nostra Valencia, Montserrat
Gracias a ellos mantienen los pilares de nuestra Iglesia.Amen.
ResponderEliminarReciba un cordial saludo Hermana.
Hola Sor Cecilia, como siempre he de darle las gracias, por mostrarnos y enseñarnos tantas cosas...es una delicia seguirla ..hay tanto que parender..Gracias.
ResponderEliminarUn peto
Sor Cecilia, la sigo y leo de forma continua, siempre aprendiendo......solo deseo darle las gracias por ello....
ResponderEliminarmil besos
Muchas gracias por esta reseña sobre Santo Domingo, siempre es agradable aprender.Un abrazo
ResponderEliminarSor Cecilia que entradita has hecho. Cuánto para aprender. Me gustó la expresión de "perros del Señor", suena bello, suena poético.
ResponderEliminarGracias a Santo Domingo por la enseñanza del rosario.
Gracias por publicar. Abrazos y besos.
Me ha gustado. Gracias.
ResponderEliminarHablaba siempre con Dios y de Dios !!!
ResponderEliminarY por sobre todas las cosas siempre lo hacía con gran alegría.
Se destacaba en las disputas teológicas contra los herejes y atraía mucho a la gente a optar por la doctrina de la Iglesia Católica.
Siempre recuerdo cuando leí su vida hace tiempo, estos rasgos característicos del Santo; dignos de imitación.
Paz en el Señor, Hermana Cecilia. Fiel discípula de Santo Domingo.
Fraternalmente,
Sergio.
Muy interesante de leer y saber todo lo que nos explica.
ResponderEliminarGracias Sor Cecilia por visitarme y por el comentario.
Un cariños abrazo a la distancia.
¡Gracias, Sor Cecilia, sí es verdad: dentro mío hay un niño, un monje y un poeta! Y gracias por su hermoso blog, como siempre. Unidos en la plegaria.
ResponderEliminarSor Cecilia!!! Esto es superinteresante!!! Lo voy a leer detenidamente, wow!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo mi querida hermana.