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lunes, 22 de marzo de 2010

EL PODER DE UNA HOSTIA CONSAGRADA





Corrían tiempos difíciles en España, la guerra civil estaba en pleno apogeo, las persecuciones a los cristianos estaban tremendamente exacerbadas y bastaba que frecuentaras la Iglesia, asistieras a Misa, o simplemente se tuviesen amigos que fueran católicos, estos se veían amenazados a ser delatados por sus propios vecinos.

Entretanto, en una ciudad de la provincia de Barcelona era bombardeada por los republicanos. Todos salieron a los refugios, entre la multitud se hallaba un niño llamado Juan, tenía por aquel entonces unos 7 años; los aviones se sucedían en escuadrones y lanzaban sus bombas indiscriminadamente. Juan miraba al cielo como pidiendo lo imposible, los aviadores se acercaban sobrevolando las zonas bombardeadas para ametrallar a los que habían quedado con vida.

Juan no dejaba de mirar al cielo y entre tanto se oyó una ametralladora rematando a un hombre en el tejado de la Iglesia. El niño se hallaba muy cerca de la escena, seguía mirando al cielo cuando a sus pies cayó la tapa del copón y una Hostia consagrada.Se arrodillo para cogerla y esconderla en el bolsillo de su abrigo y mientras lo hacía vio como estaba su padre tendido al borde del tejado pendiendo a punto de caer en la plaza y con el copón el su mano.

Su padre huía de los milicianos llevando el Cuerpo de Cristo como el tesoro más preciado de esta vida.
Ese niño, años más tarde fue ordenado sacerdote y con frecuencia nos decía en el pequeño sermón semanal: «Hermanas, yo soy hijo de un mártir de la guerra civil» y nos volvía a contar aquellos momentos tan terribles de su infancia y la determinación en aquel momento de ser de mayor«Sacerdote»
Toda aquella escena fue un momento marcado en su vida, le impresionó ver la muerte de su padre, pero le impactó tener a sus pies al mismo Dios.
Ahora ya no mira al cielo « hoy vive en el Cielo por el poder de una hostia consagrada.»


ES UNA HISTORIA VERÍDICA.
Reciban mi ternura.
Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

14 comentarios:

  1. Sor Cecilia.

    Si vieras como brotan de mis ojos las lágrimas de emoción.

    Hoy cuando la Fe Cristiana vuelve a estar perseguida, sobretodo por los medios de comunicación es bello escuchar esta historia.

    También había personas del bando Republicano que seguían la Fe Católica, aunque lo escondieran.

    La verdad es que fue una Guerra Terrible,entre hermanos.

    Gracias, por regalarnmos esta historia verídica.

    Una abraçada.Montserrat

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  2. Gracias, hermana, por su blog, su consagración, por esta historia. Le invito a hacer click aquí, en mi nombre, y visitar mi sitio. Unidos en la oración, padre José Luis

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  3. Querida hermana, llego a su blog por "casualidad". Y solo quería darle las gracias y pedirle una oración cuando esté ante el Santísimo.
    La seguiré de cerca.

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  4. Gracias hermana por compartir esta historia...

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  5. Gracias a todos ustedes y a la Providencia.- A usted P.José Luis por su invitación, lo haré.
    Para mi Lao, gracias a usted por ser tan generoso con el arte de la poesía que nos eleva a Dios.

    Para Montorromero, creo que no existe la casualidad, creo en la Providencia ya que vino a mi blog sin saber dónde se metía y viene a pedirme que ore ante el Santísimo, en nuestro monasterio lo exponemos todos los días.Esté feliz que Dios nos escucha.

    Y ami amiga Montserrat, siempre me hace muy feliz que me visites y agradezco cuanto amor nos das.
    GRACIAS A TODOS.DIOS ES GRANDE.
    «ESTOY A TU LADO»

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  6. Esta historia trajo a mi memoria la historia de san Tarcicio.
    En estos dolorosos días de semana santa, el Cuerpo de Cristo, adquiere la gran trascendencia para la salvación de la humanidad,son los días en que muchos cristianos realizamos un acercamiento a Jesús, y un examen de nuestras vivencias. Bella historia, estimada Soror, descanse en la noche, en el amor de Cristo.

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  7. Hola Sor Cecilia !

    Me ha encantado leer esta historia veridica, es preciosa.

    A todos los sacerdotes, transfórmalos en Ti, Señor. Que el Espíritu Santo los posea, y que por ellos renueve la faz de la tierra.

    Déu vos guard !

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  8. Para Dios nada es imposible. Para El nada es definitivo.
    El todo lo llena. Llega a los espacios mas recónditos del ser dándose con la intensidad que considera.
    Lo tenemos a nuestro alcance todo el tiempo, todos los días. Sabemos interpretar y valorar semejante entrega de amor?
    El mayor milagro es Tenerlo en el pan consagrado. Lo tenemos en nuestras manos, podemos asirlo. Podemos tocarlo, comulgarlo, podemos recibirlo en nuestro interior, hacerlo nuestra carne, para ser nosotros su carne.
    Ser uno con El, fundirnos en su amor.

    ¡Dios mío, cuanto nos das cada día… a pesar de todos nuestros desaires!
    Gloria para nuestro Señor, por los siglos de los siglos, Amén.

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  9. Qué buena historia, encima verídica. Dios hace milagros mi amiga. Gracias por tus regalos. Besossssssssssssssssssssssssssssss

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  10. Bona nit Germana: una historia molt interessat.ja imgino que com aquesta en té un póu. Suposo que les anirem coneixent. Gracies!

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  11. Me encantó leer esta historia y yo también le pido que se acuerde de nuestra familia, cuando esté delante del Santísimo.
    Tenemos cuatro niños pequeños (el mayor hará en Mayo su primera Comunión) y los educamos en casa, es lo que en otros paises se conoce como "homeschooling". Es una oportunidad maravillosa que me llena de felicidad, pero también es cierto que a veces es difícil estar las 24 horas con los críos. Creo en la familia como educadora y más en los tiempos que corren, hay que sembrar y sembrar bien.
    Le quiero agradecer los comentarios en mi blog, me llenan de paz.
    Muchas gracias hermana.

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  12. Como soy el culpable que puedas estar tan atareada no te diré nada por no visitarme
    ¡Bueno sí! A ver si visitas mi nuevo blog,Ceci

    Un abrazo, Al+Mc

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  13. Gracias mil por el relato de nuestro Héroe y martir defensor de La Eucaristía. Claro el fruto fué inmediato: La vocación sacerdotal de su niño.
    ¡Gloria a Dios por ellos y por todos sus seguidores en el sacerdocio! en este Año Sacerdotal.
    Un abrazo querida Sor Ceci
    (Anónimo)

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