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domingo, 23 de enero de 2011

ME CAÍ DEL MUNDO...Y NO SE POR DONDE SE ENTRA

IMAGEN DE INTERNET

Estimados amigos:

Estos días estoy dándoles escritos de reciclaje, recibí un correo de una amiga seguidora con este interesante artículo y vi que les podría muy bien interesar; así que les dejo y ya me dirán si ustedes también se sienten que han caído del mundo y no saben por donde entrar.

Gracias

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Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..

No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.

Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.

¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.

¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.

¡Guardo los vasos desechables!

¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!

¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!

¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza...
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.

¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.

El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de.... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)

No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor... Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tienes esté en buen estado. Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.

Mi cabeza no resiste tanto.

Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.

Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Tooooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.

Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!

Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

Las cosas no eran desechables.. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plan tillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!

Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy NO SÓLO los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.

Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour.

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la “bruja” como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.

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BUENO AMIGOS, DESEO QUE LES HAYA DADO UNA POSICIÓN EXACTA POR DONDE ENTRAR EN EL MUNDO.

Reciban mi ternura

Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

35 comentarios:

  1. Buenísima, certera y ocurrente entrada, Sor. Gracias por compartirla. he disfrutado leyéndola. Los sentimientos nunca podrán ser desechables y, para bien o para mal, vivimos en la cultura de lo efímero.

    Besos. María

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  2. Si Sor Cecilia, esto lo conocía, es verdad todo lo que dice, somos unos cuantos los que extrañamos lo de....tiempo pasado fue mejor....pero estamos en este nuevo sistema "inventado por el hombre", no podemos ir por la vereda de enfrente, tenemos que seguir caminando hacia adelante y ser pícaros con lo que podamos recuperar...eso famoso de ¿reciclamos?. No me preocupa tanto lo material como lo espiritual, hay muchas más cosas para recuperar. Saludos desde Argentina.

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  3. Me caí del mundo... y no se por donde reciclarme...Estaria bien empezar a reciclarnos y a cultivarnos , desde nuestro interior primero y después desde nuestro exterior para ser mejores seres humanos.

    Abrazos de MA para ti amiga.

    Gracias por tu bella huella .

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  4. Muy bueno hermana, leo mucho a Galeano, es muy bueno-
    A mi me gusta cambiar las cosas cuando es necesario, soy de las de toda la vida.
    Y si, las cosas cambiaron mucho desde entonces a ahora, yo ya use con mi hija pañales desechables, no tenia tiempo para màs.
    Es bueno reciclar, hay cosas que son para siempre- Los sentimientos, el amor, eso no cambia nunca, siempre serà igual asi pasen los siglos :)

    Un beso hermana y todo mi afecto

    Un placer visitarla

    Aurora

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  5. Lo cierto es que este hombre tiene razón, se ha pasado de guardar lo inguardable a tirar lo que esta en buen uso. De tener amigos desde la infancia para toda una vida a tener amigos de quita y pon en el facebook, alli tienes 500 llamados amigos, que no has visto en la vida. Ahora todo es un sucedaneo de la realidad y al que tiene el afan de guardar se le llama Diogenes, y si se deja incluso le diagnostican una enfermedad mental: "tiene usted un Sindróme de Diogenes".

    Un fuerte abrazo y cuidese mucho amiga mia.

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  6. Me gusta Galeano e incluso he publicado algún artículo suyo. Afortunadamente aún no me he caído aunque estoy en constante equilibrio. Espero mantenerme:)
    Un beso y buena semana

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  7. Lo cierto es que vivimos en esa llamada cultura, me identifico con la de lavar pañales y secarlos debajo de la mesa camilla,poque mis hijos se llevan 26 meses, en fin esto no tiene solución. Saludos.

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  8. Me ha gustado mucho esta entrada porque aporta muchas ideas, ideas que, quizás antes, no habíamos pensado.
    Soy conservadora y no me gusta estar y andar cambiando, quizás mejor cambiar nuestra forma incorrecta de actuar, ahí sí que tendríamos todos que aportar algo.
    Un beso enorme

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  9. También me llegó este e-mail desde manos de unos amigos, y desde luego es que da muchísimo que pensar. Estamos viviendo un mundo en el que nada importa y tiene el tiempo contado, lo de hoy ya se hizo viejo mañana, y lo peor, que esa visión no sólo se queda en las cosas, sino que se traslada ese sentir a las personas, y las utilizamos hoy y mañana se quedaron obsoletas. Hay tantas cosas que se han perdido.....
    Un abrazo sincero y lleno de ternura.

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  10. Me encanto. Ahora hay campañas para no desechar todo.
    Besitos Ceci.

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  11. Este comentario es el resultado de las persona que desean vivir por encima de sus posibilidades,por lo cual tienen que trabajar los dos para poder tener un buen chalet un buen coche, por lo que el progreso ha ido muy deprisa para satisfacer el mercado y las exigencias del mundo,hoy en día por desgracia estamos comiendo todo adulterado desde la crianza de pollos cerdos y demás animales hasta la agricultura.

    Podemos dar gracias a dios que quedan personas que se preocupan y dan las formulas para recicla.

    Nunca me ha gustado tirar,hay un dicho lo que uní desecha otro lo aprovecha.

    Bueno creo que me he enrollado un poco.

    Buenas noches hermana Sor

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  12. Hola sor Cecilia.
    De nuevo aqui recuperado por completo.
    Una entrada estupenda llena de aportaciones muy interesantes.
    Siempre se agradecen los buenos escritos.
    Un fuerte abrazo, amiga.
    Ricard

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  13. Yo soy de la generación que lo guardo todo, de la que lavó los pañales y reutilizaba todo lo que podía.
    Aún guardo muuuuchas cosas, los dientes de mis hijos, sus primeras letras y dibujos, e incluso sus trajes de la primera comunión. Soy incapaz de deshacerme de esas cosas, pienso que los que vengan detrás mía ya se encargaran de tirarlo todo, pero yo eso ya no lo veré.
    Lo que pasa hoy en día es despilfarro, todo para tirar, para producir basura que ya no se sabe ni que hacer con ella y lo peor destruyendo la naturaleza a una velocidad que da miedo.
    En fin estos son los tiempos modernos.
    Dios quiera que nos concienciemos y cambiemos de actitud antes de que sea demasiado tarde.
    Un respetuoso abrazo Hermana y buenas

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  14. Hola amiga!!!
    Felicitaciones por el reportaje y Gracias por compartir esta realidad!
    Que Dios nos conceda Sabiduría para salir adelante!
    Un fuerte abrazo desde Venezuela!!!

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  15. Mi querida amiga Cecilia. Muchas gracias por su cariñoso comentario. Interesante relato del escritor uruguayo Eduardo galiano. es así hay dos generaciones. las que se guardan y las que se botan. La primera era la que utilizaba el ingenio, la creatividad y ponía a funcionar la inteligencia para cambiar los usos de los objetos. Por ende era menos contaminante, menos consumista y neuróticos. Los actuales están hechos para consumir en forma compulsiva, no utilizan la reflexión. carecen del sentido de experimentar, de crear, de valorizar. Todo es fácil, todo se puede adquirir. Aqui los únicos que ganan son los inventores que son parte del primer grupo, de los que no botaban nada sino que creaban los nuevos usos.

    con mi afecto Rachel

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  16. Querida Cecilia!, este tema da para rato y aquí dejo un enlace a un documental de rtve que nos cuenta acerca de los origenes del problema.

    http://documentales.videosyonkis.com/online/comprar-tirar-comprar-2011/

    para es que le interese.

    Besos

    Carmen

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  17. Querida Sor Cecilia, es tema de este post es muy interesante. creo que si nos referimos a las cosas materiales, hace falta encontrar un equilibrio, no podemos vivir como en los años que menciona el autor, pero el consumismo exagerado es un error, los objetos son útiles para cumplir distintas funciones, y mientras nos sirvan y sus funciones sean suficientes no hace falta cambiarlos por nuevas versiones, pero tampoco creo que hace falta tener en nuestras casa una enorme cantidad de cosas inútiles, es mejor darlas a otra persona que pueda usarlas.

    Hablar de las personas es otro tema, y nunca se pueden tratar como objetos, debemos recordar de amarlas siempre.... y estar con ellas cuando más nos necesitan. Amor y Solidaridad.

    Cariños

    Mirta

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  18. "A tu lado"gracias por tu grata visita que es un placer verte en mi blog tanto en primavera como en cualquier época del año ...gracias...el texto que nos dejas hoy en tu post tuve la ocasión de leer ayer ,ahora todo es de usar y tirar por las prisas de la vida y el trabajo no por ser mejor...veo la hora¿como estás?
    Cecilia se me hace tarde...un abrazo
    Marina

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  19. Me parece un artículo muy interesante. Sí que es verdad que vivimos tiempos de usar y tirar, e igual que lo hacemos con los objetos, a veces esa filosofía nos lleva a cambiar facilmente las amistades, los principios, la moral, etc. Otras generaciones eran más consecuentes con lo que tenían.

    Un abrazo!!

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  20. Hola Sor Cecilia!!...en primer lugar agradecer su visita a mi mundo de letras y quedarse atrapada por ellas. La sonrisa no cuesta y hace mucho, así que le regalo todas las que le hagan falta. El tiempo bien aprovechado es un tiempo bien ganado.
    En este escrito las personas cada vez vamos con prisas, sin importarles nada y cambiar cosas, a veces si te gustan y las entiendes no sé para que cambiar.

    Un fuerte abrazo y feliz día!!

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  21. Hola Sor Celia, me encantaría que aceptara mi regalito.
    Se lo dejo en mi blog de Agradeciendo regalos, como siempre es Ud, libre de aceptalo o disponer de él como guste.
    http://katy-agradeciendoregalos.blogspot.com/2011/01/regalito-de-wendi.html
    Un beso y feliz semana

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  22. Hola Cecilia,

    es verdad, da mucho que pensar... vivimos tiempos de usar y tirar... hasta con los sentimientos y eso es lo peor!

    Gracias amiga por hacernos reflexionar.

    Te dejo saludos argentinos,

    Sergio.

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  23. Hola, yo también he conocido los tiempos en que no había basura o casi ninguna, no por eso era peor vida, el consumismo empuja y la vida no corre...vuela.
    La calidad de vida se pierde y el tiempo enfamilia se va, no queda tiempo para pensar y meditar, que es el alimento del alma.
    Gracias Cecilia, por hacernos pensar.
    Un abrazo.
    Ambar

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  24. Una joya de escrito. Una visión, a mi entender, certera, de lo perdidos que andamos en esta vorágine de consumo desmedido. Gracias por compartirlo, Sor. Un fraternal abrazo.

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  25. Querida amiga, tú si que eres buena para expresar lo que otros sentimos y no lo hacemos. Genial la entrada. Ayer la leí, no comenté, andaba apurada, hoy ni bien encendí la compu, me dije, ya voy a lo de Ceci.
    Cariños y besos, gracias por visitar micasa virtual.

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  26. Sor Cecilia, me ha gustado mucho su entrada, pues a veces me pregunto,,,
    ¿Me llamarán la tonta del bote?
    Guardo TODOS, son estupendos para congelar, guardar caldos en la nevera y hacer mermeladas, las cucharitas de plástico viven en el mismo cajón con las de acero...
    Guardo casi todo: corchos de botella, cajitas de crema, cajas de cartón, revistas de juguetes...
    Gracias pues ya veo que no soy la única.
    Un abrazo fuerte desde mi Librillo.

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  27. Querida Sor Cecilia, aunque no tengo apenas tiempo de leerte como quisiera, sí al menos permíteme que te ofrezca un premio muy merecido que espero puedas recogerlo cuando quieras.

    Un fuerte abrazo.

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  28. hola sor cecilia,me ha encantado esta entrada porque me gustan muchos los escritos de eduardo galeano,siempre utilizando conceptos y palabras claras.

    pienso que no solo el se cayo del mundo y no sabe como entrar,somos muchos que nos pasa lo mismo,aquellos que fuimos criados con pañales de tela y sobrevivimos,los que jugabamos en las calles y lo haciamos entreteniendonos hasta con piedritas,ya que si nos dejaban armabamos hasta un castillo,consumiamos menos porque habia poco para elgir,usabamos mas la imaginacion,no como hoy que con los video juegos los chicos se olvidan hasta de salir a jugar con sus amigos.

    un abrazo hermana y excelente entrada como siempre.

    muy feliz semana y gracias por su apoyo incondicional y su amistad sincera,la quiero mucho!!!!!

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  29. Hola Sor Cecilia , le contesto aca porque se que ústed lee a todos sus seguidores , mi blog es de imagenes realizadas por mi , pertenezco o participo en un foro donde se aprende a realizar estas imagenes , los premios que estan allí son del foro por unos juegos virtuales de imagenes , a rosana y luna les hize esas imagenes de regalo , cómo se la hare para ústed , por ser tan amorosa y la verdad que me llega y mucho con sus palabras o escritos , gracias por ser cómo es y gracias por existir , besos con aroma de ángeles .

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  30. Es lo más bonito que he leído en mucho tiempo, me ha traído recuerdos como el del aluminio del chocolate, hacíamos bolitas para los trabajos del colegio era un lujo, en casa de mi madre que tiene 70 años no existe ningún albun de fotos, cuando queremos recordar le decimos a ellos mamá la caja de zapatos está en el mismo cajón, ella contesta --si-- y mi hermana y yo nos reímos porque todo sigue estando igual.Tengo un móvil que tiene 6 años totalmente básico y mis amigos me dicen que soy una antigua pero me da igual yo soy feliz.No es más rico el que más tiene , sino el que menos necesita.Te podría contar tantas cosas.....Besos.

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  31. Sor Celia, entre lo poco y lo mucho hay un termino medio. Besos

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  32. ¡Que bueno! me ha hecho reir sobre todo porque me reconozco ... siempre guardando!.Un abrazo

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  33. que gracia....aunque los extremos se tocan no? y hay que ser cuidadoso en no estar en ninguno de los dos. El Señor nos ordena para estar en el termino medio y dar a cada cosa su importancia. un beso grande Sor Cecilia.

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  34. Nuestra generación hemos actuado de esa forma, cuidando todo para que durara. Luego llego el tiempo de las vacas gordas y todo el mundo a gastar y a desechar. Cuando hemos entrado en las vacas flacas es distinto. Los zapateros, los talleres de coches estan ahora en sus mejores momentos, porque todo se arregla, ya no se cambia tanto. Es curioso hasta han abierto multitud de locales con un letrero "Se hacen arreglos de costura" porque ya nos arreglamos la ropa, o la modificamos, para sacarle mas provecho.
    Sor Cecilia,en mi “casa” envuelto con cariño, tiene un regalito para usted. Puede recogerlo cuando pueda . Sabe que no es obligación aceptarlo, pero quiero que sepa ,que me haría ilusión verlo en su blog. Un fuerte abrazo.

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  35. Hola sor Cecilia:

    ¿Te aucerdas de cuando llevábamos las medias a que nos cogieran los puntos?

    ¿Y las madres surcian los calcetines?

    Que tiempos verdad.

    Besos, Montserrat

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