Esta poesía que les dejo hoy, pertenece a una señora invidente amiga de una hermana de nuestra comunidad.
La doy a conocer, porque me parece maravillosamente un alma contemplativa, en la oscuridad de su ceguera.
Al poco tiempo de escribirla, falleció y se hizo realidad su ansiado deseo «De abrirse sus ojos cerrados a la belleza creada» y ahora ya está contemplado a esa Luz que no se acaba.
Deseo hacer público su deseo, para despertar más amor si cabe en todos nosotros.
Gracias por meditarla.
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P
Ya es de noche, Padre mío,
reina en mi casa la calma,
ya me voy a descansar
que terminó mi jornada.
Afuera, el firmameneto,
con su bóbeda estrellada,
proclama tu inmensidad
y, en silencio, te canta.
Si tanta belleza creaste
para que el pecador la contemplara,
¿Qué habrás preparado en el cielo
donde sólo hay almas santas
Siempre, al acabar el día,
una`pregunta me asalta:
¿Cuándo ocurrira mi muerte?
¿Cuándo oiré tu llamada?
Imagino que la vida
es como una senda larga
y que un pasito avanzamos
en cada día que pasa.
Allá,al final,estás Tú
que esperas nuestra llegada
con los brazos muy abiertos
y un gran amor, que nos salva.
¿Cuándo será aquel día,
en que volverá mi alma
y gozaré para siempre
de tu presencia anhelada?
¿Cuándo me uniré a Tí
de forma perfecta y santa,
en que te posea y me entregue
sin que me lo impida nada?
Mis ojos que están cerrados
a las bellezas creadas,
aquel día se abrirán
a la Luz que no se acaba.
Cuando pienso en esas cosas,
aunque esté en vida me es grata,
siento un ardiente deseo
de vivir en tu morada.
Ingnoro si todavía
muchos"pasitos" me faltan,
sé que he caminado mucho,
quizás está cerca la Patria.
Quiero, por anticipado,
darte infinitas gracias
porque sé que has de colmar
con creces mis esperanzas.
Entre tanto, Padre bueno,
hazme crecer en tu Gracia;
úneme a tí intensamente
como desea mi alma.
Ahora voy a descansar
que termino mi jornada;
guárdame en tu corazón,
vélame Tú hasta mañana.
Aut. Paquita Roca (invidente)
Sor Cecilia gracias por publicar esa poesía tan bella. No te imaginas cuánto me he emocionado ante tanta majestuosidad, tanto amor, tanto reconocimiento. Paquita era invidente, aunque pienso que tenía más luz que cualquier otro mortal. Su FE era todo. A la vez plantea su insignificante presencia ante Dios Padre, a quien ama por sobre todo. Qué gran ejemplo de vida nos muestras en esta entrada. Gracias querida amiga. Gracias querida hermana en Cristo. Besosssss
ResponderEliminarHola Sor Cecilia:
ResponderEliminarQue belleza la Fe y Esperanza de esta persona.
Gracias poor mostar su Poesía.
Una abraçada. Montserrat
Sor Cecilia, preciosa poesia, la Fe es algo que nunca debemos perder, pues ella es quien nos sostiene en todo momento en especial en la adversidad.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades.Isthar
Woooooowww!!! que belleza y profundidad tienen esas palabras,desde luego que aunque fuera invidente realmente no lo era...veia con los ojos de el corazon...asi lo muestran en ese poema...Gracias por compartirlo .
ResponderEliminarUn abrazo fraterno.
Hola Sor Cecilia !
ResponderEliminarPreciosa poesia, tierna y sincera. Me ha encantado :-)
Gracias !
Sor Cecilia, gracias por compartir esta hermosa
ResponderEliminarpoesía de ésta persona. Es que, si de algo estoy seguro, es que la GRACIA nos acompaña para cada cosa que tenemos o tengamos que vivir
Especialmente en la umbral de la muerte, la que no sabemos cuando nos toca. Un abrazo!
Gracias Lao, me parecía de justicia que compartieraís esta maravilla en una gran mujer de fe.
ResponderEliminarSor.Cecilia
Gracias hermana por tus palabras en mi blog; encuentro en vos y en todos los que hacen sus aportes un común denominador que es la inteligencia, el discernimiento y la esperanza. Eso demuestra lo propio del cristiano, ya que cristiano y tristeza son incompatibles, verdad ?
ResponderEliminarGracias entonces por tu testimonio.
Te saludo fraternalmente y te deseo la paz que procede de Nuestro Señor Jesucristo.
Cariños, Sergio.
Gracias por esta poesía Sor Cecilia, profunda, sencilla.
ResponderEliminarMe parece todo estupendo , cuanto estaba perdiendo...
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