El que fue Maestro de la Orden de Predicadores Fray Timothy Radcliffe decía: «El gobierno funciona bien cuando reconocemos y respetamos la autoridad que tiene cada hermano y rechazamos absolutizar cualquier forma de autoridad única.
Si hiciéramos absoluta la autoridad de los superiores, la Orden dejaría de ser fraternidad; si aceptáramos como absoluta la autoridad de los pensadores, seríamos una institución académica bien rara; si lo hiciéramos como los pastores, traicionaríamos la Misión en la Iglesia; si aceptáramos como insustituible la autoridad de los ancianos, no tendríamos futuro; si diéramos autoridad sólo a los jóvenes no tendríamos raíces.»
La salud del buen gobierno depende de que permitamos la interacción de todas las voces para construir comunidad.
Les aporto este pensamiento sobre la autoridad, del que fue nuestro Maestro de la Orden y conocído escritor, porque me parece que es sumamente interesante , no sólo para el gobierno de una Orden, de una comunidad religiosa, si no de cualquier grupo humano que desee construir una verdadera convivencia en la cual todos de todos puedan enriquecerse, porque todos tenemos algo que dar. Falta que nos dejen.
Buenas tardes sor Cecilia:
ResponderEliminarLo que decia sobre la autoridad Fray Thimotty Racliffe, me parece de una gran sabiduría.
Deseo que pronto se te solucionen los problemas y puedas tener un ordenador para que puedas hacer tu blog en él, sin prisas.
PAZ Y BIEN.
Recibe un abrazo fraterno. Montserrat
Excelente texto !
ResponderEliminarEsa profundidad para advertir la función de la autoridad nos está haciendo falta sin duda, a todos.
Saludos en Cristo!
Profunda y sabia entrada. Claro, clarísimo el pensamiento sobre la salud del buen gobierno. Besitossssssssssssssssssssssss que andes bien.
ResponderEliminarHola Sor Cecilia !
ResponderEliminarHa sido una reflexión profunda y con sentido, la que nos muestra.
Gracias por compartirlo !
Dios le bendiga.
Raquel.
Cuanto necesitan nuestros gobernantes, hacer carne esta frelexión.
ResponderEliminarEs tanta la avaricia y el abuso de poder que ejercen, que nos agobian.
Quiera Dios asistirnos frente a tanto abuso y desparpajo.
Solo nos queda orar y actuar correctamente en nuestros deberes cívicos.
Cariños