¡ CUIDADO CON LA MURMURACIÓN !

Vivimos en una sociedad en que se nos ha vuelto todo una competición: de quien es más, quien puede más, y todo a más de la basura de la humanidad que con su maldad destruye lo que tanto ha costado levantar. Una posición económica, un nombre, un apellido y una paz de haber hecho lo que Dios esperaban que hicieses.

Murmurar, es un pecado, el que se inicia en él, avanza sin freno hasta llegar a la calumnia. ¿Cuantas amistades se han perdido por este vicio? ¿Cuantos hombres y mujeres han sido pisada su dignidad con una murmuración entraña de la envidia?
Yo llamo a esa señora«basura, escoria, roña»que hace enfermar a toda una sociedad con habladurías, cuchicheos de malas entrañas que en su interior se devoran unas a otras, porque aquel o aquella que murmura de su hermano, es un estúpido y Dios lo vomita.

Las personas que toman ese oficio se arman de un valor satánico y con sus habladurías hipotéticas, van echando leña al fuego, hasta que salpica a la persona más inocente, simplemente para pasar un rato distraídas. ¿Cuantos políticos lo han sufrido, personas con cierto status en algún círculo social?

Desde este post, deseo hacerles hincapié en esta enfermedad que además es incurable, para que tomen siempre cautela con aquellas personas que les viene al oído y les dicen…«Sabes que menganita me ha dicho bla...bla...» ¡Apártense! no caigan en su trampa, huyan de forma educada, porque puede ser que si no lo hace con guante blanco, con tacto, usted también reciba una ración de murmuración.

Reciban mi ternura
Cecilia Codina Masachs O.P