Mientras un silencio tranquilo todo lo envuelve, Dios lo llena y su Palabra se detiene sin prisa…, sin tiempo, sin espacio, dando lugar a una absoluta atemporalidad en todas las dimensiones del hombre conocidas. Dios viene «Rûah», ya llegó como brisa suave, serena… refrigerante y descansa el los corazones que esperan su lubricante espiritual para decirles susurrante en sus almas turbadas por las olas de sus desesperanzas…«ven amada mía…ven,y pondré en ti mi trono.
Te esposaré a mí para siempre, te esposaré a mí en justicia y derecho, en gracia y en misericordia, te esposaré a mí en fidelidad. (Conf. Os 2,21-22).
Dios desde siempre ha hecho alianza con su pueblo, alianzas de amor desbordante en todos los tiempos, desde el AT, hasta llegar al a Palabra encarnada, Jesucristo.
Sí, nuestro Dios nos da Palabra encarnada en hombre, siendo ella su promesa de vida eterna y nuestra eclosión de júbilo por vivir en él en la Trinidad.
Pero aún el hombre que no sabe caminar por no tener madurez y no sabe volar porque no aprendió antes a caminar, se da cuenta que sin su gracia nada es y nada puede, pero eso no es motivo para la desesperanza, al contrario, nos debería ser un reto que anestesiara toda actitud de derrota y nos dispusiéramos a gatear con humildad y dejarse enseñar cómo y de qué manera una criatura puede ser tan amada para que todo un Dios quiera morir de amor colgado en una cruz y maltratado por amar a su esposa.
No desesperéis amigas mías, esposas en la iglesia que Cristo no os ha abandonado, sólo ocurre que se ha entretenido enamorando a otras que estaban lejos de su amor. No perdáis la fe, ¡Creedme! Él os ama y no pasáis por él desapercibidas como hacen los hombres que viven sólo para sí.
¡No estéis tristes, desoladas porque no sabéis hablarle como antaño y tampoco tenéis cercana la maternidad de su Madre Santísima!..¡No! quitaros el luto del alma, que él viene a cortejaros, a deciros cuanto os ama, ¿No lo notáis? , huele a rocío, viene del monte, su aliento es oloroso a flores de sencilla fragancia, no ofende su perfume, es suave, es «Rûah».
¡Amigas de mi ternura! Quedaros a mi lado, aguardando su venida, él llegará en el silencio de la noche, silencio callado y esperanzado de algo que os pertenecía y habéis extraviado.
No tengáis el alma estrangulada, sino al contrario, bien dilatada que todo él pueda entrar y quedarse en vuestra casa.
¡Ya está aquí!, ¿no lo notáis?
Con ternura
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Querida hermana Cecilia!!! como siempre, sus palabras son como balsamo para el Espiritu, nos guia y nos ayuda...!!GRACIAS !!
ResponderEliminarun abrazo cariñoso
Sor Cecilia, sus palabras son un aliento constante entre tantas embestidas que da el mundo en nuestros días.Un abrazo.
ResponderEliminarQue hermosas palabras.
ResponderEliminarDejemos que el Señor nos inunde.
Gracias y que Dios la bendiga.
Sor Cecilia:
ResponderEliminarLa Fe en Jesús libera el alma.
Gracias por este trabajo tan hermoso y Evangelizador de este entrada.
Una abraçada germana, Montserrat
Sor Cecilia, gracias por tus palabras, siempre son un bálsamo, siempre son de aliento. Te cuento que el término Rûah lo empecé a usar hace un año aproximadamente, cuando entendí su verdadero significado. Querida que la Rûah de Dios nos siga uniendo. Abrazos y muchos besos.
ResponderEliminarEs precioso hermana Sor Cecilia, no conocia el siginificado " Rûah ", ahora si que lo se.
ResponderEliminarHoy es el Santo de la Virgen de Montserrat, " La Moreneta " y me voy a verla al Monasterio.
Déu vos guard !