SE PUEDE MORIR DE MUCHAS MANERAS

No les voy a hablar de la muerte física, sino de la espiritual.
La muerte de un hombre indiferente, de un ser que ni es frío ni es caliente, que siente porque es humano, pero siente pasivamente.
Este ser, no comparte no entusiasma, no deja huella más que de una noche en una mala posada.

Su vida está vacía de conceptos: ni es cuadrado, ni es redondo, ni triangular y menos un rectangular. ¿Qué es? es a penas un punto medio hacer.

Su vida solo es objeto de servirse de los otros, se aprovecha una y otra vez, sin sentir remordimientos, ya se ha acostumbrado a dominar su entorno y no soporta que nadie le haga sombra.

Su ego está en grado superlativo, nos mira a todos por encima del hombro y nos humilla siempre que puede que es siempre, ya que no respeta, ni el contenido ni el continente.

Díganme ¿Cuántas personas han conocido con esta somera descripción? Yo, ya he perdido la cuenta.

Con ternura
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P