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lunes, 15 de marzo de 2010

«LAS MONJAS»UNA VIDA CONSAGRADA A DIOS




La vida íntima de Dios, nos es comunicada por el Espíritu Santo. Él nos recuerda todo y aun más de lo que dijo Cristo a sus discípulos.
La vida de Dios es así infundida en nuestros corazones nos hace vivir en unidad."En verdad, una comunidad, para permanecer fiel a su espíritu y a su misión necesita el principio de la unidad que se obtiene por la por el amor .en armonía y en reconciliación no solo entre las personas, sino también en el interior de las mismas de donde dinama.la energía sanadora que alcanza a todo el cosmos.


¿Y cuando comenzó a gestarse esa UNIDAD de armonía reconciliadora? Todo empezó en una Cruz. La gestión de la vida de la gracia, de la vida de Dios, tiene lugar en la muerte ignominiosa de un hombre llamado Jesús. Fue la voluntad del Padre que su propio hijo diera su vida para poder engendrar nuevos hombres para hacerlos hijos de la gracia. Así vemos que por el amor que Jesús manifiesta al Padre, toda la humanidad puede participar de la Unidad Trinitaria, de su armonía, amor y de su Misión. Esa gracia así merecida hace que el hombre se sienta decidido a conocer« Aquello que desconoce y que al mismo tiempo, no le es del todo desconocido, pues desde su engendramiento en el seno materno ya llevaba ese recuerdo de lo Trascendente»
Hemos pues de entender toda la magnitud que transciende desde Cristo crucificado por amor, a toda la unidad del hombre reconciliado interiormente por ese mismo amor. Sabemos que por el bautismo entramos a formar parte de la comunidad eclesial y podemos afirmar:

* Los bautizados son piedras vivas «Para la edificación de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo.» (P. 2,5)
*Por el bautismo participan de sacerdocio santo de Cristo, de su misión profética real (1P 2,9)
*EI bautizado ya no se pertenece a sí mismo sino al que murió y resucitó por nosotros (1 Co 6,19 y 2 Co 5,15)
Por lo tanto, está llamado a someterse a los demás (Ef.5, 21 y Co 16,15-16) a servirles (Jn 13,12-15) en comunión de iglesia y a considerarnos con respeto y afecto (Ts 5,12-13)
Este sacramento del bautismo es especialmente profundizado por todos los consagrados, que en su día tomaron la decisión de pertenecer solo a Cristo y expandir su santo nombre por toda la tierra, a fin que fuera para toda la humanidad DESEADO para amarle y hacerle amar.
Esta vocación, es una locura de amor que los miembros de cada Orden, congregación Religiosa intentan vivenciar las peculiaridades propias de cada carisma, a fin de realzar su acento misional.
Las monjas dominicas pertenecemos a la Orden de Predicadores, fundada por Santo Domingo de Guzmán y tras 800 años de su fundación (evento que acabamos de clausurar y que os hemos hecho participar a todos de nuestra alegría);seguimos desde nuestra clausura viviendo la gracia de ser las «Predicadoras de la gracia.», en el silencio de una vida que se da por amor , porque Dios nos amó primero dándonos ejemplo de ello cuando hizo que su Hijo se encarnase en un ser humano, pasará por todas las etapas del crecimiento personal, conociendo el sufrimiento en su propia carne con toda clase de humillaciones tanto físicas como psicológicas, enseñándonos así el valor del AMOR a través del sufrimiento, ya que no tiene la misma connotación si invertimos los términos.« No es lo mismo aprender a amar para saber sufrir, que aprender a sufrir para saber amar.».Si bien es cierto , que en nuestra cultura , lo primero que nos quisieron enseñar fue a que supiésemos sufrir, antes que amar, porque así se creía que era lo correcto y podemos encontrar muchos ejemplos de ello cuando por ejemplo, una muchacha era obligada a casarse con un hombre que no amaba, pero que convenía a la familia tal boda.
La joven así obligada a esta unión, aún no siendo feliz con su esposo, era la «Perfecta casada», nunca dio motivo de queja a su esposo y se desveló por sus hijos como cualquier madre hubiere hecho. Era fácil que la familia le dijera:
«No te preocupes si ahora no lo amas, con el tiempo lo amarás aunque tengas que sufrir, el amor te llegará. »
Dicho esto como una pequeña reflexión, nos ayudara a dar el Valor que el amor tiene ya que nuestro Dios nos dio la vida para que fuésemos felices y con esa felicidad le diéramos gloria.
Gracias a la evolución en la cultura de nuestra sociedad y aún viviendo en el SILENCIO de Dios, hoy podemos explicar lo que vivimos y compartimos de nuestra fe con una nueva manera de expresión, que durante muchos años las monjas no pudimos desarrollar porque no habíamos incorporado a nuestra vida religiosa la disciplina y el amor al estudio, no solo de las Sgras.Escrituras, también de otras ciencias que son muy válidas para la formación humana y espiritual, una formación integral e integradora de la persona consagrada.
Merced al esmerado cuidado que tiene la Iglesia, disponemos de mucha información a través de libros, instrucciones, encíclicas de nuestros Papas y también de un libro muy asequible y fácil de entender como es «El catecismo de la Iglesia católica como también de primera necesidad la Biblia, enriquecida con diversos comentarios a pie de página, que es indispensable para todo creyente para profundizar en la vida « de Dios y de la Iglesia».
*Los bautizados son piedras vivas.-
Sabemos que el estado religioso es una de las formas de vivir la consagración más íntima con Dios, que tiene su raíz en el bautismo. Si observamos la vida de Jesús, vemos que su vida pública, es decir« Su predicación de la nueva noticia», se inicia después de haberse bautizado por Juan en el Jordán (Mat.3, 13.). Podríamos hallar una semejanza con todas las estas realidades de fe, y con las realidades históricas de Jesús en nuestra vida de dominicas contemplativas, por supuesto sin excluir a ninguna Orden ni institución, porque todas son vidas consagradas de Dios, aunque en determinados comentarios sólo nos dirijamos a las monjas dominicas.
« Toda la vida consagrada es una piedra viva, pero labradas por el amor y hacer de ello un sacerdocio santo, que con la fuerza de la fe recibida en el bautismo, nos hace ser por el Espíritu Santo: Profeta-sacerdote y rey.»
Este don nos es común para todos los cristianos, pero en la vida consagrada, esa dignidad, nos es revalidada por los votos que pronunciamos en nuestra profesión religiosa,
¿Cómo ser profeta, sacerdote y rey en la vida contemplativa claustral o de vida activa?-
En el relato de Isaías (Cáp.6), nos detalla lo que toda visión intelectual, le sigue el propio contenido de la teofanía de Dios…Isaías expresa su sorpresa al conocer su contenido; el preoferta tiene como misión, comunicar al pueblo lo que Dios le revela, pero halla en ello tanta envergadura, belleza, que no sabe más que decirle a Dios«¡Ay de mí, estoy perdido, yo soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros!»
Toda vocación tiene inherente una Misión, en el A.T, la vocación en los profetas representan la primera manifestación explícita de la relación de elección que el amor de Dios establece para Israel. Dios se dirige a la conciencia, a lo más íntimo del corazón del hombre, alterando su existencia y haciendo en él un « Hombre nuevo.»
¿No somos nosotras también unas mujeres « Nuevas» al pronunciar nuestros Votos? Nuestra vocación contemplativa claustral, sea dominica, carmelita, clarisa etc. con toda su profundidad en la raíz bautismal, no sólo nos ha hecho Profetas en esa relación amorosa, además nos ha hecho esposas de Cristo. En el caso de Isaías Cáp. 6-7, queda limpio de todo pecado al tocar el carbón encendido en sus labios, para poder predicar al pueblo de Dios la salvación. Es evidente que el que da a conocer a Dios debe de ser un hombre irreprochable ante los ojos de Dios y ante los hombres; predicar no solo es hablar de Dios a los hombres, es además ser bueno como bueno es Dios con los hombres, ser portador de paz y para ello precisa poseer la credibilidad de todo predicador que no está en lo que dice de Dios, sino más bien qué dice ese hombre de Dios con sus obras, con su conducta diaria.
Las monjas cuando pronunciamos los votos, hecho que Dios hace en nosotras (ya que es Dios quien consagra y no la monja quien se consagra a Dios), somos como el profeta Isaías. Nos son perdonados todos los pecados y nuestras vidas quedan purificadas como si de nuevo recibiéramos el Bautismo.
Ese día en que Dios nos consagró para sí, cada una de nosotras recibimos la impronta de nuestra misión. Dios nos prepara para la misión y esta viene dada por la relación íntima con Dios.
Nuestra misión como monjas contemplativas consiste en el seguimiento de Cristo, ¿Pero por qué quedarse solo en el seguimiento si podemos andar a su lado? No caigamos a ser otro Zaqueo, para que el Señor tenga que decirnos« Zaqueo, baja enseguida» (Luc 19,5). El Señor nos dice: «A vosotros no os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os lo he dado a conocer» (Jo 14,5)
El amigo de Jesús va a su lado, lo escucha y hablan en cercanía, en intimidad, sería muy incomodo e impropio de los buenos amigos hablarse en la distancia y que Jesús tuviese que girarse hacia atrás para hablarnos siguiendo sus pasos. Jesús nos invita a seguirle sí, pero a su lado, no a distancia como Zaqueo, este aún no había experimentado el perdón ni la salvación de Jesús, tan solo estaba atraído por su persona y sus milagros y a pesar de desconocer todo de Dios, se alegra de que Jesús vaya a su casa, lo consideró un alto honor.


Este entrañable personaje del Nuevo Testamento nos tiene que hacer reflexionar cuan afortunadas somos ya que Jesús cuando nos llamó para sí, también entró la salvación en nuestras casas, en este caso nuestras almas .Nuestro Señor, nos lleva de la mano para que no nos quedemos rezagadas siguiendo sus pisadas
Nosotras somos mujeres orantes que anunciamos el Evangelio porque nos hemos enamorado de un hombre que nos habla de amor, de misericordia, nos habla constantemente de perdón, y esperanza .Sí «Las monjas, las religiosas, los frailes, los sacerdotes y un largo etc., nos hemos enamorado de Jesús por lo que es Él y de su Misión.

Esta es la gran realidad de la Vida Consagrada, predicamos una forma de ser, de actuar y responder ante los avatares de la vida, que nos delatan de dónde lo hemos aprendido.
Comprendemos la magnitud de la elección que Dios ha hecho en cada una de nosotras/tros y todo ello nos hace vivir de gratitud y gratuidad.
La vida comunitaria es una verdadera «ESCUELA DE AMISTAD», es el lugar propio para ser lo que prometimos con nuestros votos: « Pobreza, obediencia y virginidad», todo un programa a realizar de «Por vida» pero que ninguno tendría valor sino pusiéramos AMOR en cada cosa que hagamos en nuestra vida cotidiana
El amor, pone de relieve la calidad de lo que somos y hacemos y además NO TIENE PRECIO.
Todo ello nos lleva a configurarnos con lo que anunciamos, que es Cristo y perpetuándolo en la iglesia a través de nuestros votos; pero subrayemos aquí «Como los vivió Jesús», un genero de vida que nos cristifíca día a día. Como ya hemos dicho anteriormente somos «Predicadoras de la gracia», eso nos hace partícipes de ser profetas ya que hablamos de Dios, nos hablamos de Dios las unas a las otras, ese es nuestro apostolado en comunidad y comunitariamente. La fraternidad debe de desarrollarse en un clima de amistad. La Comunidad es como una«Madre», que debe saber enseñar a sus hijos a amar, compartir, a escucharse, y saber callar para una mejor escucha de lo que nos cuenta nuestra hermana y con ello podremos comulgar de pleno derecho a darnos de todo cuanto somos y tenemos , pero eso si« En amistad fraterna», de lo contrario nuestra fraternidad no es lo que parece y cuanto se predique puede que no tenga frutos por lo que digamos o por lo que la realidad muestra de nuestra vida. Dicho de otro modo« Nos estamos engañando y además pretendemos engañar a los demás.»


El sacerdocio participativo en la Vida Consagrada.-


La monja, sea de la Orden religiosa a la que pertenezca, participa en la Misión de Cristo unido a Él, de ese sacerdocio santo, ya que como Cristo, ella se entrega así misma a compartir su misma suerte para construir el Reino. Esta oblación rendida de sí misma es el combate permanente de la fe y su fidelidad a los votos que por amor pronunció públicamente y que día tras día ofrece su vida poco a poco, como una pequeña herida que a penas se percibe su sangrado pero que va consumiendo el cuerpo y rindiendo el alma.
La oración es su alimento junto con la Eucaristía. «Vosotros los que hacéis que Yahvé se acuerde no os deis descanso y los que habéis de hacer que Dios se olvide, poned el alma en alto » (Isaías 62,6). Esta oblación nos hace ser intercesoras ante Dios de todos los sufrimientos de nuestra humanidad y con ese sacrificio amoroso inherente en nuestro corazón, oramos al Padre como hizo Jesús toda su vida, dándonos la visión futura de la eternidad. Nuestro celo por la salvación de los hombres nos hace permanecer como centinelas, oramos al Señor con insistencia porque sabemos que somos escuchadas y a su tiempo se nos concederá a aquello que pedimos aunque nuestros ojos jamás lleguen a verlo, pero para ello, tenemos que vivir de fe.
Somos por el bautismo Reyes.-
La Vida Consagrada de las monjas y/o religiosas, pertenecemos a la «Verdad», unas por un elemento constitutivo de su carisma como son la Monjas Dominicas y otras, porque la Verdad es Solamente Cristo. Por ello «La Verdad nos hace ser libres».Por ello al tener ese conocimiento de la Verdad, hace que esa Libertad constituya nuestra« Realeza». La vida de las consagradas queda engarzada con toda la nación santa que vive la libertad de los hijos de Dios, cuyo máximo exponente es el amor de caridad.
San Pablo en 1 Co 6,19 y en 2 Co 5,15, nos dice: «El bautizado ya no se pertenece a sí mismo. Sino al que murió y resucitó por nosotros, y en Ef. 5,21« Está llamado a someterse a los demás.»
La vida comunitaria a nuestro entender y muy especialmente en el carisma dominicano al cual pertenezco, nos lleva como misión, coaligada por la fraternidad, a compartir o mejor expresado a«Vivir comulgadas en todo, sin perder nuestra personalidad ni menoscabar la libertad, la pluralidad y al mismo tiempo la uniformidad.»
Ese «Someter» del que nos habla San Pablo, podríamos darle un enfoque distinto hoy en el siglo XXI en que vivimos, el Evangelio nos hace hacer nuevas relecturas de una misma verdad. «No es propio de Amor someterse, sino más bien el de Complacerse mutuamente.

Nadie puede ni debe someter a sus hermanas en ninguna circunstancia, ¿Cómo sino entender cómo se ama la Santa Trinidad? ¿Ellos se someten o se obedecen quizá?». No, la Santa Trinidad viven en Amor de complacencia, de comunión entre Ellos y así debemos nosotros aprender a amarnos. Esa es la verdadera Realeza del Amor, tanto que Jesús mismo nos dice: «Por eso me ama el Padre, porque doy la vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo el poder para darla y el poder para recobrarla de nuevo. Jo 10,17-18.»
Deseamos pues que todo cuanto hemos expuesto, nos ayude a penetrar más en la contemplación de Dios, de sus misterios con otros ojos, más abiertos al Amor que a una interpretación literal de las palabras.
El fruto del Amor que madura en el combate de la fe, es precisamente llegar a conocer las verdades para discernir «La Verdad».

Sor. Cecilia Codina Masachs O.P
Real Monasterio de Santa Catalina de Siena (Paterna) Valencia

PUBLICADO EN LA REVISTA«TEOLOGÍA ESPIRITUAL.-Nº 156 Septiembre-diciembre 2008

7 comentarios:

  1. Bon día Sor Cecilia:

    Si que teneis que tener un Amor grande hácia Dios.

    Por vuestros sacrifios y vida contemplativa y silenciosa.

    Una abraçada.Montserrat

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  2. Vaya, realmente interesante el artículo de hoy. Es difícl de comprender para los que no estamos fmiliarizados con vuestras vidas. Yo estudié en un colegio de monjas -Oblatas-, no eran de clausura y realmente su trabajo y tipo de vida era admirable.
    En cualquier caso, no entiendo bien el servicio social que realizáis, ¿servir a Dios no es compartir?, lo digo con todo el respeto, pero no lo entiendo.
    Saludos y hasta pronto.

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  3. La persona consagrada es la que quiere hacer presente a Dios en esta tierra. Es aquella persona que, enamorada de Jesús, busca enamorarse cada día más de Él y compartir este amor con todas las personas. Toda la teología de la vida consagrada se resume en estos deseos. Su artículo recuerda mucho de estas verdades...

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  4. Como creyente de a pie que soy, te felicito por esa labor callada que hacen los religiosos en sus monanterios y fuera de ellos. A la vez, admiro profundamente a todos los sacerdotes que llevando una vida ejemplar proponen a Jesucristo como única opción a seguir.
    Ruego por todos, y por la labor que una gran mayoría de ustedes otorgan con el testimonio de vida que hace que muchos se enamoren de Jesús.
    No debemos olvidar sin embargo, a toda la iglesia militante, que también en muchísimos casos, de una forma sencilla y comenzando por la familia, siembran la semilla del conocimiento de Jesucristo.
    Puedo testimoniar y pregonar con valentía, que hay otra persona indispensable para ayudarnos en nuestro cometido. Esa persona siempre guardó todo en su corazón, aún sin entender lo que sucedía a su alrededor y siendo persona humana, confió en Dios desde el primer momento.....Esa es María, la corredentora, nuestra abogada y dispensadora de todo el bien que una madre ofrece a sus hijos. Por ello, quiero pedirle desde este portal, todas las gracias y las fuerzas necesarias para que todas las personas que amamos al Redentor, formemos una gran familia, sin rangos, sin intereses y sin prepotencia, para que irradiemos con nuestro ejemplo de vida la verdadera meta que todos y cada uno de nosotros estamos por derecho divino destinados a alcanzar.
    Mis respetuosos saludos.Armando.

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  5. Querida Sor Cecilia, como te lo digo siempre me encanta leerte, eres mi remanso. Eres un libro abierto. Admiro tu vocación de servicio al Señor, admiro tu AMOR a Jesús. Voy a hacer mío tu pensamiento, ..."el amor no tiene precio", si me lo permites, por supuesto. Prometo aplicarlo en todos los órdenes de mi vida. Gracias por estar. Besos.

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  6. Hola germana Cecilia. Trobo que per no tindre ordinador, Déu n'hi dò tot el que ha escrit avui. Tant que no em veig amb cor de llegi-ho tot. Un dia que em senti emb més empenta. Una salutació molt carinyosa per vosté i per les germanes que tant generosament l'hi emprem la maquineta.
    Li explicaré un acudit a tó dels ordinadodors.
    Un bebé que encara no camine, reb un peluch dels seu pares perque jugui. el nen s'el mire i enfadat el tire per terra i díu "nene no terer juguete, nene terer computadora"!!!

    Espero que em disculpi la llicencia. Crec que Déu es una cosa seria pero que no esta renyida amb el bon humor.

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  7. Gracias por entar en Casa. Ya tengo la torre, no es nueva es un arreglo de mi amigo Alfonso, que en su blog se hace llamar "su chico"desde la torre , el ratón y el teclado también, todo para que pueda seguir mi trabajo en el blog y los artículos que tengo pendientes en diversas revistas religiosas. Si quiere ver su blog, es seguidor de una servidora." Moniciones a la palabra del Domingo
    Http;//compartelapalabrablogspot.com
    Será una forma de agradecerle el bien que hace
    Es normal que no pueda digerir cuanto digo en este u otros artículos, son de formación, aunque procturo poner siempre ejemplos reales. No se preocupe" Un entepa de pa amb tomaquet i una truita si es menge a poc a poc...¡Uff! que bo que es"
    ¿oi?
    Dios quiere que tengamos bue humor y buenos chistes. Muchas gracias

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